Una presión tributaria “asfixiante” y la escasez de lluvias para los cultivos preocupan al campo
Aseguran que el Estado tiene una injerencia cercana al 70% en la rentabilidad del agro gracias a las retenciones y demás impuestos. Desde la Sociedad Rural local y la Federación Agraria filial Junín manifestaron una gran inquietud por el impacto en el sector y también en torno a la sequía que amenaza la producción.
El sector agropecuario enfrenta este 2025 un panorama complejo con una presión tributaria que los productores afirman es cada vez más asfixiante, a lo que se suma la gran problemática del clima, con una sequía que no da respiro a los cultivos.
El ex vicepresidente de la Confederación de Rurales Argentina (CRA), Néstor Roulet aseguró en un posteo en redes, que mientras el productor rural pierde dinero por cada hectárea de soja sembrada, el Estado se lleva grandes sumas en concepto de impuestos.
Desde el sector aseguran que la participación del estado en la renta agrícola ronda el 70%, aumentó considerablemente por la baja de los precios internacionales, las retenciones que siguen vigente y demás impuestos. Incluso con estas condiciones, aseguran que muchos de los productores que alquilan podrían ir a quebranto.
El clima es la otra cuestión preocupante: si en diez días no llueve, y continúan las altas temperaturas que afectan a los cultivos, “se va a cosechar poco”, afirman.
Democracia dialogó con el presidente de la Sociedad Rural de Junín, Hernán Guibelalde y la presidente de la Federación Agraria filial Junín, Rosana Franco, quienes dieron detalles de la situación del sector en este inicio de año.
Preocupación por el “saqueo fiscal”
Para Guibelalde, “la situación realmente es muy preocupante, ver cómo el Estado continúa llevándose más de lo que le queda al productor, incluso ante una situación y un contexto internacional adverso como el que estamos atravesando”.
Y detalló que “hoy en día, más de $64 de cada $100 generados por el campo terminan en manos del Estado en sus distintos estamentos, ya sea nacional, provincial o municipal”.
Sobre la carga impositiva y las retenciones advirtió: “Estamos hablando de un sector que, como quedó demostrado, es pilar fundamental de la economía argentina, que alimenta al país y genera divisas, y que a pesar de eso es constantemente castigado con una carga impositiva voraz. Las retenciones son el mayor símbolo de este saqueo fiscal, tienen que ser eliminadas de manera urgente”.
El presidente de la SRJ señaló que la situación no es algo que afecta sólo al sector sino a la comunidad en general, “ya que no solo quitan competitividad frente a otros países, sino que también limita y atenta directamente contra la capacidad de inversión y la generación de empleo”.
“Es hora de que el Estado cambie de rumbo de una vez por todas. No pedimos favores, solamente pedimos igualdad y condiciones justas. Si se eliminan los Derechos de Exportación y se reduce la carga impositiva, el campo podrá desplegar todo su potencial, generando más empleo, más inversiones y más desarrollo para el país”, refirió el productor.
“El Estado debe dejar de ser un obstáculo y convertirse en un aliado para el crecimiento del sector agropecuario y para el futuro del país”, resaltó.
Ecuación negativa
Franco aseguró que la combinación de situaciones que se da hoy incluye “un dólar estancado, los precios internacionales, con alguna caída y los gastos de insumos para cultivar la tierra, fertilizantes, agroquímicos, todo duplicado, triplicado. La ecuación numérica es negativa”.
“Si a ellos le sumamos la condición climática, este año vamos a estar muy mal económicamente. Y el gobierno pareciera no enterarse”, cuestionó.
“El tema del trigo es un desastre, quebranto total. Si bien hubo una buena cosecha los números dieron negativo. No tiene precio, internacionalmente no vale demasiado y el dólar siempre al mismo valor, la ecuación para el trigo fue tremenda”.
Lo peor de la situación, aseguró: “Es que no sabemos si vamos a tener cosecha. Va a ser un año difícil para muchos, como siempre. A alguien le va a ir un poco mejor, a otros les va a ir mal y van a tener que dejar la actividad, reorganizarse. Lamentablemente los tiempos que se vienen van a ser complicados para el campo”.
Falta de lluvias
A la situación impositiva, se le suma el contexto internacional mencionado y la urgencia climática.
Según Guibelalde, “si no llueve en los próximos 15 días, muchos productores pueden correr el riesgo de desaparecer”, con el riesgo que la falta de agua implica para la producción.
Para Franco la situación del clima es de lo más preocupante. “Se viene una ola de calor tremenda, que termina de quemar lo poco que hay. Se anuncia un poquito de lluvia este sábado próximo, pero no vamos a tener ninguna súper cosecha. Ojalá tengamos aunque sea un poco de cosecha de soja para poder pagar lo que se debe”.
Franco explicó que “la soja de primera, que se hizo temprano, recibió bastante agua cerca de Navidad. Pero es agua de lluvia, no agua de perfil del suelo que es donde la planta toma agua. Sin agua de perfil del suelo ni del cielo es imposible que subsista. También la pastura está muy afectada. Hay molinos a los que les cuesta sacar agua”.
Baja rentabilidad
Néstor Roulet, ex vicepresidente de CRA resaltó el impacto de las retenciones y la elevada presión fiscal que padece el campo. Asimismo, a través de un gráfico publicado en su cuenta de X, reveló cómo las retenciones y otros impuestos afectan la rentabilidad del agro.
Según sus estimaciones, un productor que alquila tierras y siembra soja con un rendimiento de 35 quintales por hectárea pierde casi 80 dólares por cada hectárea cultivada, mientras que el Estado se queda con 473,29 dólares por hectárea. Multiplicado por los 18 millones de hectáreas que se siembran en el país, el Estado recauda cerca de 7.700 millones de dólares, un dinero que se escapa de las manos de los productores, mientras el sector lucha por recuperar la rentabilidad en un contexto de costos crecientes y márgenes cada vez más estrechos.
La situación se agrava por la elevada carga impositiva que enfrenta el sector agropecuario, no solo en el orden nacional, sino también en el ámbito provincial y municipal.
En el marco de las dificultades fiscales que enfrenta el sector, el aumento de las tasas municipales se ha convertido en una preocupación central para los productores agropecuarios.