Mujer duerme en el nicho de su marido

Adriana Villarreal nunca pudo superar la pérdida de su compañero: por eso, con una periodicidad de 60 días, llega al pueblo de Dos de Mayo, en el centro de Misiones, y se instala en el panteón de su pareja y se aloja allí como si fuera un hotel.

"No debería haber ningún motivo para temerle a los muertos, porque ellos en realidad no hacen nada, sí hay que cuidarse de lo que hacen los vivos", dijo la mujer.

"Cuando se ama mucho al hombre uno puede hacer ese tipo de cosas y otras más. Mi marido se merece eso y mucho más. Era una persona muy buena, todo lo que puedo hacer por él es poco", agregó Adriana.

En declaraciones a Radio Libertad, de la capital provincial, Villarreal (43 años) refirió que "cada uno tiene su cultura y pensamiento" y que estuvo trabajando en México, desde donde habría

adoptado esta particular forma que "entiende que cuando la persona fallece no fallece el alma, sino es el cuerpo físico".

Sergio Renee Yede tenía 28 años cuando murió y aparentemente se habría suicidado en circunstancias poco claras. Villarreal explicó que su marido "siempre quiso volver a su

ciudad" y por ello decidió trasladar sus restos hasta Dos de Mayo, de donde era oriundo Yede.

En el cementerio, la viuda construyó el mausoleo "con dinero que él había juntado para construir una casa" y lo acondicionó para poder pasar allí las noches cuando visita el pueblo tres o cuatro veces al año.

"A veces no puedo pagar tanto dinero para quedarme en un hotel mucho tiempo", indicó la mujer quien además recalcó que cuando visita el panteón "pongo música despacito porque a él le gustaba la música de acá, tengo mi computadora con Internet".

Si bien hace un año y medio que Villarreal repite la misma rutina, en esta última visita hubo vecinos que llamaron a la Policía para alertar que en uno de los panteones había música, lo que molestaba a quienes habían ido a visitar la tumba de sus familiares. La comisaría dio aviso a la Secretaría de Gobierno municipal, por lo cual funcionarios y policías fueron a ver de qué se trataba el asunto.    

Entonces la viuda les explicó qué hacía allí y se mostró extrañada porque en otras ocasiones había hecho lo mismo y "nunca había pasado nada". Después de que le explicaran que el camposanto está abierto de 8 a 19, la mujer preparó sus cosas y partió hacia su casa.