MARKETING APLICADO

“Soy Anto”

La hibridez de las campañas sociales.

Por estos días es muy común encontrar gente virtualmente comprometida con causas sociales. Es que la posibilidad de participar de forma digital, haciéndonos eco de cuanto lema o slogan deambula, habilita la multiplicación de perfiles solidarios que viralizan postulados en pocos caracteres. Un ejemplo es la campaña,  #NOalBulling. 
Esta semana se viralizó el video de “Anto”. Se trata de una adolescente que filmó un video autorreferencial con toques de comedia dramática. No pretendo en esta columna hacer una evaluación de su contexto social y sus posibilidades de discernimiento cultural pero si algo estaba claro era que sus intenciones de seducción no resultarían y ahí surge la reacción masiva. 
Actores, futbolistas, periodistas y nosotros, todos nosotros con diferentes grados de responsabilidad usamos ese video para masificar una burla cruel que hizo mella en Anto. Hoy leo una nota del padre que expresa su preocupación ya que la protagonista, con su pequeño retraso mental, no quiere salir de su casa. 
Está claro que nadie lanzó las parodias con intención de lastimar a la adolescente pero sí queda sobre relieve que muchos que lanzan postulados usando su poder como vehículos de comunicación no alcanzan a entender el daño que pueden hacer. Claro, acto seguido suben una foto con el lema o slogan de moda: #NOalBulling. 
Me refiero a la hibridez de las campañas sociales, a la desconexión entre frases y realidad. Pareciera que el hashtag (#) habilita cualquier tipo de enunciado que después nadie traducirá a un hecho concreto y tangible. 
No se trata de perder el humor, solo de entender la trama que lo genera y el lugar que cada uno de nosotros ocupa, es decir lo que nuestras acciones pueden generar en otras personas. Acaso a eso se refiere la campaña sobre el bullying. 
Considero que las campañas de comunicación que apelan a cambiar cuestiones sociales o culturales deben mostrar la cruda realidad, ser directas y exhibir de frente los efectos que generamos como comunidad. Quizá el ejemplo de Anto nos sirva para pensar.