La pelea entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta divide a la oposición.
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

La “precampaña” endurece el discurso oficial

En un adelanto de la etapa proselitista, se acrecienta la disputa con la oposición en el debate público.

Con un ojo puesto en ralentizar el ingreso al país de la variante Delta del Covid, el Gobierno ya comenzó a organizar la campaña electoral rumbo a las primarias del 12 de septiembre, que tiñe el discurso de los voceros oficiales -con una obligada referencia a la figura de Mauricio Macri y a los daños estructurales que le atribuyen a su administración- y la propia agenda del Presidente. 
En paralelo, crece la chance de que algunos ministros y funcionarios puedan ser candidatos a poco menos de un mes de un cierre de listas que por ahora genera fricciones silenciadas en el oficialismo y más sonoras en la oposición, con la pelea desatada entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta por la definición de los postulantes a encabezar la boleta bonaerense.

Vacunación
El avance del plan de vacunación y la caída en la cantidad de contagios propiciaron una mayor apertura de actividades y una paulatina normalización de la educación. Pero el Gobierno decidió con la prórroga del decreto que regula las actuales restricciones, limitar el ingreso de argentinos desde el exterior achicando el cupo a 600 personas diarias y exigiendo un aislamiento de 10 días a quienes reingresen al país que deberá ser controlado por cada una de las provincias donde tengan domicilio. El objetivo es evitar que la cepa que hoy causa rebrotes en Gran Bretaña e Israel, por ejemplo, comience a circular prontamente en la Argentina.
La pandemia también atravesará la etapa proselitista. El presidente Fernández hoy ofrecerá un homenaje a los casi 92 mil fallecidos a causa de la enfermedad, en una ceremonia a la que también están invitados los gobernadores opositores. Uno de los ejes de la campaña de los “halcones” de Juntos por el Cambio es que el atraso en el plan de inmunización aceleró la cantidad de contagios y, por ende, de fallecidos en la segunda ola. Para algunos analistas este foco podría beneficiar ulteriormente al oficialismo que al momento de la votación habría avanzado notablemente en la inmunización de la población e incluso podría comenzar a distribuir la producción local de la Sputnik V.

Situación económica
La situación económica, no obstante, es uno de los ejes temáticos que más preocupa al Ejecutivo y, más allá de la ayuda social en marcha, se busca dar debate en la agenda pública. Por eso la última semana el ministro Martín Guzmán levantó el perfil para explicar que el Gobierno “tiene un Plan Económico” tras las críticas deslizadas por funcionarios norteamericanos. En tono de campaña, se mostró conciliador con los que lo enfrentaron hace casi dos meses con La Cámpora y argumentó que las ideas en pugna en la coalición oficialista están en “proceso de construcción de síntesis”, aunque reconoció que “hay discusiones de mucho valor, apasionadas también”. Dentro del Frente de Todos hay conciencia que la unidad es el único camino para ganar las elecciones de medio término y que quedarán para después debates como la segmentación de las tarifas de los servicios públicos o la renegociación con el FMI por la deuda de 44 mil millones de dólares. Tal vez por ello no generó mayor repercusión en Casa Rosada la baja que la consultora MSCI asestó a la Argentina llevándola a la categoría “Standalone”, que puso de manifiesto la imposibilidad del país para tomar créditos internacionales y de recibir inversión extranjera directa.
La mirada productivista será clave en el discurso proselitista que se viene. Para el ministro Matías Kulfas los números que publicó el Indec el último jueves constatan una recuperación de la actividad, al argumentar que la tasa de inversión se ubica en el 20% del PBI con lo que se recuperó del piso alcanzado en los meses de la cuarentena dura y “alcanzando -junto con el cuarto trimestre de 2020 (20,1 por ciento)- niveles máximos desde el tercer trimestre de 2018”. Al igual que la leve baja en la desocupación, pasó de 10,04 a 10,02%, la economía está volviendo a niveles pre pandemia pero, según la mirada oficial, con una mayor injerencia de la producción industrial que la que se registraba durante el macrismo.

La defensa de las políticas
Para articular este discurso, hoy los estrategas electorales del Frente de Todos piensan en ministros y funcionarios candidatos, que sean defensores de las políticas oficiales, pero también puedan formar un bloque sólido que rodee a Alberto Fernández en la segunda parte de su mandato. Claro, que en las definiciones de los nombres pesará más Cristina Kirchner en territorio bonaerense y en la capital, que el actual primer mandatario. Para este último distrito ya encomendó a su jefe de asesores y hombre fuerte del PJ porteño, Juan Manuel Olmos, a afinar la “lapicera” con Víctor Santa María y el senador camporista Mariano Recalde. En un territorio “hostil”, el oficialismo espera sumar 3 bancas, pero allí buscarían renovar sus sillas Carlos Heller y Gabriela Cerutti. 
Entre los ministros que suenan como posibles postulantes, está Daniel Arroyo, cuyo alejamiento de Desarrollo Social podría romper “el equilibrio” con el que conviven dirigentes sociales y del kirchnerismo en esa cartera. El funcionario viene de recibir el respaldo de la ONU a la Tarjeta Alimentar al declararla como una “buena práctica” para avanzar en el objetivo de reducir la pobreza. La inversión oficial en esa herramienta había sido cuestionada por algunos referentes sociales aliados, que pretendían que se volcará al “trabajo genuino” de las cooperativas que manejan, pero también de opositores que advertían que posibilitaba a familias sumar ingresos por más de 60 mil pesos al acumular distintos planes y bonos de emergencia, en los hechos, superiores a un sueldo de un trabajador formalizado. “Solo en el 20% de las familias conviven beneficios como la Alimentar y el Potenciar Trabajo”, aclararon en ese Ministerio.

Agrupaciones sociales
Ahora las agrupaciones sociales presionan para ocupar lugar en las listas. El Movimiento Evita, que hoy tiene varios funcionarios, quiere tallar en las nóminas bonaerenses y de provincias como Santa Fe y Río Negro. También los sindicalistas buscarán un lugar en la lista bonaerense: vencen los mandatos de Hugo Yasky (CTA) y Vanesa Siley (Judiciales), ambos alineados al kirchnerismo. Funcionarios surgidos de La Cámpora, como Fernanda Raverta de la Anses, vienen de dar aumentos salariales que tumbaron definitivamente la pauta oficial: el último acuerdo conocido fue el que Aerolíneas Argentinas, donde talla Recalde, otorgó a Aeronavegantes por un 36,5% por 9 meses que, sumando bonos, viáticos y el ajuste previo del 25% a cuenta del año pasado, alcanzaría a una mejora real del 70%.
Mientras, los ruidos devenidos del cierre de listas han provocado un mayor desgaste en la oposición. Aún no hay acuerdo entre Macri y Rodríguez Larreta sobre qué candidatos podría ofrecer el PRO en Provincia lo que, en los hechos, aumenta las chances de una interna entre Diego Santilli y Jorge Macri, el intendente que, apadrinado por su primo, resiste que el “laboratorio porteño” diseñe la estrategia electoral provincial. La posibilidad de que ambos vayan a una PASO con el candidato radical Facundo Manes abre un escenario inesperado. Detrás de estas elucubraciones, hay un “enojo” del ex presidente con quienes considera “hijos políticos” como el propio alcalde porteño y el jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti, que el lunes pasado ofició de anfitrión de una reunión del larretismo.