Cerraron la causa que investigaba dónde estaban los cuadernos de Centeno
La Justicia cerró “por imposibilidad de proceder” la investigación que intentó determinar cómo fue que reaparecieron seis de los ocho cuadernos de Oscar Centeno, el remisero de Roberto Baratta cuyas anotaciones fueron la clave de la causa en la que la hoy vicepresidenta Cristina Kirchner fue enviada a juicio acusada de ser jefa de una asociación ilícita que pedía coimas a los empresarios que hacían negocios con el Estado.
Según el fallo al que se accedió, el juez federal Julián Ercolini, a cargo momentáneamente del juzgado del fallecido Claudio Bonadio, aseguró que no hay manera de avanzar por el momento en la investigación que se abrió para saber cómo reaparecieron esas anotaciones justo antes de la elección presidencial del 2019 y, por lo tanto, archivó las actuaciones hasta que aparezca algún elemento nuevo para impulsar el caso. Según afirmó, las diligencias que se hicieron no habían permitido avanzar y no se podía vulnerar el derecho del periodista que se amparó en la reserva de la fuente.
“Al considerar las circunstancias concretas del caso en estudio, no se observa que sea necesario afectar un derecho tan importante como la reserva de la fuente periodística, para intentar profundizar la investigación de un ocultamiento que no logró detener el avance de la causa”, dijo el juez.
Además, en su fallo, el juez afirmó que las fotocopias de los anotadores habían sido “respaldadas por múltiples medidas”, suficientes para llevar a juicio oral a Cristina Kirchner, al exministro de Planificación Julio de Vido y su mano derecha Baratta —entre otros funcionarios y empresarios presuntamente vinculados a la maniobra—.
De lo que se trata aquí es de la denuncia que impulsó el empresario Néstor Otero, concesionario de TBA y uno de los implicados en la megacausa de los cuadernos. El abogado de Otero, Mariano Fragueiro Frías, había denunciado a Centeno por encubrimiento para que se investigara si se había ocultado a la Justicia una prueba clave: los cuadernos que él mismo había escrito.
Según afirmó Centeno en una de sus declaraciones, él mismo los había quemado a la parrilla cuando creyó podía usarlos su entonces amigo Oscar Bacigalupo, a quien se los había dejado en custodia porque temor a las denuncias que estaba haciendo su exesposa. Así lo reveló Infobae en agosto de 2018 en la nota “El día que Centeno atizó el fuego para quemar sus cuadernos”.