Los almacenes de barrios resisten la competencia de los supermercados gracias a la cercanía y las compras diarias
El contacto amigable, la calidad de los productos y el uso de billeteras virtuales aún hacen de los pequeños mercados una opción viable para abastecerse. En el sector destacan que “se lucha todos los días”, pero no consideran posible que los grandes establecimientos los reemplacen por completo.
En el último tiempo, las cadenas de supermercados sumaron descuentos y promociones bancarias prácticamente todos los días de la semana, lo que las convierte en una opción viable para ahorrar y abastecerse semanalmente.
Así y todo, eso no ha tenido injerencia sobre los almacenes de barrio, que son todavía muy elegidos por los vecinos de Junín.
Así lo expresaron los comerciantes consultados por Democracia, que consideran que la practicidad de hacer la compra del día y la frescura de los productos son sus cartas más importantes frente a los grandes establecimientos. La injerencia de la difícil situación económica y la dificultad de llenar el “changuito” también colaboran con la tendencia de comprar en comercios de cercanía.
Un clásico que no pasa de moda
Hace varios años que el escenario urbano juninense se asemeja al de las grandes ciudades. Se multiplicaron las grandes cadenas de supermercados, los maxikioscos y los mayoristas, y la compra online es moneda corriente para muchos vecinos. Pareciera que, en ese esquema, el almacén de barrio es signo de otra época, pero el flujo de ventas demuestra que, a pesar de todo, no han pasado de moda.
“El almacén de barrio lucha todos los días con los clientes de toda la vida”, destacó Mariano Sosic, que hace 23 años atiende su propio mercado, Despensa La Opción, en Avellaneda 671.
Claro está que ya no corren los mismos tiempos que hace 2 décadas, cuando su despensa era una de las pocas en el barrio Respuela y no había tanta oferta de supermercados para competir, pero Mariano sabe que su fuerte está en sostener la clientela. Con los vecinos mantiene prácticamente un vínculo de amistad, conoce sus gustos y hasta se acuerda de reservarles la lata de dulce que le piden para usar como molde. Además de ese vínculo fraternal, los almaceneros señalan a los productos frescos como otro de sus puntos fuertes. “La gente nos elige todos los días por la calidad”, expresó Julieta Caggiano, que acumula 4 años como empleada del Autoservicio La Esquina, en la intersección de Benito de Miguel y Ameghino.
Es que, a comparación de las cadenas de supermercados, que suelen vender el fiambre envasado, el mercado de barrio siempre se destacó por cortarlo en el momento y darle mucha rotación a los productos. En ese aspecto, los comerciantes saben que pueden anotarse un punto a favor. “La gente sabe qué se lleva y puede pedir lo que quiera”, agregó Sosic, quien además considera que la brecha de precios ya no es tan marcada con los grandes establecimientos, a diferencia de lo que sucedía años atrás.
Eso explica, en parte, el optimismo que se observa en los almacenes, que saben que no pueden hacer frente a las promociones diarias que ofrecen las cadenas, pero confían en el valor agregado que ofrecen a sus clientes de toda la vida. “Tenemos mucha trayectoria, y eso te da cobertura”, explicó Caggiano. Y agregó: “No nos vemos afectados porque acá se compra lo que se necesita en el día o lo que no se consigue en el super”.
El impulso de las billeteras virtuales
En los últimos meses se ha hecho evidente que rara vez la misma compra en el supermercado cuesta lo mismo. Y no se debe a la inflación, que ha disminuido considerablemente, sino, sobre todo, al amplio abanico de promociones que se ofrecen a diario a los clientes. Hay beneficios de lunes a lunes, con Modo, tarjetas prepagas, billeteras virtuales o clubes de descuentos, y en la mayoría de los casos, suelen superar el 20% de reintegro.
Para una situación económica aún compleja, la cifra es tentadora, y es común ver mayor afluencia de ventas los días con más porcentaje de descuento, lo que tiene sus efectos sobre los almacenes históricos de barrio. “En las cadenas de supermercados hay días puntuales con más reintegro y hasta sin tope. Eso perjudica un poco las ventas”, lamentó Luciano Apodaca, dueño del autoservicio Florencia, ubicado en Dr. Marull y Alsina.
Sin embargo, eso no significa que queden vacíos, y algunos almaceneros le ven el lado positivo al incremento en el uso de billeteras virtuales. Así lo observa Marcelo Alé, dueño de Butterfly, el comercio de la esquina de Arenales y Roque Vázquez: “La clientela viene a buscar las promociones y eso ayuda mucho”.
Los que se aggiornaron, pudieron mantener las ventas. Por eso, es común ver sobre los mostradores el código QR de Cuenta DNI, la billetera virtual del Banco Provincia, o de BNA+, que pertenece al Banco Nación. Para los comercios de barrio, la primera ofrece un 20% de descuento de lunes a viernes con tope de 23.000 pesos mensual y, la segunda, 35% de reintegro con tope de 6.000 pesos semanal. Si los clientes planifican sus compras semanales, saben que no sólo en los supermercados pueden aprovechar las promociones.
