El Gobierno con agenda en clave electoral
Soplan nuevos aires en Casa Rosada con medidas como el acuerdo con los laboratorios estadounidenses, el manejo estatal de una concesión que se pensaba re-licitar en el corto plazo, o el aliento a la puja distributiva.
Ya sin “lobistas de Pfizer” en el horizonte, con la publicación de un DNU que jubila la chicana que el oficialismo le asestaba a una oposición que hacía meses reclamaba el ingreso de las vacunas de los laboratorios norteamericanos, el Gobierno parece tomar medidas y calibrar su discurso en sintonía con el acercamiento del inicio formal de la campaña electoral.
Es la lectura que deviene también del cambio de paradigma en torno al funcionamiento de la Hidrovía, que ahora será administrada por un organismo estatal al menos por un año, el aliento a paritarias sin techo que se alejan del ajuste fiscal de los primeros meses del año o de una mejora en estudio para un sector golpeado por la caída de la actividad que agudizó la pandemia.
Golpe de timón
El golpe de timón del Ejecutivo al habilitar el viernes la llegada al país de vacunas de Pfizer, Moderna y Janssen, de alguna forma, dio alguna pista más sobre la sorpresiva cancelación del viaje a Francia del presidente Alberto Fernández del lunes pasado.
La secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, iba a formar parte de la comitiva que se bajó del avión de Aerolíneas a último momento. Si bien la funcionaria venía trabajando el tema desde hace semanas junto a la ministra Carla Vizzotti (Salud) y la asesora presidencial Cecilia Nicolini, hubo una “decisión política” que terminó de acercar posiciones con los laboratorios en momentos en que Juntos por el Cambio intentaba hacer avanzar un proyecto correctivo de la ley de vacunas y colectivos como la “Red Vacuname” -donde padres de chicos con comorbilidades reclaman que sean inmunizados con Pfizer, la única de uso pediátrico- ganaban espacio en redes sociales y medios de comunicación con una demanda que venían blandiendo desde principios de 2021.
Tanto Ibarra como Vizzotti intentaron mostrar en la conferencia de prensa que el decreto fue el fruto de un proceso de negociaciones con los ejecutivos en el que se resguardaron los intereses “soberanos” del país. Pero más allá del trabajo emprendido, hubo una motivación política que aceleró un entendimiento que da vía libre a la llegada de vacunas hasta ahora vedadas pese a los ofrecimientos del Fondo Covax, de Naciones Unidas, y de la administración de Joe Biden.
En la oposición recuerdan que el Parlamento estuvo activo incluso en tiempos de cuarentena dura. Y si bien hay dirigentes opositores que han encontrado en el manejo de la pandemia un “caballito de batalla” en su puja con el oficialismo, no es menos cierto que hay un uso propagandístico de la llegada de los aviones con vacunas -hasta Fernández ha ido a Ezeiza a recibir algunos cargamentos- y del propio proceso de inmunización.
En todo caso, la cercanía del tiempo electoral va tiñendo el discurso del oficialismo y de la oposición. El Frente de Todos va mostrando rasgos de frente electoral y la búsqueda de unidad apacigua los conflictos internos. El cambio de paradigma sobre la Hidrovía, la autopista fluvial que desde mediados de septiembre pasará a controlar la Administración de Puertos (AGP) al menos por un año y con la que podrá recaudar unos 200 millones de dólares, terminó favoreciendo a los actores del FdT que ven en la “épica estatista”, como el kirchnerismo duro, la razón de ser de una administración que vino a “reparar” la crisis que le atribuyen a las políticas que ejecutó el macrismo.
La reaparición de la Vice
La reaparición de Cristina Kirchner en un acto en Lomas de Zamora junto con Martín Insaurralde, en ocasión de la entrega de las computadoras del programa Conectar Igualdad, fue con un mensaje claro hacia dentro de la coalición: “Tengamos en claro que la política es representar intereses. Pueden ser los de las grandes mayorías nacionales, los del desarrollo nacional, la tecnología o la industria nacional”.
Ahora en el seno del oficialismo se discute si dar o no una ayuda extraordinaria para sectores relegados por la crisis socio-económica que agudizó la pandemia. No sería un IFE para 9 millones de argentinos, pero sí un ingreso “más focalizado”. Algunos dirigentes conjeturan que podría anunciarse en agosto, más cerca de los comicios, y que hay margen fiscal “por las mayores liquidaciones de dólares del campo y por la inercia inflacionaria”, reconoció un funcionario consultado.
El ministro Martín Guzmán también ha amoldado su discurso a la coyuntura. En los próximos días viajará a Venecia donde se desarrolla el G20 y entre el viernes y sábado próximo participará de una ronda de ministros de Economías y banqueros centrales, que contará con la presencia de la titular del FMI, Cristalina Georgieva. Las negociaciones con el organismo crediticio se cocinan a fuego lento y no habría anuncio hasta después de las elecciones.
Es en ese tiempo cuando, se especula, podría haber una reorganización del Gabinete. Por eso las discusiones de candidaturas también se vinculan con la posibilidad de que cambie el equipo de colaboradores del Presidente. “Los cambios van a depender del resultado de las elecciones”, aventuró una fuente oficial consultada acerca de la magnitud del eventual reordenamiento.
“Reformar la política social”
El martes pasado Alberto Fernández recibió a dirigentes de Unidad Popular, como el director del Banco Nación, Claudio Lozano, que desde el año pasado vienen pidiendo el pago de una renta universal que asista a los “caídos” del sistema. “Es difícil de instrumentar, pero tenemos que ponernos a pensar en reformar la política social con criterios universales. Lo que sí reafirmó Alberto es empujar los salarios por encima de la inflación y en ese sentido respaldó la revisión paritaria de estatales donde pediremos llegar al 45 por ciento de aumento”, dijo a este diario Hugo “Cachorro” Godoy, de ATE y vicepresidente de Unidad Popular. La necesidad de hacer frente a la escalada inflacionaria también apuró una reformulación del salario mínimo, como se conoció en las últimas horas, que en mayo había cerrado en un alza del 35 por ciento dividida en ocho cuotas.
“Lo que vamos a defender estas elecciones es la marca del Frente de Todos”, se sinceró uno de los funcionarios consultados. Hay conciencia que la “unidad hasta que duela” daría chances de obtener una victoria “nacionalizada” en la Provincia. Allí donde no se descarta que surjan “rebeldías” de parte de algún cacique de los municipios de la primera sección electoral donde la influencia de la Vicepresidenta no conmueve tanto como en la populosa tercera sección, aquella que visitó en el acto del último miércoles.