La primera final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River entregó tablas
Fue 2 a 2 con anotaciones de Ramón Abila y Darío Benedetto para los "Xeneizes"; mientras que Lucas Pratto y Carlos Izquierdoz, este último en contra, convirtieron para los "Millonarios". El choque de vuelta será el sábado 24, en el estadio Monumental de Núñez, desde las 17.
Boca Juniors y River Plate, los dos clubes más populares de la Argentina, entregaron ayer un encuentro emotivo que finalizó empatado 2-2 en la primera final de la Copa Libertadores.
En la Bombonera, el equipo dirigido por el mellizo Guillermo Barros Schelotto estuvo dos veces en ventaja por medio de las conquistas de Ramón Abila (Pt. 33m.) y Darío Benedetto (Pt. 45m.)
River, que no tuvo en el banco a Marcelo Gallardo (sancionado por la Conmebol, fue reemplazado por su ayudante, Matías Biscay), pudo igualar en dos ocasiones, a través de Lucas Pratto (Pt. 34m.) y Carlos Izquierdoz, en contra (St. 15m.)
La definición del certamen continental más importante y último habitante del próximo Mundial de Clubes (se jugará en Emiratos Árabes Unidos del 12 al 22 de diciembre) se resolverá el sábado 24, en el estadio Monumental de Núñez, desde las 17.
La acción
Los primeros minutos, lejos de ser de estudio, mostraron a dos equipos con intenciones de ser profundos desde el vamos.
Boca apostó a un 4-3-3, aunque buscó sorprender con pelotazos cruzados para explotar la velocidad que pueden exhibir tanto Villa como Pavón.
River, por su parte, resolvió pararse con un 3-4-1-2 (que trocaba en 5-3-2 cuando el adversario atacaba), con un movedizo Gonzalo Martínez, devenido en el eje generador de juego.
Sobre los 5m., un tiro libre del "Pity" Martínez exigió una notable respuesta del arquero Rossi, quien mandó la pelota al córner. En la jugada posterior, Lucas Martínez Quarta perdió el tanto con un cabezazo que salió junto al poste izquierdo.
El equipo visitante continuó dominando y abriendo la cancha para buscar el desnivel. Sobre los 15m., un centro de Casco y el posterior frentazo de Borré exigió otra excelente respuesta del guardavallas "xeneize".
River ejerció una superioridad táctica, expresada en los buenos controles que Palacios y Martínez le dieron a la pelota, explotando las subidas de Gonzalo Montiel y Milton Casco, por derecha e izquierda, respectivamente.
El fútbol dio otra muestra de no ser ciencia exacta cuando Boca facturó en la primera clara que tuvo. Ocurrió a los 33m., con un disparo a quemarropa de Ábila que Armani retuvo en primera instancia, pero el cordobés recogió el rebote -ante una defensa visitante estática- para hacer vibrar a la Bombonera.
Pero la ventaja casi no pudo ser disfrutada porque, de inmediato, Martínez se vistió de prestidigitador y metió un pase invisible para que Pratto quedara cara a cara con el arquero y decretase el 1-1 parcial con un derechazo cruzado.
El desarrollo no sufrió alteraciones, "Pity" Martínez volvió a exigir a Rossi, que rechazó con los pies, cuando la defensa local manifestaba desconcierto.
Pero el equipo "xeneize" volvió a aprovechar al máximo el peso de sus individualidades, con una aparición en el área del ingresado Benedetto (sustituyó al lesionado Cristian Pavón), que le ganó la posición a Borré y metió un cabezazo certero para señalar el 2-1. Impensado a la luz de lo que había expuesto uno y otro sobre el campo de juego.
El complemento
La reanudación no trajo sustanciales novedades. O mejor dicho sí, porque Boca se animó a discutirle la posesión de la pelota en el medio, algo que en los 45m. de arranque no había pasado.
Y cuando parecía que mejor se acomodaba al partido el equipo "xeneize" llegó el segundo empate: un tiro libre de Martínez fue desviado ligeramente por Izquierdoz ante la carga aérea de Pratto y el rechazo en contra de su valla ingresó junto al palo derecho de Rossi. Dos a dos.
En el segundo período el ritmo decreció, tal vez como producto del desgaste de ambos, y el equipo que hoy dirigió Biscay se fue amoldando a un resultado que deja todo abierto para la revancha en Núñez.
La última le quedó a Benedetto, tras una buena cesión de Tevez, pero apareció Armani en una notable reacción, atoró el disparo y garantizó la igualdad.
Entonces, el partido que “paraliza al mundo”, según la arriesgada visión de algunos especialistas, tendrá su capítulo definitorio en poco menos de dos semanas.