XUL SOLAR
La danza contemporánea
Los inicios, necesidad de expresión
La Danza es una de las formas artísticas más antiguas del hombre. Las tribus acostumbraban a danzar alrededor de algún símbolo; un árbol, un tótem, el fuego, unos recién casados o cualquier otro elemento representativo. Este festejo se ha mantenido hasta nuestros días, y ahora, recuperando la música y el folklore, se continúa danzando en círculo. La vivencia de aprender danzas de diferentes culturas permite experimentar un sinfín de emociones, llegando a estados de profunda conexión con la esencia individual y colectiva.
Su sencillez y espontaneidad hacen que sean accesibles a personas de todas las edades, más allá de las ideas, o las creencias.
Hacia fines del siglo XIX, los bailarines Loie Fuller, Isadora Duncan, Rudolf Von Laban y Mary Wigman, sintieron las restricciones en el ballet para expresarse.
Nació entonces la danza contemporánea como la reacción en contra de las posiciones y movimientos estrictos del ballet clásico, alejándose de cualquier código y medida académica; utilizando el cuerpo humano como un instrumento de expresión emocional.
Reconocida mundialmente después de la I Guerra Mundial y portadora de una importante función: la comunicación, esta danza se define por la dinámica del cuerpo proveniente de la energía de la persona, haciendo que el movimiento alcance cada segmento del cuerpo. Su ejecución es tan variada que se pueden usar diferentes posiciones y niveles. La forma en la que ocurre está siempre caracterizada por la simplicidad y la elegancia de su técnica.
Desde entonces, se consolidó la autonomía de la danza como una forma de arte, incorporando paulatinamente el análisis científico del movimiento humano, el trabajo con el silencio, la exploración del lado oscuro de la naturaleza humana, la asociación de estilos como la danza india, la danza española y bailes primitivos. Se incorporaron movimientos de las artes marciales como el t'ai chi.
También se comenzó a bailar descalzo, (apartando las clásicas zapatillas de baile) con una sencilla túnica como atuendo.
Los movimientos de los bailarines se liberaron, buscando darle a la danza un sentido más comunicativo. El movimiento era más interno que externo, recurriendo a acciones naturales como el respirar o el caminar. Se fusionaron técnicas provenientes de la danza social, el ballet y la danza moderna, composiciones basadas en las danzas de la India, Egipto y Asia.
Se incorporó una técnica basada en la caída y la recuperación de la dinámica natural de la pisada humana y la influencia de la fuerza de la gravedad. Las danzas humorísticas, de contenido social y de musicales se hicieron presentes en sus repertorios.
Danza contemporánea argentina
Antes de la década del '40, la danza en Argentina se había manifestado fundamentalmente en el terreno del ballet. El Teatro Colón era el escenario donde se desarrollaban costosas producciones y donde funcionaba la tradicional escuela de danza clásica.
Con la llegada a Buenos Aires de la coreógrafa norteamericana Miriam Winslow en 1941, comenzó la historia de la danza moderna en la Argentina.
En la década del '60 la danza contemporánea se había expandido y existían numerosos creadores y grupos. Tres hechos fueron significativos : la inauguración del Teatro Municipal General San Martín (que albergaría a la primera compañía oficial de danza moderna), la fundación de la Asociación Amigos de la Danza (fundada en 1962 con el propósito de fomentar la creación coreográfica independiente y unificar las vertientes clásica y moderna de la danza) y la creación del Centro de Experimentación Audiovisual del Instituto Di Tella (proporcionó un ámbito propicio para la exploración y elaboración de trabajos de investigación que marcaron una nueva forma de expresión en el mundo de la danza)
Actualmente, los artistas de ésta danza se destacan por su eclecticismo, diversidad, calidad técnica, creatividad, variedad estilística e impronta artística propia. Este es un momento de gran importancia para proyectar al país detrás de una disciplina artística con historia nacional, con riqueza creativa y con reconocimiento mundial.
Ballet contemporáneo Xul Solar
El Ballet Contemporáneo Xul Solar, es un grupo de acción que pertenece a la Escuela de Arte Xul Solar (Saavedra y Chacabuco), subvencionado por la Provincia y abierto a la comunidad, formado tanto por alumnos, docentes y egresados de ésta como también por jóvenes y adultos que se acercan por curiosidad, oriundos de diversas partes de la ciudad y la zona. No es necesario ser bailarín ni tener previos conocimientos sobre danza.
Solo basta con tener ganas de crear y querer decir algo a través del movimiento del cuerpo.
Las clases son dictadas por la prestigiosa maestra Claudia Exner, de la ciudad de Chacabuco, con una gran trayectoria en la danza y en las puestas en escenas.
Desde el año 2005, el ballet, que incorporó el nombre propio de la escuela, es dirigido por la mencionada maestra, creando obras como Magnificat 2005; La ropa tendida 2006; The Wall 2007; Submarino Amarillo (ganador de beca estímulo a la producción artística en Junín); Cenicienta y el Sargento Pipper 2009; Bienvenida al Estío 2010; El Fabricante de Miradas (ganador de beca estímulo a la producción artística 2011).
