El Museo Iriarte reabre para Semana Santa
Durante el 6, 7, 8 y 9 de abril se podrá disfrutar del espacio campestre, ferroviario y de cultura argentina que cuenta con una superficie cubierta de más de 4.600 metros.
El Museo Iriarte reúne características que lo convierten en una muestra única en la Argentina. Está emplazado en la zona rural del partido de General Pinto - a dos mil metros de la Ruta Nacional N°7, en el Km. 351- y la amplia muestra campestre, ferroviaria y de cultura nacional está dispuesta sobre una superficie de tres hectáreas, lo que hace que el visitante disponga de unas dos horas y media para hacer un recorrido completo por el lugar.
Así, el espacio reabrirá sus puertas durante Semana Santa para que los distintos visitantes de la Región pueden disfrutar de su variada exposición. El Museo se podrá visitar durante el jueves 6, viernes 7, sábado 8 y domingo 9 de abril de 15 a 19 horas. Y las entradas tienen un costo de $1500 para mayores, adolescentes de 11 a 17 años, jubilados con acreditación y residentes locales $800 y menores de 10 años gratis. Además, desde el Museo confirmaron que también regresaron las visitas guiadas para estudiantes de diferentes establecimientos educativos con reserva previa.
La historia del Museo
En 1977, Oscar Marzol plantó los primeros árboles y arbustos y, con el correr de los años, fue sumando objetos vinculados a la actividad agropecuaria, ferroviaria y a los oficios que antiguamente en cada pueblo se podían encontrar.
En diálogo con Democracia, Marzol se refirió al proceso de armado de este museo privado que, pese a haber sido fundado en 1988, hace apenas tres años que abrió las puertas para recibir visitas del público en general.
35° años del Museo
Ayer, 4 de abril, el Museo Iriarte cumplió su 35° aniversario y en sus redes sociales, sus dueños expresaron: "El 4 de abril de 1988 se puso en marcha la idea de construir un Museo en homenaje a nuestros padres, Pola y Ramón Marzol. No había otro lugar posible – Iriarte – que no fuera la tierra donde ellos habían transcurrido sus años de trabajo – eran ambos nacidos en Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires – y donde nosotros, sus hijos, nos habíamos insertado a partir del año de edad. Allí estaban nuestra casona natal, casi sobre las vías del ferrocarril, nuestra infancia, nuestros juegos, nuestros amigos, nuestros lugares en cada lugar, nuestras anécdotas, nuestros predecesores amigos de nuestros padres, laborantes de una época que exigió mucho cuerpo y no tanta mente, que se prodigó en privaciones e hizo de ellas, un culto al esfuerzo".