LOS LADRONES PORTABAN ARMAS LARGAS Y ACTUARON ENCAPUCHADOS

Importante cantidad de agroquímicos fueron sustraídos de una estancia

«Piratas del asfalto» se apoderaron en la ruta nacional 7, cerca de Junín, de un semirremolque que iba a Chile.

Una banda de ladrones robó más de cien bidones de costosos agroquímicos del establecimiento rural «La Mañanita», ubicado a pocos kilómetros de la planta urbana de Germania, Partido de General Pinto.
Los bidones contenían «Glisotafo Atanor», agroquímicos de alto costo y los malvivientes que llegaron a robar a «La Mañanita» se movilizaban en dos camionetas y actuaron encapuchados y portando armas largas.
Por otra parte, de un establecimiento rural del partido de General Alvear hurtaron unos 65 bidones de herbicida, valuados en unos 70 mil pesos, índice elocuente que esta modalidad delictiva sigue vigente y da buenos dividendos a los malhechores.

«Piratas del asfalto» se apoderaron de un semirremolque cargado

Un camión con semirremolque que viajaba hacia la República de Chile fue robado por «piratas del asfalto» a la altura del kilómetro 342 de la Ruta Nacional Nº 7, en el vecino Partido de Leandro N. Alem.
Según fuentes policiales, el hecho ocurrió cuando el camión circulaba por la citada carretera, cargado con pigmento para polietileno.
Los malvivientes dejaron abandonado el camión en una estación de servicio de servicio, ubicada a la vera del kilómetro 342 de la Ruta 7 y se llevaron el acoplado con la valiosa carga y al chofer, a quien posteriormente liberaron en la Provincia de Mendoza.

Familia resistió un asalto y los ladrones huyeron

Una familia de Chacabuco se resistió a un asalto durante la madrugada de anteayer y obligó a los ladrones a huir, después de trabarse en lucha con los delincuentes.
El ilícito frustrado ocurrió en el domicilio de la familia Marquessi, en la Avenida Solís, a las 4.30 horas del lunes 28.
Dos delincuentes encapuchados, con linternas y armados con una pistola calibre 22 subieron a la planta alta del inmueble. Despertaron a Esteban Marquessi (34 años) y lo obligaron a descender a planta baja.
La madre del joven, Noemí Bracamonte, comenzó a forcejear con uno de los ladrones y después se metió en la lucha el padre, llamado Obdulio, mientras que la hija fue hasta la calle a pedir auxilio.
Cuando les sacaron el arma, los ladrones se dieron a la fuga y aún no han sido identificados.

Delinquen en un almacén

Desconocidos ingresaron a un almacén ubicado en calle Ituzaingó, casi esquina Alem, de Chacabuco, local propiedad de Javier Farías, cuya vivienda se halla en la parte trasera del comercio.
Los maleantes ingresaron a la propiedad tras romper una ventana. Luego entraron al almacén, donde, además de provocar un gran desorden, se alzaron con la totalidad de las tarjetas telefónicas. Llamó la atención que no tomaran mercaderías que se hallaba en el lugar.
Mientras se alzaban con los atados de cigarrillos existentes en la cigarrería, dejaron sin tocar las cajas aún no abiertas que se hallaban a un costado.
Otro dato que llamó la atención fue que sustrajeron un frasco de desodorante que había en el baño, pero no tocaron los que se encontraban en las estanterías de artículos de perfumería.
Otra curiosidad es que, en vez de quedárselos, prendieron fuego a algunos dólares e hicieron lo propio con estampitas que Javier Farías guardaba como recuerdo de su madre.
Tampoco se llevaron mercadería del almacén y dejaron abandonada una bolsa en la cual habían colocado algunos salames y salamines.
Cuando los habitantes de la casa -Farías y su sobrino- llegaron al lugar, además de ver el gran desorden causado, se encontraron con que el equipo de audio se hallaba encendido.
Aparentemente, para moverse en el local comercial, los malhechores habrían utilizado la luz de la heladera mostrador y más llamativa aún fue la desaparición de la perra Doberman de la casa, tras haber ocurrido este hecho.
También a una quinta ubicada en inmediaciones de la Escuela 18, ingresaron dos personas a cara descubierta. La propiedad es de Raúl Artieda (55 años), quien estaba en esos momentos con Raúl Veleche, su vecino.
Los delincuentes redujeron a los moradores de la vivienda, con golpes, sustrayéndoles $ 600 a Raúl Artieda y $ 200 a Veleche y posteriormente, las víctimas recibieron atención médica, por las lesiones sufridas.