ENTREVISTA
Alejandra Darín
Alejandra Darín es la titular de la Asociación Argentina de Actores. Aquí habla del trabajo de la organización y de lo que ofrece en la actualidad la televisión argentina.
Es una actriz, pero también una defensora de su profesión. Le apasiona lo que hace, que es no sólo actuar sino también ponerse en la piel de la sindicalista que piensa al actor como a un trabajador.
Alejandra Darín habló de lo que en este momento está haciendo la Asociación y también de qué es lo que ofrece la televisión argentina.
-¿Pensando en el interior del país, cuáles son las acciones que llevan a cabo desde la Asociación?
- Hay nueve delegaciones de Actores en el país, pero la idea es llegar a todas las provincias. Es muy difícil porque para que exista una delegación es importante de que haya gente que se ocupe y que tenga formación sindical. Pero es un proceso.
Este año empezamos a trabajar con el SAT (Sindicato de Televisión), promovido por el Ministerio de Planificación y Actores para hacer unos talleres de capacitación que duran dos meses para actores para adquirir los elementos necesarios para el audiovisual. (En vistas de la puesta en vigor de la Ley de Medios)
Comenzamos en Paraná, y luego en Río Grande, Mendoza, Rawson. Son nueve ciudades en esta primer etapa, antes de diciembre. Estos talleres sirven también para absorber la problemática de cada lugar. Y que los actores de estas ciudades empiecen a sentir que necesitan juntarse, y esto es bárbaro.
- ¿Cómo se logra que sea reconocido el actor como un trabajador?
- Dentro de nuestra actividad hay un montón de conceptos que están corridos de lugar. Es una actividad que se presta mucho a esa confusión. Primero y principal no todo lo que nosotros vemos y decimos "llegó hasta ahí arriba" es actor.
Desde lo que hay en el aire es muy fácil meter todo en la misma bolsa, y entonces por ejemplo una chica que es modelo, pero que tiene pantalla, se la mezcla, se la confunde, y no es que no se la pueda mezclar, pero no somos del mismo palo. Los actores por lo general hicimos un trabajo de formación o algunos no... es bastante inasible nuestra actividad y esto fomenta las confusiones, pero todos los actores o la mayoría comenzamos haciendo teatro independiente.
Esta es una actividad que te presenta siempre desafíos distintos, y uno como actor siempre se emociona.
Uno pasa de hacer determinado personaje a otro que no tiene nada que ver, de una obra de teatro a una novela, y de ahí a una publicidad. Y la llegada de todo esto nadie sabe cómo va a ser.
Es como una constante aventura. Los actores estamos siempre abiertos a la aventura, sino no podríamos ser actores.
-¿Estar abiertos a la incertidumbre?
-Sí! A la bendita incertidumbre!
Estamos en una cultura muy vergonzante... todo lo que hacés y es diferente está mal. Los actores de algún modo intuimos que eso está mal, que nos culpen por hacer algo divertido, que nos hace crecer.
-Hay un señalamiento sobre que si tu trabajo es entretenido no es trabajo.
-Venimos de una cultura lamentablemente y que tenemos que cambiar donde las frases son "la vida es lucha", "todo es sacrificio"... Ahora si levantás bolsas en el puerto entonces sí trabajás. Y para actuar vos tenés que poner una fortaleza, el cuerpo, la cabeza.
Y también hay gente que son actores y no sé si les gusta. Yo creo que los actores o los que quieren ser actores porque quieren ser famosos no la deben pasar muy bien. La mayoría de los actores queremos vivir de nuestro trabajo, pero no buscamos hacernos millonarios con nuestro trabajo. Pero está instalado por esta mezcla que mencioné: Vos ves a Charlote Caniggia, y hay mucha gente que cree que es actriz. O te encontrás con una chica que dijo dos cosas en un programa mediático y la pegó.
¿Y la responsabilidad? que la hay. Estamos viviendo una época de producciones muy aberretantes. Y eso no está bueno. No está bueno faltarle el respeto a la gente. Porque el que no es berreta, no tiene mucho espacio para ver otra cosa.
