REALIZAN UN INTERCAMBIO EN LA UNNOBA

“Segura, tranquila y con ricos asados”: así ven Junín estudiantes extranjeros

Seis jóvenes de distintas nacionalidades cursan en nuestra casa de altos estudios. En una extensa entrevista con Democracia, que tuvo lugar en la residencia donde se alojan, dieron detalles sobre esta experiencia movilizadora, las similitudes y las diferencias.

Seis jóvenes extranjeros se radicaron en Junín, por seis meses, para realizar un intercambio estudiantil en la Unnoba. Democracia los visitó en su residencia para dialogar con ellos y saber cómo están viviendo esta experiencia, cuáles son las diferencias que notan entre sus países y la Argentina, qué les parece Junín y todo lo que conlleva salir de la zona de confort.

Para todos, es su primera experiencia de intercambio. Bianca, oriunda de Brasil, tiene 28 años; Exa tiene 20, Mathis y Tristan 21, y los tres son de Francia; Ana, de 24 años, es de Uruguay; y Monse tiene 20 y es de Paraguay. Las dos últimas se encuentran estudiando Ingeniería Agrónoma, mientras que, los primeros cuatro, estudian Ingeniería Industrial. El grupo en estos tres meses de estadía ya realizó viajes por todo el país, conocieron Bariloche, Buenos Aires, Córdoba, Las Cataratas del Iguazú, entre otros destinos. Se consideran una gran familia y esperan que, después de esta experiencia, puedan seguir en contacto.

Además, proyectan vivir juntos el mundial, alentando por sus respectivos países. Como su selección no clasificó, Monse (Paraguay) expresó: “Voy a alentar por Brasil (mirando a su compañera uruguaya) y también por Uruguay, claro”. 

Los franceses, al unísono, exclamaron: “¡Es obvio que Francia va a salir campeón!”. Y Bianca retrucó que era imposible: “Claro que no, ese va a ser Brasil”.

Experiencias

Es la primera vez que los seis salen de sus hogares familiares para realizar un intercambio, pero no todos vienen por el mismo programa, cada universidad les ofrecía una propuesta diferente, en el caso de Bianca, viene por una beca de estudios de la Universidad Federal de ABC, de Brasil.

Al respecto, la joven brasilera explicó: “Es una beca que funciona para los países de América del Sur. Yo estoy estudiando Ingeniería Industrial y lo que hago es tomar las clases acá como si estuviera en Brasil. A la vez, continúo trabajando, creo que eso es muy importante de destacar. Mi jefe me tiene confianza y pude demostrar que rindo al igual que si estuviera en Brasil”.

Por su parte, Exa comentó: “En Francia es obligatorio hacer cuatro meses de estudio en otro país. Yo elegí la Argentina porque es una cultura diferente y para conocer a otras personas y aprender otro idioma”. Y agregó: “En nuestro caso tenemos español en la universidad, pero es español de España, no el argentino. Al principio nos costó entender muchas cosas, pero ahora ya estamos mejor, entendemos bastante. Nosotros estudiamos Ingeniería Industrial al igual que Bianca, pero en nuestro caso, la carrera solo se encuentra en la Unnoba”.

Mathis se sumó a los dichos de Exa y completó: “Nosotros, por ejemplo, en Francia, tenemos 25/30 horas de curso cada semana y acá es menos y hay más proyecto. Las materias que tenemos acá no son las mismas que tenemos en Francia, es diferente porque podemos elegir lo que queremos”.  Y añadió: “En mi caso prefiero tomar clases acá, es más tranquilo, en Francia estudiamos solo en la universidad, acá podemos hacer trabajos en casa”.

En tanto, Monse, que estudia Ingeniería Agrónoma, explicó: “En mi facultad presentaron una propuesta y de tres personas que se presentaron, quedé seleccionada por una cuestión de promedio. También tenía la posibilidad de elegir ir a Brasil, pero por una cuestión de idioma no me animé”. En el caso de Ana, la joven se encuentra en el último semestre de la carrera, vino a Junín para realizar las prácticas y después hacer la defensa de la tesis y así poder obtener el título.

Diferencias 

En cuanto a la diferencia por las comidas, el que más sufre es Mathis, quien según sus compañeros vive a “patatas y pollo” -coincidieron los cinco, entre risas- porque no le gustan las verduras y las frutas.

Y Monse expresó: “Extraño la comida de mi mamá, porque ahora sí me toca cocinar, pero no hay mucha diferencia. Eso sí, hay muchos cortes de carne que no conocía, acá la carne sí es muy rica”. Y Bianca asintió avalando lo que decía su compañera. También opinaron sobre las diferencias en la vestimenta. “Acá se visten muy ajustado y a clase van con jogging o remera deportiva, nosotros cuando vamos de camisa (por los dos chicos de Francia) nos preguntan si hay alguna presentación, porque no acostumbran a ir así vestidos, y nosotros solo queremos vestirnos bien, ahora ya nos acostumbramos, pero es muy diferente”, afirmó Mathis.

En el caso de las chicas, comentaron que notan que las prendas para ellas son más cortas que en sus países. Entre risas, Bianca opinó: “Yo no sé cómo hacen para salir con ropa tan corta por la noche, hace frío, para mí es muy difícil, no sé cómo las chicas pueden hacer eso”.

Por otro lado, coincidieron en que la vida acá es mucho más barata que en sus países. Bianca explicó que, en su caso, le resultó muy rara la palabra boliche, porque en Brasil se usa para ir a jugar al Bowling y ellos le dicen vamos de fiesta. Ana comentó que la diferencia con Uruguay es cuando va a comprar facturas, allá le dicen bizcochos, entonces cuando pide le quieren dar bizcochos de grasa. “Yo quiero bizcochos dulces. Allá la factura es para pagar”, bromeó la joven. 

Para Monse, es muy raro que acá prime el horario partido en los comercios, mientras que, en Paraguay, el horario es corrido. “Lo del tema de la siesta es muy raro, acá todo cierra a las 12 o 13 y después vuelven y eso es muy raro”, expresó. 

Por otro lado, Monse expresó: “Espero que nos sigamos comunicando, formamos un lindo grupo, todos nos entendemos”. Y casi al unísono dijeron que estaban invitados a conocer sus respectivos países.