Tormenta de ideas

La matriz productiva de nuestra ciudad estuvo conformada históricamente por empresas o cooperativas de gran tamaño que albergaban a los trabajadores dándole un cobijo social y económico. Hoy la realidad nos empuja a la decisión de emprender nuestro propio negocio como una respuesta a los cambios del entorno. Despidos, disminución de oferta laboral, crisis, incidencia de la tecnología y otras variables nos conducen a una forzosa declaración de independencia. En la columna de hoy, quiero repasar algunas herramientas para dar el primer paso. 

¿Por dónde empezar?
El temor de la hoja en blanco siempre está. Un consejo es rodearte de gente con la que quieras desarrollar la idea, una mesa, un mate…abrir el juego a la creatividad con algunas reglas de juego. La primer condición es que está prohibido evaluar o juzgar en esta instancia. Solo se trata de exponer con rapidez tomando la precaución de que uno de los integrantes de la ronda pueda tomar nota de las cosas que le parezcan interesantes. 

Tips
Sustituir o agregar algún elemento de un producto o servicio existente es una buena técnica, por ejemplo el chupetín nace de agregarle un “palito” al caramelo. Soluciones simples que crean oportunidades. Otra opción es cambiar el público objetivo, tal como hicieron las maquinitas de afeitar que al re-orientar sus colores y comunicación se posicionaron en el segmento de las chicas. La idea es romper las reglas, poner todo “patas para arriba” o exagerar…un ejemplo fue el nacimiento del pequeño “Smart” un auto ridículamente chico que se orienta a resolver la circulación en ciudades caóticas. Cambiar momentos, lugares, usos y costumbres vinculadas a la oferta siempre es una buena punta creativa. 

Estructura racional
Una idea de valor es un requisito fundamental para el éxito de un emprendimiento pero no garantiza nada. La ejecución es un paso donde todo se pone en riesgo. Por este motivo, luego de la etapa creativa, debemos hacernos las preguntas más difíciles de responder. Es importante que en la etapa previa tengamos material para considerar, descartar o modificar. 
La reinserción laboral de quienes construyeron su vida en torno a una relación de dependencia seguramente será más compleja que la de aquellos que toman la incertidumbre como una forma de vida. Las nuevas herramientas y conocimientos relacionados con el mundo emprendedor son fundamentales como matriz económica y social que debemos fomentar, sin diabolizar palabras como marketing, consumo, capital o capitalismo. Acaso todos vendemos algo para poder vivir, lo importante es hacerlo con honestidad y fortaleza. Que se venga la tormenta!