Porque generalmente la gente que le da rating a esos programas tienen una educación realmente muy básica que responde a los muchos malos gobiernos que tuvimos. Pero nosotros no estamos haciendo nada para cambiarlo.
Alejandra Darín habló de lo que en este momento está haciendo la Asociación y también de qué es lo que ofrece la televisión argentina.
-¿Pensando en el interior del país, cuáles son las acciones que llevan a cabo desde la Asociación?
- Hay nueve delegaciones de Actores en el país, pero la idea es llegar a todas las provincias. Es muy difícil porque para que exista una delegación es importante de que haya gente que se ocupe y que tenga formación sindical. Pero es un proceso.
Este año empezamos a trabajar con el SAT (Sindicato de Televisión), promovido por el Ministerio de Planificación y Actores para hacer unos talleres de capacitación que duran dos meses para actores para adquirir los elementos necesarios para el audiovisual. (En vistas de la puesta en vigor de la Ley de Medios)
Comenzamos en Paraná, y luego en Río Grande, Mendoza, Rawson. Son nueve ciudades en esta primer etapa, antes de diciembre. Estos talleres sirven también para absorber la problemática de cada lugar. Y que los actores de estas ciudades empiecen a sentir que necesitan juntarse, y esto es bárbaro.
- ¿Cómo se logra que sea reconocido el actor como un trabajador?
- Dentro de nuestra actividad hay un montón de conceptos que están corridos de lugar. Es una actividad que se presta mucho a esa confusión. Primero y principal no todo lo que nosotros vemos y decimos "llegó hasta ahí arriba" es actor.
Desde lo que hay en el aire es muy fácil meter todo en la misma bolsa, y entonces por ejemplo una chica que es modelo, pero que tiene pantalla, se la mezcla, se la confunde, y no es que no se la pueda mezclar, pero no somos del mismo palo. Los actores por lo general hicimos un trabajo de formación o algunos no... es bastante inasible nuestra actividad y esto fomenta las confusiones, pero todos los actores o la mayoría comenzamos haciendo teatro independiente.
Esta es una actividad que te presenta siempre desafíos distintos, y uno como actor siempre se emociona.
Uno pasa de hacer determinado personaje a otro que no tiene nada que ver, de una obra de teatro a una novela, y de ahí a una publicidad. Y la llegada de todo esto nadie sabe cómo va a ser.
Es como una constante aventura. Los actores estamos siempre abiertos a la aventura, sino no podríamos ser actores.
-¿Estar abiertos a la incertidumbre?
-Sí! A la bendita incertidumbre!
Estamos en una cultura muy vergonzante... todo lo que hacés y es diferente está mal. Los actores de algún modo intuimos que eso está mal, que nos culpen por hacer algo divertido, que nos hace crecer.
-Hay un señalamiento sobre que si tu trabajo es entretenido no es trabajo.
-Venimos de una cultura lamentablemente y que tenemos que cambiar donde las frases son "la vida es lucha", "todo es sacrificio"... Ahora si levantás bolsas en el puerto entonces sí trabajás. Y para actuar vos tenés que poner una fortaleza, el cuerpo, la cabeza.
Y también hay gente que son actores y no sé si les gusta. Yo creo que los actores o los que quieren ser actores porque quieren ser famosos no la deben pasar muy bien. La mayoría de los actores queremos vivir de nuestro trabajo, pero no buscamos hacernos millonarios con nuestro trabajo. Pero está instalado por esta mezcla que mencioné: Vos ves a Charlote Caniggia, y hay mucha gente que cree que es actriz. O te encontrás con una chica que dijo dos cosas en un programa mediático y la pegó.
¿Y la responsabilidad? que la hay. Estamos viviendo una época de producciones muy aberretantes. Y eso no está bueno. No está bueno faltarle el respeto a la gente. Porque el que no es berreta, no tiene mucho espacio para ver otra cosa.
Porque generalmente la gente que le da rating a esos programas tienen una educación realmente muy básica que responde a los muchos malos gobiernos que tuvimos. Pero nosotros no estamos haciendo nada para cambiarlo.