Hoy darán a conocer el veredicto por el crimen de la joven Ludmila Bazán
La fiscalía a cargo del Dr. Sergio Terrón solicitó prisión perpetua para Gustavo Núñez Ibarra y seis años para los otros tres imputados.
A las 12 de hoy, en el edificio de Tribunales del Departamento Junín, se dará a conocer el veredicto, y eventual sentencia, en el hecho caratulado "Homicidio agravado con alevosía y femicidio" del que fuera víctima la joven juninense Ludmila Bazán (23 años), quien fue hallada sin vida el 21 de diciembre de 2015.
El principal acusado es el albañil paraguayo Gustavo Silvestre Núñez Ibarra, quien se encuentra con prisión preventiva e imputado por el caso, aunque en todo momento se declaró inocente, ante los magistrados del Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Junín.
Por otra parte, otros tres compañeros de Núñez en obras de construcción, están acusados por “encubrimiento agravado” y son Alberto Quiñones Chiñolis, Patrocinio Pérez Sanabria y Luciano González Leith, quienes no prestaron declaraciones en ninguna de las dos audiencias del juicio y hasta el momento gozan de libertad.
Las penas citadas fueron solicitadas por el fiscal del caso, Dr. Sergio Terrón, al exponer su alegato, mientras que la defensa de los imputados pidió la absolución por presunción de pruebas.
Recordemos que el cadáver de Bazán había sido hallado a media tarde del 21/12/2015 por un indigente, quien fue a buscar residuos a un basural ubicado detrás del complejo de la Sociedad Italiana, sobre un camino vecinal, a pocos metros del Parque Industrial, cerca de las vías del ferrocarril en desuso, que conectaban a Agustín Roca años atrás.
Aparentemente, Bazán tenía una cita con un hombre y no regresó más a su hogar, ubicado a pocos metros de la Ruta Nacional 188, bajando unos 150 metros por calle de tierra.
El primero en leer los alegatos fue el fiscal, Sergio Terrón quien pidió la reclusión perpetua para Núñez Ibarra (condena que va entre 35 y 50 años de prisión), mientras que para el resto de los albañiles paraguayos, un pena de 6 años de cárcel y además pidió abrir una IPP contra Salomón, hombre que era el jefe de las obras, por “encubrimiento”.
Agregó que “Luego de un intenso trabajo mantengo los lineamientos. El imputado Núñez Ibarra siempre supo de qué se lo acusaba y González Leith fue quien lo aconsejó. En los allanamientos en calle Caseros 339 se encontraron tres celulares, pero ninguno era el que finalizaba en ’913’ que fue encontrado luego en otra habitación. Desde ese número telefónico salieron los 6 llamados hacia Ludmila por parte de Núñez y González, de los cuales dos fueron atendidos”, argumentó Terrón.
“En la vivienda de calle Padre Respuela 370 no se encontró el celular de Pérez Sanabria, quien aseguró haberlo tirado al Río. Ese aparato fue encontrado el 24 de diciembre sobre Ruta 7 a la altura de Cucha Cucha donde fue descartado”, aseguró.
“Por su parte, esa noche, Quiñones fue con Ludmila (la joven en su moto y el hombre en un vehículo) desde la casa de Padre Respuela hasta la ubicada en Caseros donde esperaban Núñez y González, quienes ante la disputa por quién pasaba primero con la chica, hubo una discusión, y Ludmila cayó desmayada. En ese momento, al no reaccionar la joven, Núñez la agredió con cortes punzantes”.
“En su declaración Quiñones dijo que la llevaron, en una bolsa a bordo de un automóvil, al basural donde bajaron González y Núñez quien además de golpes y agresiones, la penetró. Luego de abandonar el cuerpo, Núñez volvió a la vivienda de calle Caseros a buscar la moto para descartarla en cercanías de avenida Circunvalación. Un llamado anónimo al 911 alertó sobre la presencia de este rodado en estado de abandono”, aseguró.
Además, en su primera declaración, Quiñones dijo que Pérez Sanabria no tiene nada que ver, ya que él se fue solo con Ludmila desde Respuela hasta Caseros.
Para cerrar con su idea, el fiscal aseguró que “González Leith fue quien proporcionó una coartada y escondió el celular en calle Caseros que luego fue encontrado. Pérez Sanabria descartó el otro celular en Cucha Cucha, ya que él también se había comunicado con Ludmila. Quiñones en calle Caseros, sin aportar en el homicidio, ayudó a Núñez a llevar a la víctima al basural”.
La defensa de Núñez, el Dr. Silvio Acervo aseguró que “Quiñones es más sospechoso que mi defendido, ya que en una primera declaración dijo no conocer a Ludmila y después dijo haberla trasladado en el auto”.
Además indicó que “en la vivienda de Caseros no se encontraron rastros de sangre de las puñaladas de Núñez, al igual que en su vestimenta”. Y continuó: “Salomón también estuvo en Respuela y estuvo con la chica. No se puede sostener una acusación con esta liviandad de pruebas, ya que además hay dos perfiles genéticos en la víctima que no coinciden con Núñez”.
“Mi defendido es ajeno a este hecho, pido la libre absolución porque no hay pruebas suficientes, con el beneficio de la presunción de prueba”, concluyó.
Por último, la defensa de Alberto Quiñones Chiñolis, Patrocinio Pérez Sanabria y Luciano González Leith, los Dres. Federico Mastropierro y Ricardo Torrens aseguraron que “con qué se iba a sostener esta causa si no hubiera declarado Quiñones y González y están admitiendo que estuvieron en la escena del crimen. Pedimos la absolución”.
“El delito de ‘encubrimiento’ es cuando se busca impedir o tapar el hecho, y la realidad es que no se quiso encubrir para evitar la causa, ya que se hubieran hecho otra cosa. Es cierto que Pérez Sanabria descartó el celular en Cucha Cucha, pero fue por miedo, ya que no estuvo ni en Respuela ni en Caseros”, subrayó.
“Además no hay hechos probados contra Quiñones y González, ya que no los hay. No se puede buscar una coautoría por presuntos indicados por los peritos. El delito de encubrimiento no existe”, concluyó.
Hoy al mediodía, en suma, en la sede del Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Junín leerá el veredicto y eventual sentencia para con los imputados.