Alumnos de Las Toscas competirán en Suecia por el “Premio Nobel del Agua”
Dos jóvenes de 17 y 20 años, junto a su profesora de química, fueron seleccionados para representar a la Argentina con un proyecto que tiene como objetivo final cuidar y recuperar el agua.
En 2015, y casi por casualidad, en un pequeño pueblo del partido de Lincoln, comenzó a gestarse una idea con la que, un tiempo después, se lograría demostrar que todo lo bueno no ocurre porque sí, sino que es fruto del esfuerzo y la dedicación. Este pueblo, Las Toscas, tiene tan sólo 400 habitantes y está ubicado a 84 kilómetros de la ciudad de Lincoln. Allí no hay cloacas y el acceso a la localidad sólo se logra a través de caminos de tierra.
Con la llegada en 2015 de la profesora de química, Laura Hernández, y su propuesta de trabajar en proyectos ambientalmente sustentables comenzó el sueño. Lo que en principio a los alumnos de la Escuela de Educación Secundaria Agraria N° 2 les parecía “una locura”, terminó siendo un trabajo destacado a nivel nacional y, el próximo 25 de agosto, Nadia Molteni (17) y Nazareno Rodríguez (20), los dos estudiantes que dieron forma a esa idea a través de la investigación, viajarán a Suecia junto a la profesora Hernández, para representar a la Argentina y competir con jóvenes de otros 33 países del mundo.
La oportunidad de participar en el International Junior Water Prize llegó en junio de este año, tras obtener el 1° Premio Argentino Junior del Agua 2017, donde intervinieron entre más de 200 proyectos y su trabajo, “Absorción física de arsénico con cáscara de huevo”, resultó ganador.
El galardón fue entregado por Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS), una ONG sin fines de lucro que se fundó en 1948 con el propósito de fomentar el desarrollo de la ingeniería sanitaria, las ciencias del ambiente y ofrecer soluciones a los problemas ambientales.
De Las Toscas a Estocolmo
En 2015, la profesora Laura Hernández tomó la decisión de irse a vivir a Las Toscas. Ya en el pueblo, el director de la escuela agraria consideró que ella podría cubrir las horas de química y la citó para trabajar en cuarto, quinto y sexto año de secundaria. Una vez en el aula, surgió la propuesta de abrir un laboratorio en la escuela, Hernández sugirió avanzar en ese sentido y buscar propuestas que fueran ambientalmente sustentables para trabajar allí.
“Teníamos un objetivo en común que era cuidar y recuperar el agua, nuestras prácticas tenían que responder a eso y ahí nació la idea de realizar jabones con aceite reutilizado, para evitar que llegara a la tierra, porque en Las Toscas no hay cloacas, todo va directo a las napas”, apuntó Hernández a Democracia y agregó “luego, en 2016, yo ya no era docente de química, pero seguía en la escuela y, por iniciativa de los chicos, continuamos con proyectos a contraturno y ad honorem, en eso estábamos cuando llegó la invitación de AIDIS para participar del Premio Junior del Agua y lo hicimos con el proyecto de recupero de aguas residuales para riego, a través de humedales”.
En esa oportunidad el grupo obtuvo la primera mención y, durante 2017, avanzaron con el trabajo en la problemática del arsénico como eje: descubrieron que con residuos comunes, como lo es una cáscara de huevo, podrían ayudar a resolver el tema. Este fue el proyecto que, en los próximos días, les permitirá viajar a Suecia.
Esfuerzo para aprender inglés
Dos días por semana, Nadia, Nazareno y Laura viajan a Lincoln para tomar clases de inglés con la profesora Patricia Moral que les enseña –gratis- cómo dominar esta lengua y, principalmente, cómo transmitir en otro idioma todos los aspectos técnicos que refieren a la investigación. Es que la exposición del proyecto en Suecia sólo se podrá hacer en inglés y sin ningún tipo de intérpretes o traductores como intermediarios entre alumnos y jurado.
“Nos estamos preparando mucho -cuenta Laura Hernández a este diario-porque ellos siempre, en sus apreciaciones personales, me decían que querían ver a su pequeño pueblo Las Toscas, grande. Querían que Las Toscas fuera un lugar al que ellos pudieran volver cuando fueran profesionales y ese es el objetivo final que tienen ante todo esto, por eso los proyectos siempre los han tomado en serio.”
Los días en Suecia
Nadia, Nazareno y Laura saldrán de Las Toscas el próximo 25 de agosto a la una de la mañana, para tomar el vuelo al mediodía en Ezeiza y llegar a Estocolmo el 26, alrededor de las tres de la tarde. Tras la acreditación, participarán de la cena de bienvenida y ya el 27 será la exposición que consta de tres instancias: a las 10, a las 11.15 y a las 14; en cada uno de estos segmentos, Nadia y Nazareno tendrán cinco minutos para exponer el trabajo en inglés ante tres jurados, quienes luego podrán hacer preguntas durante un lapso de diez minutos. El 28 será el día libre para conocer y recorrer Estocolmo, mientras los demás países realizan sus respectivas exposiciones. El 29 se conocerá al ganador y se hará la tan esperada “Cena del príncipe”.
El 30, todos los participantes compartirán “La cena del Banquete Real” con los embajadores y el encuentro contará con la presencia de la Reina de Suecia. El 31, antes de la vuelta, los profesores serán parte de diferentes disertaciones mientras que los alumnos irán a conocer empresas del agua y trabarán contacto con ingenieros expertos en el tema.
Con el apoyo del equipo directivo de la escuela, de inspectores, del Municipio de Lincoln, de la Secretaría de Cultura y Educación, de Jefatura Distrital, vecinos, docentes, familiares y amigos, los tres habitantes de un pequeño pueblo que un día -casi como una aventura- comenzaron a trabajar para cuidar al agua, serán representantes de la Argentina en Europa. Allí buscarán no sólo volver enriquecidos por la experiencia personal, sino con nuevas herramientas para alcanzar la meta final: ayudar a crecer a Las Toscas.