En 10 años se duplicaron las causas por violencia familiar en Junín y preocupa el aumento de casos por la crisis económica
Especialistas en la materia explicaron que el incremento del número podría ir de la mano de la difícil situación de dinero que atraviesan diferentes familias. Además, opinaron sobre el hecho que conmociona al país que involucra al expresidente Alberto Fernández y Fabiola Yáñez.
La denuncia de Fabiola Yáñez al expresidente Alberto Fernández por violencia de género, acoso y “terrorismo psicológico” alcanzó niveles internacionales y llegó a los principales diarios del mundo que calificaron la situación como un “escándalo”. También hicieron referencia a las causas judiciales a las que se enfrenta el expresidente de la Nación, como la de los seguros del Estado en la que también está involucrada María Cantero, la secretaria histórica de Fernández.
El jueves Yáñez se reunió vía videoconferencia con integrantes de la fiscalía especializada en violencia de género, donde tramita el expediente en el que se investigan las agresiones físicas y el hostigamiento que aseguró haber sufrido por parte del exjefe de Estado y a la postre su expareja. Ese mismo día, se hicieron públicas imágenes y chats en los que Fernández quedó mucho más comprometido y el escándalo tomó dimensiones lógicamente esperables.
La pregunta que se hacen los especialistas es cuántos casos como el de Fabiola Yáñez hay en la actualidad en el país. Porque, si bien el tema es de debate internacional, el dramático hecho salpica hacia abajo en un país como Argentina, donde la violencia de género no tiene color político ni clase social; y como dijo Cristina Fernández: “Puede suceder en un palacio o en un rancho”.
Los números de Junín
Democracia tuvo acceso a los números de casos de violencia familiar que hay presentados en los Juzgados de la Familia de Junín y reveló que en diez años las causas ingresadas por protección contra la violencia familiar se incrementaron un 107%.
Además, desde hace cuatro años la aceleración de ingresos es sostenido. En 2022 en los Juzgados de la Familia ingresaron 1525 casos. Al año siguiente el número se mantuvo estable, pero, de todos modos, se elevó a 1575. En 2022, las causas dieron un salto cuantitativo alzando 1864 ingresos. Y en 2023, las 1915 causas ingresadas marcaron un nuevo record hasta el momento.
Este fenómeno se repite en todas las escalas y la pandemia fue bisagra en la escalada. En 2020, cuando se declaró el aislamiento social preventivo, el salto fue enorme: a nivel nacional, de 5.350 ese año pasaron a 9.771 al siguiente.
Es posible que el encierro haya potenciado la violencia hacia el interior de los hogares. Al menos los números hablan de una escalada de hechos que llegaron a la Justicia. En 2022 siguió la curva creciente y traspasó los 10.500 casos y en 2023 no descendió, por el contrario, continuó el ascenso de demanda.
Trabajar sobre el hombre violento
Este medio entrevistó a Melina Fiel, secretaria de Desarrollo Humano del Municipio de Junín; Betty Palacios, a cargo del comedor “Mamá luz de esperanza” y a la presidenta de la ONG “Las manitos en los bolsillos”, Karina López. Cada una de ellas conocen en profundidad la materia por sus diferentes experiencias y trabajos sociales, lo cual les permite explicar con mayor claridad lo que sucede en el distrito.
La Dirección de Violencia es una de las seis direcciones que tiene la Secretaría de Desarrollo Humano. En este contexto cuenta con más de 20 profesionales de un equipo interdisciplinario que tiene injerencia en el territorio en todas las denuncias que llegan a la Comisaría de la Mujer.
El espacio cuenta con varias herramientas y formas para trabajar. Algunas de ellas son la atención psicosocial, ingresos al Hogar de Protección Integral para mujeres víctimas de violencia, guardias de 24 horas del equipo de violencia que trabajan articuladamente con los juzgados y también con la Comisaría de la Mujer. “Los casos fueron aumentando, pero hay menos tratamiento de muchas mujeres porque un nexo que teníamos que hoy está un poco más frenado es el programa Acompañar, que era de nivel nacional”, advirtió Fiel.
