La campaña electoral parió la normalidad
El Gobierno dio una vuelta de hoja al proselitismo sanitario y se concentra en mostrar que trabaja para una recuperación del bolsillo a comienzos de 2022. Las polémicas por las visitas a Olivos y los cruces con la oposición, que buscan dejar atrás sus propias internas.
El relato del paternalismo sanitario no alcanzaba para remontar la cuesta de la carrera electoral, si se mira el “manual” de buenas prácticas para los candidatos de “Todos” presentado hace una semana. Por ello no extrañó que, a casi un mes de las elecciones, el oficialismo desempolvara la post pandemia y avanzara en una serie de flexibilizaciones y de “recuperación de actividades” para intentar dejar atrás las postales más duras de la crisis y aventurar una pronta recuperación de la economía.
En un abrir y cerrar de ojos, desapareció el pánico oficial por la variante Delta del coronavirus, que en Estados Unidos despertó una gran preocupación. Tras abrir el cupo para el reingreso de los varados del exterior, la titular de Migraciones, Florencia Carignano, fue más allá y sostuvo que “se podrá habilitar vuelos especiales para acelerar el regreso de argentinos en el exterior”. Algo impensado semanas atrás.
Aceleración del proceso
Más allá que la situación epidemiológica resulta más amigable, es indudable que la cuestión electoral aceleró el proceso. Si bien la vacunación avanza, solo un 17 por ciento de la población argentina cuenta con las dos dosis del suero contra el Covid. Por ello, la nueva reglamentación obliga a volver a la “presencialidad cuidada” a los estatales nacionales que tengan una sola aplicación. Incluso en Jefatura de Gabinete avanzan en una logística para disponer de postas de vacunación para poder inmunizar a los trabajadores.
Un intendente del Conurbano, viejo conocedor del sentir de la sociedad en ese conglomerado, dice que “más allá de la rosca de las candidaturas, sino mejora la economía en 2023 no ganará un peronista. Esa es la discusión” y no oculta que hoy las principales preocupaciones de los bonaerenses son “la inflación y la inseguridad”.
En su mensaje del viernes, el presidente Alberto Fernández también buscó insuflar expectativas con el regreso a los eventos masivos y recitales al aire libre que, cuando la situación sanitaria lo permita, serán autorizados. Un día antes una alta fuente gubernamental consultada también se mostró optimista que antes de fin de año habrá público en las canchas de fútbol.
Los nuevos ministros
Fernández postergó para este martes la presentación de los nuevos ministros de Desarrollo Social y Defensa. El reemplazante de Daniel Arroyo ya está definido, será el intendente Juan Zabaleta (Hurlingham), que ayer fue el destinatario del gesto de poder de los movimientos sociales que marcharon por San Cayetano y coparon la avenida 9 de julio -una postal recurrente fue ver a las masas mirando hacia la fachada del histórico edificio que ilumina el rostro de Evita todas las noches- y más tarde, la plaza de Mayo.
Hay quienes miran de reojo la llegada de Zabaleta. “Es un cambio de figuritas, otro que va a tener que levantar el teléfono para decidir”, explicó otra fuente consultada acerca de los límites que depara hoy Desarrollo Social, un ministerio “loteado” donde influyen no sólo las organizaciones sino también La Cámpora y los intendentes. La tensión no es solo por la millonaria caja sino por el manejo de más de un millón de planes del Potenciar Trabajo, un registro que sigue abierto y ha sido uno de las medidas para contener los problemas de empleo devenidos de la crisis.
El elegido para cubrir el otro puesto vacante en el gabinete aún es una incógnita. Solo lo conoce el propio Presidente. Uno de los candidatos mejor posicionados es Germán Montenegro, actual secretario de seguridad en Santa Fe pero que ya conoce los pasillos del Edificio Libertador. “Y tiene estrechos vínculos con la Fuerza Aérea”, agregó una fuente con conocimientos en asuntos castrenses.
Suspicacias
Justamente la quinta presidencial viene siendo objeto de suspicacias luego que se conociera el listado de ingresos y egresos durante los meses en los que rigió la cuarentena dura. En la oposición cuestionaron esa mirada selectiva y hasta hicieron autocrítica con los hirientes posteos del diputado Fernando Iglesias (Pro) respecto a la visita de la comediante Peña, con la que se intentó desviar el foco de atención hacia los temas de género.
El principal motivo de crítica al oficialismo, aducen, fueron “las libertades selectivas” que se autorizaron en la etapa de la cuarteta estricta. Una época en la que hubo detenidos por salir a comprar pan o asesinados por saltear un retén policial como Luis Espinoza, en Tucumán. Y también situaciones de crueldad innecesaria, como la que vivió el papá de Solange Musse, la chica que murió por un cáncer en Córdoba, que no pudo atravesar las aduanas provinciales para darle un último adiós a su hija.
Lo cierto es que los candidatos de “Juntos” que se enfrentarán en una interna en la Provincia, Diego Santilli y Facundo Manes, continúan con sus recorridas por los distritos. Elisa Carrió decidió bajar un cambio y archivó la denuncia contra el neurocientífico luego de un cónclave de la mesa nacional de Juntos por el Cambio en el que se concluyó que el “adversario es el otro”. Hoy las encuestas reflejarían una tenue supremacía del ex vicejefe de Gobierno porteño pero tanto en el oficialismo como en el armado opositor aseguran que Manes “tiene mucho por crecer” y que en caso que lograra una hipotética victoria el 12 de septiembre, podría poner en jaque el favoritismo de los candidatos de “Todos” en las generales de noviembre.