En Junín, la malnutrición aumentó en un 10,8% en relación al 2019
Se trata de una medición del Observatorio Nutricional, que observó que la pandemia de coronavirus incrementó la cantidad de chicos con sobrepeso y obesidad.
El Observatorio Nutricional dio a conocer los resultados de un informe realizado por los profesionales que lo integran, con el propósito primordial de evaluar el estado nutricional de los chicos y chicas de las instituciones que integran el Servicio Alimentario Escolar (SAE) tras la pandemia. La malnutrición aumentó en un 10,8% en comparación con 2019, principalmente en casos de sobrepeso y de obesidad.
En este marco, el Observatorio Nutricional lleva adelante acciones planificadas para mejorar la situación nutricional de los niños y adolescentes, abordando factores como la alimentación y el sedentarismo, ideando además un menú nutricionalmente adecuado para que todos reciban los nutrientes esenciales para su desarrollo.
Actualmente son 28 las cocinas de comedores escolares a las que se asiste desde esta institución de gestión municipal para atender a 4034 alumnos que almuerzan, y 15.470 que desayunan y meriendan. También a alrededor de 500 niños de 45 días a 2 años que desayunan, almuerzan, meriendan y cenan (los del turno vespertino) en los Jardines Maternales Municipales.
Este equipo, además, recorre las escuelas donde funciona el servicio todos los días, observando el funcionamiento del mismo. A su vez releva las necesidades de las cocinas para que, desde el Municipio, se las equipe con todos los electrodomésticos y utensilios necesarios. También realiza un informe anual, para ver el estado nutricional de los chicos.
Al respecto del nuevo informe, la licenciada en nutrición Julieta Pino, referente del equipo técnico del Observatorio Nutricional, manifestó: “Desde el Observatorio venimos trabajando de manera permanente en lo que respecta al servicio alimentario escolar en el partido de Junín. Llevamos adelante una labor donde confeccionamos informes. Por el receso de pandemia nos vimos afectados y frenamos, y luego volvimos a retomar con la tarea”.
“Tiene que ver con valor agregado al Observatorio Nutricional el poder tener datos de la ciudad año tras año. Desde el 2017 trabajamos intensamente en esto: realizamos una medición anual, interrumpida por la pandemia, la cual nos pareció de gran relevancia para poder ver o distinguir algunas conclusiones sobre qué pasó en esos dos años de receso”, contó.
Seguidamente, Pino señaló que “estas mediciones se tratan del impacto que tuvo la pandemia en la nutrición de los chicos. No es únicamente responsabilidad del cierre del comedor escolar, sino que tiene que ver con un contexto socioeconómico que pasó a nivel mundial. Eso nos da la ventaja a nosotros de poder desarrollar herramientas o acciones para contribuir a mejorar ese estado nutricional”.
En cuanto a las estadísticas, afirmó: “La malnutrición aumentó en un 10,8% en relación al 2019 y fue a expensas del sobrepeso y la obesidad; las cifras y riesgo de bajo peso se mantuvieron prácticamente iguales. Para nosotros es igual de importante, o igual de grave, tanto el bajo peso como el sobrepeso y la obesidad, y en consecuencia son necesarias las acciones para una u otra, son aspectos de la malnutrición ambas”.
Asimismo explicó que “a raíz de esto pudimos, desde el Observatorio, desarrollar una serie de acciones que vamos a implementar, y que ya venimos llevando a cabo durante todo el año. Esto tiene que ver con contrarrestar esas estadísticas a través de diferentes propuestas que se abordan no solamente en las escuelas, sino también de manera general”.
“Quizá en otros años nos abocamos más a trabajar en las instituciones y este año nos propusimos poner más foco en la comunidad. Ya estamos por realizar las nuevas mediciones. Estas cifras actualizadas, junto con las del 2024, van a poder respondernos con respecto a si la labor que realizamos desde el área contribuye o no a mejorar dichos datos”, sostuvo la profesional en nutrición.
En continuidad hizo hincapié en los datos de sobrepeso que se detectaron en el informe y subrayó: “Este tipo de patologías son multifactoriales, tienen que ver con hábitos alimentarios y de actividad física, sobre todo, sin dejar de mencionar que hay detrás factores culturales o económicos que influyen. Esto está demostrando que los niños, las niñas y los adolescentes están inmersos en un entorno obesogénico que ofrece alimentos muy ricos en azúcares, en grasas saturadas, en sodio. Sumado eso a la falta de actividad física, son los dos pilares sobre los que nosotros más podemos influir y trabajar sobre ellos, ya que hay cuestiones que no están a nuestro alcance”.
“El trabajo del Observatorio Nutricional tiene que ver también con determinar una planificación alimentaria, ofrecerles a los chicos que asisten al servicio un menú rico, hablando desde lo nutricional. Estas estadísticas sirven también para pensar ese menú y esa oferta”, destacó sobre la dinámica de trabajo del área.
Para finalizar, la referente del Observatorio contó que “todos los años cambiamos el menú. A principio del 2023 ya lo hicimos pensando en el posible impacto que iba a tener esta medición, que si bien los datos todavía no los teníamos, sí había mucha bibliografía a nivel nacional y a nivel mundial que nos orientaba acerca de cómo iban a ser los resultados.
Entonces ya en el menú de este año lo fuimos pensando en base a estas acciones, lo cual nos va a servir también cuando tengamos que pensar el del año próximo”.