La Danza es una de las formas artísticas más antiguas del hombre. Las tribus acostumbraban a danzar alrededor de algún símbolo; un árbol, un tótem, el fuego, unos recién casados o cualquier otro elemento representativo. Este festejo se ha mantenido hasta nuestros días, y ahora, recuperando la música y el folklore, se continúa danzando en círculo. La vivencia de aprender danzas de diferentes culturas permite experimentar un sinfín de emociones, llegando a estados de profunda conexión con la esencia individual y colectiva.
Su sencillez y espontaneidad hacen que sean accesibles a personas de todas las edades, más allá de las ideas, o las creencias.
Hacia fines del siglo XIX, los bailarines Loie Fuller, Isadora Duncan, Rudolf Von Laban y Mary Wigman, sintieron las restricciones en el ballet para expresarse.
Nació entonces la danza contemporánea como la reacción en contra de las posiciones y movimientos estrictos del ballet clásico, alejándose de cualquier código y medida académica; utilizando el cuerpo humano como un instrumento de expresión emocional.
Reconocida mundialmente después de la I Guerra Mundial y portadora de una importante función: la comunicación, esta danza se define por la dinámica del cuerpo proveniente de la energía de la persona, haciendo que el movimiento alcance cada segmento del cuerpo. Su ejecución es tan variada que se pueden usar diferentes posiciones y niveles. La forma en la que ocurre está siempre caracterizada por la simplicidad y la elegancia de su técnica.
Desde entonces, se consolidó la autonomía de la danza como una forma de arte, incorporando paulatinamente el análisis científico del movimiento humano, el trabajo con el silencio, la exploración del lado oscuro de la naturaleza humana, la asociación de estilos como la danza india, la danza española y bailes primitivos. Se incorporaron movimientos de las artes marciales como el t'ai chi.
También se comenzó a bailar descalzo, (apartando las clásicas zapatillas de baile) con una sencilla túnica como atuendo.
Los movimientos de los bailarines se liberaron, buscando darle a la danza un sentido más comunicativo. El movimiento era más interno que externo, recurriendo a acciones naturales como el respirar o el caminar. Se fusionaron técnicas provenientes de la danza social, el ballet y la danza moderna, composiciones basadas en las danzas de la India, Egipto y Asia.
Se incorporó una técnica basada en la caída y la recuperación de la dinámica natural de la pisada humana y la influencia de la fuerza de la gravedad. Las danzas humorísticas, de contenido social y de musicales se hicieron presentes en sus repertorios.
Danza contemporánea argentina
Antes de la década del '40, la danza en Argentina se había manifestado fundamentalmente en el terreno del ballet. El Teatro Colón era el escenario donde se desarrollaban costosas producciones y donde funcionaba la tradicional escuela de danza clásica.
Con la llegada a Buenos Aires de la coreógrafa norteamericana Miriam Winslow en 1941, comenzó la historia de la danza moderna en la Argentina.
En la década del '60 la danza contemporánea se había expandido y existían numerosos creadores y grupos. Tres hechos fueron significativos : la inauguración del Teatro Municipal General San Martín (que albergaría a la primera compañía oficial de danza moderna), la fundación de la Asociación Amigos de la Danza (fundada en 1962 con el propósito de fomentar la creación coreográfica independiente y unificar las vertientes clásica y moderna de la danza) y la creación del Centro de Experimentación Audiovisual del Instituto Di Tella (proporcionó un ámbito propicio para la exploración y elaboración de trabajos de investigación que marcaron una nueva forma de expresión en el mundo de la danza)
Actualmente, los artistas de ésta danza se destacan por su eclecticismo, diversidad, calidad técnica, creatividad, variedad estilística e impronta artística propia. Este es un momento de gran importancia para proyectar al país detrás de una disciplina artística con historia nacional, con riqueza creativa y con reconocimiento mundial.
Ballet contemporáneo Xul Solar
El Ballet Contemporáneo Xul Solar, es un grupo de acción que pertenece a la Escuela de Arte Xul Solar (Saavedra y Chacabuco), subvencionado por la Provincia y abierto a la comunidad, formado tanto por alumnos, docentes y egresados de ésta como también por jóvenes y adultos que se acercan por curiosidad, oriundos de diversas partes de la ciudad y la zona. No es necesario ser bailarín ni tener previos conocimientos sobre danza.
Solo basta con tener ganas de crear y querer decir algo a través del movimiento del cuerpo.
Las clases son dictadas por la prestigiosa maestra Claudia Exner, de la ciudad de Chacabuco, con una gran trayectoria en la danza y en las puestas en escenas.
Desde el año 2005, el ballet, que incorporó el nombre propio de la escuela, es dirigido por la mencionada maestra, creando obras como Magnificat 2005; La ropa tendida 2006; The Wall 2007; Submarino Amarillo (ganador de beca estímulo a la producción artística en Junín); Cenicienta y el Sargento Pipper 2009; Bienvenida al Estío 2010; El Fabricante de Miradas (ganador de beca estímulo a la producción artística 2011).