Uno de los programas que está dando resultado es el programa de Masculinidades. La secretaria municipal explicó que “los hombres violentos asisten a trabajar con un equipo de profesionales”. Y agregó: “Hoy tenemos 15 hombres y es importante resaltar que en estos casos no hay contexto social, económico ni profesión”, dijo la funcionaria.
Trabajar las masculinidades para poder revertirlas. Esa es la meta, aunque revertir la situación no parece una tarea sencilla. “Nosotros lo estamos tratando de hacer todo el tiempo. Primero para con ellos mismos y después para con su entorno en general”, detalló.
En su mayoría, quienes concurren al programa lo hace de manera obligatoria, sólo un pequeño número se acercó de manera voluntaria. Pero lo más difícil de todo es sostenerlo en el tiempo. “Hay que reconstruir todo un discurso y poder trabajar las masculinidades, que no es más que la construcción social que se fue haciendo. No es menor el sostenimiento, más allá de cómo llegan”, sostuvo.
Este programa tiene más de tres años, pero el incremento de concurrentes fue sustancial en el último tiempo. “Teníamos 4 o 5 personas y hoy contamos con 15 varones que están trabajando sus masculinidades”, aseveró.
Lograr la independencia económica
Otro programa que tiene la Dirección de Violencia es el de Economía, el cual permite a las víctimas de violencia poder animarse a realizar la denuncia y, luego, sostenerse económicamente por sí solas.
Más tarde, el área de violencia vincula a las mujeres con el sector de Producción para asesorarlas o involucrarlas en algún tipo de microemprendimiento. “Las acompañamos para que puedan tener esa independencia y poder sostener una vida lo más tranquila e independiente. A este programa están yendo muchas mujeres para aprender desde cómo solventar sus gastos hasta cómo trabajar las tarjetas de crédito, sacar un crédito y hacer un microemprendimiento”, explicó Fiel.
Pérdida de terreno
Para la secretaria Melina Fiel, “se ha perdido terreno en la materia violencia de género”. Para ella, esto se debe a que “tiene que haber un discurso”. Y sumó: “El paralelismo con el caso Alberto Fernández es un ejemplo. Los homicidios, las políticas de género, hablar de violencia no puede ser un discurso partidario, porque ahí caemos en un doble discurso. Tienen que ser políticas públicas responsables, como en el caso de Junín. Políticas públicas partidarias no pueden llevarse adelante porque caes en un saco vacío. Nosotros tenemos la responsabilidad de una gestión, en este caso en Junín. Y lo que hacemos son políticas públicas”.
“El discurso de quienes llevamos adelante una gestión o tenemos la responsabilidad de ocupar un lugar en una función pública, tiene que ser el de respeto y tiene que ser el que realmente la política pública de género, de diversidad y de violencia. No es un discurso partidario. Es un discurso de políticas públicas. Para un lado y para el otro. En este caso, para los dos lados”, sentenció.
Para Fiel otro de los factores de que los casos vayan aumentando es que “muchas mujeres se animaron a denunciar”. Y esto puede verse reflejado en los números de Junín, donde en 2013 hubo 1525 casos ingresados y en 2023 se registraron 1915. Es decir, más del doble.
Trabajar en el territorio
Beatriz Palacios es una reconocida vecina de Junín que está a cargo del comedor “Mamá luz de esperanza”, en donde cada día llega un gran número de personas a comer, muchas de ellas mujeres víctimas de violencia.
Con sede propia desde 2018, pero con un trabajo que nace muchos años antes. Betty -como le dicen los vecinos- lleva adelante el centro de día que está ubicado en Payán 519, del barrio La Celeste. A la tarea incansable de ella, se suma la de los voluntarios que colaboran con el Hogar cuya función primordial es la contención a mujeres embarazas o mamás que ya tienen sus hijos y asisten cada día.
