Presidente de Corea del Sur declara la ley marcial tras acusar a la oposición de simpatizar con Corea del Norte
Salvaguardar "una Corea del Sur liberal de las amenazas de las fuerzas comunistas norcoreanas”, fue el argumento para la drástica medida. Los militares llegaron a tomar por asalto el parlamento. Un episodio así no se registraba desde 1980.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, declaró esta martes la ley marcial en un discurso televisivo no anunciado a última hora de la noche, acusando al principal partido de la oposición del país de simpatizar con Corea del Norte y de actividades contrarias al Estado.
Yoon no dijo qué medidas se tomarían. Citó una moción del opositor Partido Democrático, mayoritario en el Parlamento, para destituir a los principales fiscales y rechazar una propuesta presupuestaria del Gobierno como una de las razones.
La decisión fue acompañada por un intento de militarizar el parlamento del país, que de hecho fue tomado por asalto por algunos militares. Pero poco después de la 1 a.m., hora local, en Seúl, después de que los legisladores votaran unánimemente para bloquear el decreto de ley marcial del presidente, las decenas de tropas que habían ingresado al edificio principal del parlamento comenzaron a retirarse, según el periódico coreano Chosun Ilbo.
Para justificar esta acción de intervención militar -que no se daba desde 1980- el presidente calificó las acciones de la oposición de “claro comportamiento antiestatal dirigido a incitar a la rebelión”. Afirmó además que estos actos han “paralizado los asuntos de Estado y convertido la Asamblea Nacional en una guarida de delincuentes”.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, declaró esta martes la ley marcial en un discurso televisivo no anunciado a última hora de la noche, acusando al principal partido de la oposición del país de simpatizar con Corea del Norte y de actividades contrarias al Estado. Yoon no dijo qué medidas se tomarían. Citó una moción del opositor Partido Democrático, mayoritario en el Parlamento, para destituir a los principales fiscales y rechazar una propuesta presupuestaria del Gobierno como una de las razones. La decisión fue acompañada por un intento de militarizar el parlamento del país, que de hecho fue tomado por asalto por algunos militares. Pero poco después de la 1 a.m., hora local, en Seúl, después de que los legisladores votaran unánimemente para bloquear el decreto de ley marcial del presidente, las decenas de tropas que habían ingresado al edificio principal del parlamento comenzaron a retirarse, según el periódico coreano Chosun Ilbo. Para justificar esta acción de intervención militar -que no se daba desde 1980- el presidente calificó las acciones de la oposición de “claro comportamiento antiestatal dirigido a incitar a la rebelión”. Afirmó además que estos actos han “paralizado los asuntos de Estado y convertido la Asamblea Nacional en una guarida de delincuentes”. Describió la ley marcial como una medida necesaria para erradicar a estas “desvergonzadas fuerzas antiestatales pro-Corea del Norte”. Justificó la decisión como esencial para proteger las libertades y la seguridad del pueblo, garantizar la sostenibilidad del país y legar una nación estable a las generaciones futuras. “Para salvaguardar una Corea del Sur liberal de las amenazas de las fuerzas comunistas norcoreanas y eliminar los elementos antiestatales… por la presente declaro la ley marcial de emergencia”, dijo Yoon. Yoon acusó a la oposición de convertir la nación en un “paraíso de la droga” y de crear un estado de desorden perjudicial para la seguridad pública y la subsistencia. También dijo que el Partido Demócrata intentaba derrocar el sistema democrático liberal, declarando: “La Asamblea Nacional se ha convertido en un monstruo que socava la democracia liberal, y la nación se encuentra en un estado precario, tambaleándose al borde del colapso”. Aseguró a la opinión pública: “Eliminaremos a las fuerzas antiestatales y restableceremos la normalidad en el país lo antes posible”. Aunque reconoció que la ley marcial podría causar algunos inconvenientes, prometió esfuerzos para minimizar su impacto en el público. El trasfondo de esta crisis en el Sur es el feroz enfrentamiento con la parte Norte de un país dividido hace décadas. La división entre Corea del Norte y Corea del Sur comenzó al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Tras la rendición de Japón, la península coreana fue dividida en dos zonas de ocupación: el norte bajo control soviético y el sur bajo control estadounidense. Esta división se consolidó en 1948 con la creación de dos gobiernos separados: la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) y la República de Corea (Corea del Sur). La tensión entre ambos países culminó en la Guerra de Corea (1950-1953), que dejó millones de muertos y heridos. Desde entonces, la península ha permanecido dividida, con episodios de confrontación y crisis a lo largo de los años. Pero mientras el sur consolidó un poderío económico que convirtió a ese país en la decimotercera economía del mundo, el norte se fortaleción con una autocracia implacable sustentada en armamento nuclear.
Describió la ley marcial como una medida necesaria para erradicar a estas “desvergonzadas fuerzas antiestatales pro-Corea del Norte”. Justificó la decisión como esencial para proteger las libertades y la seguridad del pueblo, garantizar la sostenibilidad del país y legar una nación estable a las generaciones futuras.
“Para salvaguardar una Corea del Sur liberal de las amenazas de las fuerzas comunistas norcoreanas y eliminar los elementos antiestatales… por la presente declaro la ley marcial de emergencia”, dijo Yoon.
Yoon acusó a la oposición de convertir la nación en un “paraíso de la droga” y de crear un estado de desorden perjudicial para la seguridad pública y la subsistencia. También dijo que el Partido Demócrata intentaba derrocar el sistema democrático liberal, declarando: “La Asamblea Nacional se ha convertido en un monstruo que socava la democracia liberal, y la nación se encuentra en un estado precario, tambaleándose al borde del colapso”.
Aseguró a la opinión pública: “Eliminaremos a las fuerzas antiestatales y restableceremos la normalidad en el país lo antes posible”. Aunque reconoció que la ley marcial podría causar algunos inconvenientes, prometió esfuerzos para minimizar su impacto en el público.
Una profunda división
El trasfondo de esta crisis en el Sur es el feroz enfrentamiento con la parte Norte de un país dividido hace décadas.
La división entre Corea del Norte y Corea del Sur comenzó al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Tras la rendición de Japón, la península coreana fue dividida en dos zonas de ocupación: el norte bajo control soviético y el sur bajo control estadounidense.
Esta división se consolidó en 1948 con la creación de dos gobiernos separados: la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) y la República de Corea (Corea del Sur).
La tensión entre ambos países culminó en la Guerra de Corea (1950-1953), que dejó millones de muertos y heridos. Desde entonces, la península ha permanecido dividida, con episodios de confrontación y crisis a lo largo de los años. Pero mientras el sur consolidó un poderío económico que convirtió a ese país en la decimotercera economía del mundo, el norte se fortaleción con una autocracia implacable sustentada en armamento nuclear.