"B" METROPOLITANA
Sarmiento lo resolvió rápido con contundencia
Venció en el debut como local a Brown de Adrogué por dos a cero y quedó encabezando las posiciones con este segundo triunfo en el torneo. El equipo «Verde» marcó la diferencia a través de la eficacia. Luciano Lo Bianco anotó los dos goles.
Sarmiento hizo gala de su eficacia y lo resolvió rápido. Marcó la diferencia en los primeros veinticuatro minutos con la anotación de respectivos goles de Luciano Lo Bianco. Un dos a cero que luego supo mantener, más allá de haber pasado varios sustos. Pero ese dicho popular de «quien pega primero, pega dos veces», el equipo juninense lo hizo realidad y le sirvió para sumar el segundo triunfo consecutivo que le permite quedar al frente de las posiciones en el comienzo del segundo capítulo del torneo.
Brown de Adrogué mane-jó por momentos bien la pelota y llegó varias veces con peligro. Pero falló en la definición. En algunas por defectos propios, en otras por un cruce oportuno de un defensa del local y el resto muy bien resueltas por el guardameta Alejandro Migliardi.
El equipo dirigido técnicamente por Sergio Lippi exhibió desde el comienzo su peligrosidad desde mitad de cancha hacia arriba. Con un Pasquinelli que las pelea a todas y sirvió para complicar a sus marcadores. Luciano Lo Bianco apareció con movilidad, desequilibrio y oportunismo para transformar en gol dos ocasiones que tuvo en el área rival. A su vez, un par de intervenciones por los costados de Cristian Fernández y Juan Carlos Zuleta sirvieron para desconcertar al fondo visitante.
Claro que Sarmiento mostró problemas a la hora de la contención. Le costaba ganar en la zona media y en defensa dio ventajas en el juego aéreo, principalmente que nacía en jugadas de pelotas detenidas.
Historia repetida
Una historia repetida se vivió en el complemento. Brown de Adrogué siguió su búsqueda ofensiva y el técnico Juan Carlos Kopriva trató de intensificar la potencia en ataque con la entrada de otro delantero, David Ledesma, y la salida de un defensor, Ariel Otermín.
A través del aporte de Mansilla y Villamayor en el manejo de la pelota, más lo que inquietaba Ledesma, el tricolor dispuso de las mayores y mejores situaciones de gol del período. Claro que todas tuvieron un mismo final que en la primera etapa (las manos de Migliardi, tiros apenas desviados o una salvada de algún defensa).
Sarmiento trató de aguantar el partido.
Perdió precisión en el traslado del balón y hubo poca gravitación de los delanteros, Pasquinelli y Lo Bianco, éste último hasta que fue reemplazado. Luego, con el ingreso de Ciavarelli, el técnico Sergio Lippi intentó reforzar la contención. Robles quedó como un media punta y Pasquinelli como único delantero definido. Precisamente el «9» tuvo la ocasión más nítida para que convierta el local y el golero Bangert le tapó un cabezazo.
Otros tres puntos que ayudan a afirmar este proceso bajo la conducción técnica de Sergio Lippi. Aunque, por supuesto, aún hay mucho por mejorar en búsqueda una solidez como equipo.
Brown de Adrogué mane-jó por momentos bien la pelota y llegó varias veces con peligro. Pero falló en la definición. En algunas por defectos propios, en otras por un cruce oportuno de un defensa del local y el resto muy bien resueltas por el guardameta Alejandro Migliardi.
El equipo dirigido técnicamente por Sergio Lippi exhibió desde el comienzo su peligrosidad desde mitad de cancha hacia arriba. Con un Pasquinelli que las pelea a todas y sirvió para complicar a sus marcadores. Luciano Lo Bianco apareció con movilidad, desequilibrio y oportunismo para transformar en gol dos ocasiones que tuvo en el área rival. A su vez, un par de intervenciones por los costados de Cristian Fernández y Juan Carlos Zuleta sirvieron para desconcertar al fondo visitante.
Claro que Sarmiento mostró problemas a la hora de la contención. Le costaba ganar en la zona media y en defensa dio ventajas en el juego aéreo, principalmente que nacía en jugadas de pelotas detenidas.
Historia repetida
Una historia repetida se vivió en el complemento. Brown de Adrogué siguió su búsqueda ofensiva y el técnico Juan Carlos Kopriva trató de intensificar la potencia en ataque con la entrada de otro delantero, David Ledesma, y la salida de un defensor, Ariel Otermín.
A través del aporte de Mansilla y Villamayor en el manejo de la pelota, más lo que inquietaba Ledesma, el tricolor dispuso de las mayores y mejores situaciones de gol del período. Claro que todas tuvieron un mismo final que en la primera etapa (las manos de Migliardi, tiros apenas desviados o una salvada de algún defensa).
Sarmiento trató de aguantar el partido.
Perdió precisión en el traslado del balón y hubo poca gravitación de los delanteros, Pasquinelli y Lo Bianco, éste último hasta que fue reemplazado. Luego, con el ingreso de Ciavarelli, el técnico Sergio Lippi intentó reforzar la contención. Robles quedó como un media punta y Pasquinelli como único delantero definido. Precisamente el «9» tuvo la ocasión más nítida para que convierta el local y el golero Bangert le tapó un cabezazo.
Otros tres puntos que ayudan a afirmar este proceso bajo la conducción técnica de Sergio Lippi. Aunque, por supuesto, aún hay mucho por mejorar en búsqueda una solidez como equipo.