Tratando de fomentar distintas actividades, Betty aseguó que buscan que las mamás puedan valerse por sí mismas, pero siempre tratando de brindarles la ayuda y la contención que necesitan. “Tenemos un comedor donde las madres vienen a hacer el desayuno, hacen el almuerzo y después la merienda. Se ha trabajado mucho con el tema de violencia. En realidad, hay mujeres de aquellos años donde entraron y todavía están en el hogar. Realmente han podido salir adelante”, aseveró.
“Siempre dije que si pudiera haber tenido dinero para cuando estuvo la pandemia, hubiese traído a todos los niños a este lugar para que estén contenidos. En aquella época había más casos de violencia. Hoy un factor clave es el económico, mucha gente no llega a fin de mes”, expresó Palacios.
Las manitos en los bolsillos
Karina López es la presidenta “Las manitos en los bolsillos”, una ONG que está en constante lucha contra la violencia de género desde hace más de 14 años y ayuda a las víctimas a superar la situación de violencia y poder retomar su vida física y psicológicamente sana, partiendo de la prevención y acompañamiento de cada uno de los procesos.
Consultada sobre el tema que conmueve al país tras conocerse hechos de violencia de Alberto Fernández hacia Fabiola Yáñez, López dijo que “la violencia no pregunta partido político ni el color de piel”. “Que un expresidente dé este ejemplo perjudica el trabajo que venimos haciendo al igual que el desabastecimiento que tenemos en la problemática. La realidad es que no fueron muchos los gobiernos que han tratado de trabajar en una respuesta a una prevención en lo que es violencia de género. Lo toman como un tema de campaña y después se olvidan”, denunció.
Respecto a un punto al cual hizo referencia, que es el desabastecimiento -según explicó López- en materia de violencia, la presidenta consideró que “cerrar la del Ministerio de la Mujer, la poca inversión que hace en el Gobierno nacional son un claro ejemplo”.
“Está mal la situación de que haya tenido un tema de violencia la Primera Dama con el Presidente de la Nación. Eso es atroz. Pero nosotras queremos saber qué pasa con todas las que no son Fabiola”, pidió. Para López la sociedad debe comprometerse más. “Hay mucha gente que se ríe de la situación de Fabiola y del expresidente, pero que en su momento también tuvieron una amiga, una hermana, una sobrina, la madre, que sufrieron violencia de género”, remarcó López.
Para la presidenta de la ONG las víctimas denuncian cuando tienen todas las herramientas y hay que respetar sus tiempos. “Cuando hablamos de violencia de género, hablamos de la vulnerabilidad de las mujeres. El trabajo que venimos haciendo hace 14, 15 años es de hacer entender a una parte de la sociedad que necesitamos compromisos y un Estado presente, aunque en el ámbito local contamos con mucho apoyo del municipio”, sostuvo.
Señales de alerta
- Control: le dice qué ropa usar y cómo maquillarse, revisa su celular y pide su contraseña; pide todo el tiempo que le muestre dónde y con quién está.
- Humillación: la descalifica, critica, insulta o ridiculiza frente a sus amigos, la hace sentir torpe, inútil, critica su cuerpo o busca hacerla sentir menos.
- Amenazas: la presiona con intimidaciones y amenazas, busca culparla de todo lo que pasa en la relación o culpa a otros para justificar su comportamiento.
- Celos desmedidos: la trata como si fuera su posesión y la puede acusar de supuestos coqueteos o relaciones amorosas con otras personas.
- Aislamiento: poco a poco, la va privando de ver a sus amigos o familia, cortándole la comunicación con otras personas. Puede pedirle que deje de estudiar o trabajar, decirle que él se va a ocupar de todo.
- Abuso sexual: la obliga a tener relaciones sexuales, quiere tocarla o realizar prácticas que no la mujer no desea.