JUAN MANUEL QUEVEDO

«Eramos campeones y no lo podíamos creer»

El juninense integró el equipo de Estudiantes de Buenos Aires que ganó en forma casi increíble el último torneo «Apertura» de la «B» Metropolitana. Cuenta su presente en el club de Caseros y curiosidades de su trayectoria futbolística.

Una ciudad, Junín, quedó rápidamente al margen de ilusionarse con festejar el título del torneo «Apertura 2006» de la Primera «B» Metropolitana por la irregular campaña de Sarmiento. Pero sí lo pudo concretar un hijo de esta ciudad. Fue Juan Manuel Quevedo, que vistió la casaca de Estudiantes de Buenos Aires, que se adjudicó el título casi de manera increíble. Este equipo llegó a la última fecha en el tercer puesto, con tres puntos menos que el puntero Deportivo Morón, y estaba a dos unidades del escolta Almirante Brown, que precisamente era su adversario en la jornada de cierre. Así las chances eran mínimas. Pero el «pincha» de Caseros ganó por dos a cero su partido, perdió Morón (1-0 como local con Social Español) y festejó el título por mejor diferencia de goles.



- Juan, ¿con qué expectativas llegaban a ese último partido, pensaban que se podía dar el título a pesar que tenían las menores posibilidades?.

- Teníamos un muy buen plantel, un muy buen equipo. Cuando arrancamos el año, sabíamos que íbamos a pelear arriba. En la penúltima fecha, Morón jugaba con All Boys y nosotros con Tristán Suárez en su cancha. De ganar ese partido y empatar Morón, quedamos punteros y en la última fecha dependíamos de nosotros. Pero se dio todo al revés. Empatamos con Tristán Suárez y Morón le ganó dos a cero a All Boys y ya quedó arriba a tres puntos nuestro. O sea quedaba una fecha, ellos jugaban con Social Español y nosotros con Almirante, que tenía también posibilidades de salir campeón. La cosa era más difícil porque Morón jugaba con Español, un equipo que estaba en mitad de tabla para abajo. Aunque siempre las esperanzas estaban. Más allá de todo, el partido con Almirante lo jugamos para ganar, para nosotros y para la gente. Por suerte, en el entretiempo ya nos dijeron que Español ganaba uno a cero. Después no sé cuántos minutos faltaban en nuestra cancha, me parece que diez, y nos comunican que en la cancha de Morón había terminado. Ibamos ganando dos a cero y había perdido Morón. Ya estaba. Eramos campeones y no lo podíamos creer.



- En la semana previa, ¿cómo era el compartamiento del simpatizante de Estudiantes, tenían fe en que se podía alcanzar el título?.

- La gente tenía mucha fe. El día que concentramos, el viernes, se hizo un banderazo en ese lugar y hubo mucha gente allí. Igualmente estaba toda la gente apoyando y diciendo que estaban conformes con lo que habíamos hecho, más allá que saliéramos campeones o no. Por más que la esperanza estaba, la gente sabía que Morón jugaba con Español y que era muy difícil que perdiera. Pero, por suerte, perdió y salimos campeones.



La campaña



- Estudiantes se fue consolidando con el paso de las fechas y así lo refleja el invicto de cierre del torneo con 12 partidos, 8 triunfos y 4 empates. ¿Fue realmente así?.

- En el campeonato tuvimos de todo. Arrancamos muy bien. Comenzamos con el triunfo 4-1 en la cancha de All Boys contra el local, jugando bien y ahí ganamos un par de partidos seguidos, que nos permitió prendernos entre los punteros. Después hubo un par de fechas, donde empatamos y perdimos dos partidos, ahí se nos habían escapado un poco los de arriba. Pero luego terminamos el campeonato con doce fechas sin perder.

La decisión de permanecer

- ¿Por qué decidiste quedarte en Estudiantes?.

