El salario mínimo, vital y móvil en picada: perdió 14 puntos contra la inflación
Durante 2020, el salario mínimo vital y móvil (Smvm) perdió “por goleada” frente a la inflación. En términos nominales, en un año pasó de $16.875 para los trabajadores mensualizados a $20.587,50, un aumento de apenas 22%, frente a una inflación promedio del 36,1%. Representa punta a punta una pérdida del 14,1%.
Con relación a la canasta de indigencia, que esta semana informará el Indec y que en la Ciudad de Buenos Aires fue del 43,9%, la pérdida superará el 15%,
Si a esta caída real del salario mínimo durante el primer año de la gestión de Alberto Fernández se le agrega el retroceso del 24,4% que tuvo durante los cuatro años de la gestión Macri, el desplome del salario mínimo vital y móvil (Smvm) acumularía en 5 años una pérdida del 32%.
Este retroceso se acentuará en los próximos meses porque está previsto que en marzo el Smvm se eleve a $21.600, un incremento de casi 5%, que se descuenta estará por debajo del incremento de los precios de estos meses. Por eso, Artemio López de la Consultora Equis estima que “cuando el salario mínimo llegue a $21.600, quedaría 20% por debajo del nivel previo a la asunción de Cambiemos”.
La Ley de Contrato de Trabajo le asigna tres características al salario mínimo, vital y móvil. Es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral. Debe asegurarle alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional. Y debe ajustarse periódicamente de acuerdo con las variaciones del costo de vida.
Es más que evidente, y desde hace mucho tiempo, que el salario mínimo no cumple esas funciones e incide sobre un amplio número de trabajadores no registrados o informales que toman por referencia ese parámetro, en convenios de trabajo con ingresos bajos y en trabajadores formales “fuera de convenio”.