Pablo Moyano declaró este jueves durante más de 6 horas ante el fiscal Sebastián Scalera en la causa en la que se lo acusa de ser el jefe de una asociación ilícita que defraudó en cifras millonarias al club Independiente, donde ocupa el cargo de vicepresidente.
El hijo de Hugo Moyano llegó a los tribunales de Lomas de Zamora a las 8.40, 10 minutos más tarde de la hora pautada en la citación. Minutos después de las 15, el sindicalista salió del lugar.
Scalera aseguró ayer “tener evidencias” de que el secretario adjunto del gremio de Camioneros “está al frente de una asociación ilícita” en el club de Avellaneda, y rechazó el pedido de recusación que la defensa del sospechado presentó en su contra.
“La hipótesis es que Pablo Moyano es el jefe de una asociación ilícita, integrada por dirigentes e integrantes de la barrabrava del club (Independiente). Lo que había era un circuito económico por fuera de la institución, y que no ingresaba al patrimonio social. Tenemos evidencias de eso”, señaló Scalera en declaraciones a la prensa.
En ese sentido, el funcionario judicial recordó que hay otros dirigentes de la entidad de Avellaneda, como Héctor Maldonado y Noray Nakis, que están procesados en la causa, y consignó que la investigación comenzó en febrero de este año.
“Tenemos un hecho que prueba esta operatoria es que en el partido de la última final de la Copa Sudamericana ante Flamengo, hubo en el estadio de Independiente 18 mil espectadores de más. Hubo ventas de entradas y bonos por fuera de los canales habituales”, remarcó el fiscal.
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