El grupo terrorista Estado Islámico desató un baño de sangre en una mezquita afgana

El Isis desató ayer un baño de sangre en un ataque a una mezquita shiíta en la capital de Afganistán, Kabul, en plena oración este viernes, que dejó al menos 25 muertos.
"Dos 'inghimasi' del Isis llevan a cabo un ataque contra una husseiniya (lugar de culto shiíta) en el sector de Jair Jana, en la ciudad de afgana de Kabul", afirmó Amaq, el órgano de propaganda de la banda terrorista, empleando el término 'inghimasi' para aquellos que, además de armas, utilizan un cinturón explosivo, que accionan como último recurso, al combatir.
Según las autoridades la mezquita fue atacada por cuatro hombres, que luego murieron.
Dos de los atacantes se hicieron estallar al detonar los explosivos que llevaban y otros dos fueron abatidos por las fuerzas de seguridad, dijo el oficial de la policía Mohammed Sadique Muradi. Añadió que los muertos y heridos fueron evacuados y que no se sabe aún el saldo exacto de muertos. Sin embargo, un funcionario de un hospital dijo más tarde que un total de 25 personas murieron y 40 resultaron heridas. Los terroristas atacaron la mezquita durante la oración matinal, provocando una explosión que mató a un guarda de seguridad en la entrada al templo, dijeron funcionarios. El clérigo que lideraba el servicio religioso también fue asesinado.
Las fuerzas de seguridad afganas se desplegaron rápidamente en el barrio del norte de la ciudad donde se registró el ataque y rodearon la mezquita. Podían escucharse sonidos de explosiones y disparos en la zona del ataque. La mezquita estaba abarrotada de fieles para las oraciones del viernes, que es el punto álgido de la semana musulmana, agregó.
Mir Hussain Nasiri, miembro del consejo de imanes shiítas del país, dijo que el clérigo que guiaba las oraciones fue asesinado, pero no proporcionó su nombre. Los pistoleros tomaron la zona de la mezquita donde están las salas de oración independientes de hombres y mujeres, indicó.
Las mezquitas shiítas del país fueron objeto de varios ataques en las últimas semanas. El mes pasado, 32 personas murieron tras un asalto en un templo de Herat, en el oeste del país. El Isis reivindicó el atentado y prometió más ataques contra la minoría shiíta afgana, a quienes los sunnitas consideran infieles.

Contraataque
Combatientes del Estado Islámico (EI) lanzaron un gran contraataque en la norteña provincia siria de Al Raqqa contra fuerzas del gobierno y mataron al menos a 34 soldados o milicianos aliados en duros enfrentamientos antes de publicar fotos de las víctimas e imágenes del degollamiento de una de ellas, informó este viernes una ONG.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el contraataque comenzó el jueves y es el mayor lanzado contra las tropas sirias en Al Raqqa, donde estaban avanzando y habían conquistado varias localidades en el sureste de la provincia, en su intento de aproximarse al límite con la vecina Deir Ezzor, controlada casi totalmente por el grupo Al Qaeda.
En este ataque, el grupo terrorista recuperó terreno en la zona entre las localidades de Ganim al Ali y Al Sabja, ubicadas cerca del río Eufrates, aseguró el Observatorio.