Y no es una minoría la que elige pagar con el celular en el mercado de barrio, donde años atrás era extraño que se aceptara tarjeta de débito. “Casi un 80% de los clientes pagan con promociones, por eso son tan importantes para nosotros”, aseguró Mariano, que no deja margen de error y trabaja con todas las formas de pago. En el caso de Marcelo, por ejemplo, hace dos años que abrió su despensa, Butterfly, por lo que convive con este nuevo escenario desde que nació su proyecto y no dudó en ofrecer a sus clientes promociones con billeteras virtuales. “Desde que me adherí noté el cambio”, aseguró.
Por eso es que los comerciantes lamentan que el reintegro sea menor al de los grandes establecimientos, que suelen alcanzar el 25% con Modo, BNA+ o Cuenta DNI en determinadas fechas, pues consideran que la disparidad de ventas podría disminuir aún más si fuera equitativo. Con respecto a los costos operativos y comisiones, es de común acuerdo que pueden afrontarse: “Lo que se retiene es mínimo, se gana mucho en volumen de ventas”, afirmó Sosic.
Muchos, además, reclaman que se sumen descuentos con Mercado Pago, una de las billeteras virtuales más utilizadas que, por el momento, sólo tiene promociones con supermercados e importantes marcas y no incluye ni a mercados de barrio ni a otros comercios locales.
Pocos llenan el changuito
La última cifra difundida por el Indec da cuenta de una realidad que hace meses es evidente en el país: el consumo ha disminuido. El instituto señaló que, en términos interanuales, las ventas en los supermercados cayeron más del 17% en octubre del 2024, respecto al mismo mes del año anterior.
En los pasillos de las góndolas, la imagen es clara: hay pocos carros llenos, y los clientes suelen planificar sus compras semanalmente, cuando no a diario, para poder cubrir todos sus gastos. Esa es la realidad a las que las cadenas buscan hacer frente con los convenios celebrados con bancos y billeteras virtuales, o los descuentos ofrecidos tanto presencialmente como online.
En los almacenes, la situación no es distinta, y los comerciantes señalan que muchos vecinos los visitan varias veces al día para hacer pequeñas compras. “Hoy los clientes compran lo que necesitan a diario. Muchos vienen a la mañana a comprar lo del mediodía y vuelven a la tarde a comprar para la noche”, observó Luciano Apodaca, que hace 2 décadas que atiende su autoservicio y asegura que “antes eso no ocurría”.
Si bien la baja generalizada en el consumo no despierta alegrías en ningún sector, el panorama puede ser favorable para los mercados de barrio en su puja con las grandes cadenas. Si cada vez menos consumidores llenan su “changuito” y, en cambio, prefieren segmentar las compras por orden de necesidad para aprovechar los descuentos, el autoservicio de cercanía aflora como opción viable.
“La gente compra lo esencial, no se da tantos gustos”, expresó Marcelo, que en Butterfly cuenta con su propia verdulería, un sector que tracciona las ventas del resto del almacén. En retrospectiva, considera que “las ventas disminuyeron bastante en comparación con otros años”, pero sabe que, como no vende artículos de lujo ni “delicatessen”, los vecinos todavía tienen razones para visitar su negocio.
La cercanía del comercio de barrio es también la razón por la cual muchos adultos mayores, que ya conocen al dueño o encargado, deciden hacer sus compras semanales y hasta mensuales allí. “Es la franja etaria que suele comprar en mayor cantidad”, puntualizó Mariano, y en La Opción ofrece la posibilidad de realizar encargues telefónicos y enviarlos a domicilio. No es un servicio muy distinto al que ya cuentan algunas cadenas de supermercados locales, pero, para quienes no manejan la compra online, es mucho más sencillo y confiable.
Desde Junín y para Junín
Que los almaceneros se provean o no de distribuidores y productos locales puede no ser prioridad para los clientes, pero es un aspecto importante por la incidencia que tiene en el precio final. Si lo que buscan los comercios es ser competitivos, ahorrar en transporte o conseguir mejores precios mayoristas es prioridad.
En ese aspecto también se diferencian de los grandes establecimientos, que suelen recibir la totalidad de su mercadería de sus depósitos en otras ciudades. Y es un valor agregado que los comerciantes locales también quieren explotar.
“Me gusta trabajar con proveedores locales para que venda también la gente de Junín. Es algo que las cadenas de supermercados no hacen”, destacó Apodaca, dueño del autoservicio Florencia, y explicó que “si el distribuidor tiene promociones, pueden ser trasladadas también al cliente”. Eso explica que muchas veces los precios del almacén sean similares a los del supermercado.
De todos modos, desde los comercios coinciden en que, dada la merma en el consumo y la disminución registrada en el ticket promedio, han optado por imitar la estrategia de los clientes y comprar sólo lo necesario para el momento. “Antes acumulábamos stock, pero hoy ya no podemos hacerlo”, lamentó Julieta Caggiano, del autoservicio La Esquina.