Nuestra realidad se ve afectada por la pandemia y es normal sentirnos preocupados y con mayor ansiedad. A nuestro cerebro le encanta lo conocido y le incomoda bastante lo nuevo y la incertidumbre, pero tiene la capacidad de adaptarse y de ser resiliente, aunque no todos reaccionemos igual ante ciertas situaciones.
Esto significa que todos tenemos la capacidad de afrontar las adversidades y podemos salir adelante de manera positiva y beneficiosa saliendo fortalecidos de esta experiencia. Tolerar la incertidumbre es asumir que no podemos controlar lo que está fuera de nuestro alcance, pero sí aquello que depende de nosotros de manera individual.
La clave de la adaptación al cambio está en generar neuroplasticidad para que nuestro cerebro pueda ampliar sus redes neuronales generando aprendizaje, ajustarnos a los desafíos que estamos viviendo y despertar nuestra inteligencia emocional.
Si pensamos todo el tiempo que nos va a ir muy mal, enfocados en lo negativo, siendo pesimistas día tras día, nuestro cerebro sólo va a entender de amenazas llevándonos al miedo, ansiedad y estrés. En cambio, si pensamos de una manera más positiva viviendo día a día, teniendo la certeza que voy a poder, que lo voy a lograr, nuestro cerebro se programa para que ello suceda.
No se trata de que tan buena o mala sea la situación que estamos viviendo sino poder usar nuestras herramientas internas y ponerlas a nuestra disposición para nuestro beneficio. Todos y cada uno de nosotros podemos cambiar nuestra interpretación y significación de lo que está pasando para poder procesar la información de una manera más adaptativa e inteligente.
Adaptar nuestro cerebro utilizando el lenguaje, la palabra tiene poder de generar realidades a través de la utilización de afirmaciones y enfocarnos en aquellos pensamientos que nos brinden lo que estamos necesitando: paz.
Leer, hacer ejercicio, meditar, tener ciertas rutinas también ayuda a nuestro cerebro manteniéndonos alejados del estrés, la incertidumbre y más adaptados y resilientes al cambio.
Cambiar nuestro “chip” sabiendo que las acciones que ayer parecían imposibles, hoy son posibles y mañana pueden resultar inevitables.
(*) Coach educativo, neurosicoeducadora, coach emocional.
Instagram: @danielatrech
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