Convocan a ronda de diálogo para frenar despidos y evitar el paro
Participarán gremialistas, empresarios y el Gobierno. Buscan que la CGT finalmente no convoque a una huelga general para principios de abril.
En lo que representa la primera reacción concreta luego de la marcha de la CGT y otras centrales gremiales el último martes, el Gobierno convocará en las próximas horas a distintos sectores empresarios y sindicales para arrancar una ronda de diálogo. La prioridad estará puesta en los sectores que peor la están pasando y que no muestran señales favorables de reacción. El objetivo será evitar que se profundicen los despidos, que no son generalizados según considera el Gobierno, pero que sí son palpables en determinados rubros.
Entre los sectores que serán convocados aparecen el de textiles y calzado, los cuales se muestran más afectados por la caída del consumo y un incremento de las importaciones. Además, podrían sumarse otros como empresas siderúrgicas. Se trata de sectores considerados como “sensibles” ante las dificultades de competir en un contexto macroeconómico distinto. A esta mesa de diálogo se sentarán por el Gobierno el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el de Producción, Francisco Cabrera. Pero en algún momento podrían sumarse otros, desde el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, hasta el de Hacienda, Nicolás Dujovne. Y la idea es que los sindicatos y empresarios puedan mantener un diálogo fluido en el que el Gobierno pueda actuar como interlocutor.
El trasfondo de este nuevo paso que deciden dar en la Casa Rosada, es la posibilidad de que en los próximos días la CGT convoque a un paro general para la primera semana de abril. Sería el primero que sufre Mauricio Macri desde que llegó al poder en diciembre de 2015 y sería una mala señal porque resentiría entre los inversores la imagen de gobernabilidad que hasta ahora mantienen de la Argentina.
Por eso, la idea es que el sindicalismo observe voluntad de arreglo y sobre todo que se hará todo lo posible desde las empresas y el Estado para frenar la caída del empleo. De esta forma, creen en el oficialismo, podría frenarse la convocatoria a la medida de fuerza.
Habría por ejemplo más recursos destinados a los Repro, es decir, programas para que las empresas en vez de echar personal reciban un aporte del Estado por una porción del sueldo. Y en el transcurso tratar de reubicar al personal. Y otra opción pasa por el ofrecimiento de créditos blandos, luego del anuncio de una línea de $5.000 millones a pymes a tasas del 15,5% anual. También prevén un mayor intervencionismo estatal en las negociaciones salariales del sector privado, garantizando la eventual reapertura de las paritarias en caso de que la inflación supere el porcentaje acordado entre el gremio y la cámara empresaria. Así surge de un borrador que preparan los ministerios de Trabajo y de Producción.
En línea con estas medidas, surgió la determinación de Macri de postergar los aumentos de las tarifas y moderar el plan de ajuste. Hay una intención netamente electoral, pero también económica: el Presidente quiere evitar un repunte inflacionario antes de las legislativas.