El trabajador agropecuario, un eslabón principal en la cadena productiva.
EN EL DÍA DEL AGRICULTOR

Desde Federación Agraria Argentina destacan la labor de los productores agropecuarios

Rosana Franco, dirigente de la Filial Junín de la FAA, habló de las nuevas tendencias productivas a favor del medio ambiente, los inconvenientes que sigue atravesando el campo y el alivio que significaron las últimas lluvias.

La Federación Agraria Argentina (FAA) es una entidad que nació en 1912, de carácter gremial y de servicios que por libre determinación nuclea a pequeños y medianos productores agropecuarios.

Rosana Franco es la presidente de la Filial Junín, incluida en la jurisdicción del distrito VII de la FAA que dirige Omar Barchetta, y que comprende parte del norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe.

En diálogo con Democracia, respecto a qué era lo que más preocupaba al campo por estos días, la dirigente dijo que hasta hace poco, lo más preocupante era la falta de lluvias pero que “por suerte aparecieron el fin de semana anterior, y en forma bastante abundante, de 30 a 60 milímetros en la zona norte de Buenos Aires”.

“Eso nos da un poco de tranquilidad, sobre todo para el trigo que venía muy castigado por la sequía, también por las pasturas para que comen los animales y para hacer rollos de reserva, para el próximo invierno 2025. Pueda ser que no vuelva a pasar y no tengamos 4 meses sin lluvias. Hay que sembrar soja, maíz y necesitamos que siga lloviendo”, afirmó.

Consultada qué cultivo o actividad se hacía más en nuestra zona, Franco respondió que eso dependía de cada distrito. “En Junín, mayoritariamente se hace soja, por la calidad del suelo, que es bueno, también trigo, maíz. Hay campos de menor calidad, son los que están cerca de las lagunas o más bajos donde se hace ganadería. Y hay otras zonas, por ejemplo Alcorta, que está al sur de Santa Fe, hay un poco más de ganadería que acá”, explicó. 

“En general – continuó diciendo la dirigente- estamos en una zona núcleo, donde la agricultura, la soja va ganando posición por encima de las demás alternativas productivas”.

El cepo y los costos

Respecto a los rindes, manifestó que eso siempre dependía de las lluvias, pero también del tema económico. “Ahora han liberado todo lo que tiene que ver con combustible y con distintas cosas que hizo que los costos se triplicaran, y el cepo al dólar hace que la soja esté con un valor bajo. En este sentido estamos preocupados porque no vemos claridad en cuanto a la modificación del tipo de cambio entonces estamos vendiendo a un tipo de cambio fijo y tenemos todo los demás (insumos) a precio liberados. Estamos en una ecuación numérica más negativa que positiva”, advirtió.

Consultada por los precios de la soja, la productora apuntó a que a nivel internacional estaban bastante bien pero no con las subas que en otro momento supo haber. “Están posesionados en un valor más o menos estable. El problema que tenemos nosotros es el tipo de cambio: si vendemos con un dólar a 900 pesos y compramos con uno a 1.300, tenemos una diferencia muy grande, y a eso hay que agregar los derechos a exportación que tampoco nos fueron modificados en absoluto, ni siquiera alguna pequeña rebaja y los impuestos tampoco”, lamentó.

“Por otra parte – dijo-  cuando la cuestión económica se resiente se termina reduciendo el paquete tecnológico,  la gente hecha menos fertilizante, aplica menor calidad de semillas, y en el campo se va haciendo lo que se puede de acuerdo a la ecuación numérica”.

Esto también repercutió en que hubiera menos compra de maquinarias, de tractores por ejemplo. Sobre esta situación, Rosana Franco dijo: “El productor viene de tres ciclos castigado por la sequía y el valor elevado que tienen las herramientas. En Brasil valen un 30 a 40 por ciento menos en dólares. El productor ve, observa y renueva solo lo que necesita.

Otras cuestiones 

Sobre los inconvenientes de este año, la productora se refirió también a la chicharrita en maíz, una nueva plaga que preocupa en el campo, que sale cuando hace mucho calor y ha afectado algunos cultivos de la zona el año pasado.

A nivel de los suelos y cultivos, Rosana Franco mencionó algunas de las tendencias que se están viendo. “Observamos que el productor está aplicando fertilizantes biológicos.

Para eso hay capacitaciones, charlas, porque está la idea de ir cambiando sobre todo en  materia de inoculantes y algún tipo de fitosanitario que se usa para la soja y el maíz, tender más hacia lo biológico. Son menos agresivos porque no son tan químicos”, destacó la productora.

“Lo que se le aplica a la semilla es un proceso de curado, porque suele haber bacterias en la tierra, gusanos y demás y se daña la semilla. Antes se usaba algún tipo de inoculantes más químicos, ahora son biológicos. El productor está cada vez mas aplicando productos biológicos. Es una agricultura mas sustentable con el medio ambiente, con la salud del empleado, del operador mismo y ayudamos que el medio ambiente esté menos contaminado”, sostuvo.