- Primero porque me habían ofrecido un buen contrato para que me quede y en la categoría no lo iba a tener más allá que había un par de ofertas de clubes más grandes de la divisional. También porque en el anterior campeonato habíamos hecho muy buena campaña, entramos en el octogonal y perdimos por esas cosas que tiene el fútbol. Además, para este torneo, el equipo se había reforzado en los puestos donde tenía dificultad. Porque en el certamen anterior habíamos tenido 18 empates y terminamos a 10 puntos de Platense. Es decir, creábamos situaciones y nos faltaba gol. En este campeonato trajeron un delantero que anduvo muy bien, que metió muchos goles, Juan Martín. Por lo tanto esos partidos que antes lo empatábamos, ahora los ganamos y eso nos hizo llegar al campeonato. Precisamente, entre otras razones para quedarme en este club, fue que preferí pelear el campeonato acá antes de ir por ahí a pelear a mitad de la tabla en la «B» Nacional y, a su vez, sabía que en Estudiantes había muy buen plantel para hacerlo.



- Otro hecho positivo fue que jugaste gran parte del campeonato y marcaste tres goles...

- Sí, jugué 14 partidos. Por un problema en el aductor, que no me lo puedo curar, entonces me dejó al margen de algunos encuentros porque debí realizar la recuperación y fueron tres o cuatro cotejos que ni siquiera pude estar al banco. Después volví justo con Sarmiento y entré en el segundo tiempo.



- ¿Han cambiado mucho tus características de juego de aquel futbolista que veíamos en River de Junín a este actual en Estudiantes de Buenos Aires?.

- Me ha cambiado. Acá jugaba de enganche y nada más, no marcaba. El fútbol de ahora te pide otra cosa, recuperan la pelota los once y juegan los once. No era como antes que marcaban los defensores y los delanteros hacían goles. En San Lorenzo llegué y tuve que aprender a jugar de volante porque acá lo hacía de enganche, media punta o delantero. Allá empecé a jugar de «8» y tenía que hacer el recorrido del ida y vuelta, que me costó un poco, pero después bien. Ahora, en Estudiantes, lo hago por volante por izquierda o de enganche. Generalmente cuando me ubican como mediocampista por izquierda, colocan un doble «5» y así juego más libre, sin trabajar tanto en la recuperación.

Experencia en la Roma

- ¿Te sirvió ese tiempo que estuviste en la Roma de Italia para lo que vino después, inferiores de San Lorenzo y ahora Estudiantes de Buenos Aires?.

- Fue muy buena. Eso fue cuando estaba cursando quinto año de la secundaria. Fue buena en el hecho de que conocí a todos los jugadores de ese club y estaba con Batistuta, quien me llevó y estuve un mes entrenando con los jugadores de la primera, pero me veía todos las prácticas de la primera y los trabajos de recuperación del «Bati» de la rodilla. Pero, por ahí, eso hizo que no haya ido a un club de primera antes y llegué muy grande a una institución de primera. No hice inferiores. Ingresé en San Lorenzo en cuarta división y juegué 6 meses. Entonces, si hubiera ido uno o dos años antes, la formación hubiese sido distinta porque no es lo mismo la de un club de A.F.A. que uno de Junín.



Los llamados

desde Sarmiento



- Tanto cuando estabas en la reserva de San Lorenzo y ahora en Estudiantes de Buenos Aires, ¿en algún momento existió el interés de Sarmiento para incorporarte?.

- Sí, sí...tuve un par de llamados de Sarmiento y ahora cuando estuvo Nardozza también me llamó. Pero siempre que me han llamado, yo ya tenía un compromiso asumido, ya sea en San Lorenzo o en Estudiantes, y estaba bien.



- ¿El 2007 lo arrancás en Estudiantes de Buenos Aires?.

- Estamos viendo, pero por ahora sigo en Estudiantes.



- Claro, con el desafío de concretar el ascenso, tras haber dado un paso muy importante...

- Ese es el objetivo. Es decir, primero era este campeonato y después el ascenso. Ya tenemos medio ascenso adentro.



- ¿Recién a mitad del año próximo se hablará de la posibilidad de otros horizontes en tu carrera futbolística?.

- Siempre la intención es crecer. Estamos esperando si sale algo ahora, de lo contrario apuntaremos primero hacer otra una muy buena campaña como ésta con Estudiantes, lograr el ascenso y, si lo logramos, las ofertas van a llegar solas.