La Justicia realizó una inspección ocular de la obra del paso bajo nivel
Ayer se realizó la audiencia que encabezó el juez federal Héctor Plou y que fueron parte integrantes del Gobierno nacional, municipal y comerciantes afectados. Luego, recorrieron el lugar para visualizar el estado real de avance de los trabajos, lo cual deberá determinar posteriormente un ingeniero.
La Justicia Federal llevó adelante ayer la audiencia con las partes involucradas en la obra del paso bajo nivel de Rivadavia, luego de que un grupo de vecinos presentara un amparo al sentirse perjudicados con el cese de los trabajos en el lugar a principios de este año, dejando dividida a la ciudad y generando serias complicaciones a comerciantes y vecinos en general.
El encuentro se efectuó en las dependencias del Juzgado Federal, ubicado en Bartolomé Mitre entre Aparicio y Coronel Suarez, el cual está a cargo del juez Héctor Plou. En dicho encuentro participó una abogada en representación del Gobierno nacional , personal de la empresa encargada de realizar la obra, Walter Cullerton, uno de los comerciantes firmantes en el amparo, avalado por la Sociedad de Comercio e Industria, y el letrado Pablo Rasuk.
En esta primera audiencia se habló de los plazos originales de la obra y se marcaron fechas claves como por ejemplo cuándo comenzó, cuándo se frenó y cada uno de sus motivos. Tras finalizar el encuentro, las partes se dirigieron a Rivadavia y Newbery, lugar donde se encuentra el corte a causa de la obra parada. Allí realizaron una inspección ocular a la que posteriormente se sumaron funcionarios municipales, entre ellos Franco Castellazi, secretario de Obras Públicas. In situ, se observaron las tareas hechas y se recorrieron cada uno de los sectores.
El próximo paso judicial será determinar el grado real del avance de la obra y, para ello, entraría en juego un ingeniero que será el encargado de analizar lo existente y establecer un porcentaje de avance. El amparo presentado en el Juzgado Federal de Junín por un par de vecinos y apoyado por instituciones intermedias generó efecto, ya que el mismo fue presentado a mediados de octubre, posteriormente se efectivizó el primer despacho, las partes fueron notificadas y ayer se hizo la primera audiencia.
Como se explicara, quienes presentaron el amparo son vecinos que se sienten perjudicados por el corte de tránsito que se registra en dicha arteria, desde hace más de un año y, por tal motivo, se han organizado para acudir a la Justicia en busca de una pronta solución por parte del Gobierno nacional. Y como la competencia en razón de materia sobre los terrenos ferroviarios pertenece al Gobierno nacional, la acción fue entablada ante el Juzgado Federal. Además, como la acción de amparo es un proceso considerado como "urgente", lo que se busca es la protección de derechos fundamentales, con plazos más breves que uno tradicional, ya que procura un auxilio judicial rápido ante situaciones de gravedad.
El Municipio no es parte de la causa y al no tener intervención directa, fue citado como tercero, aunque también se le pidió que informe sobre la situación actual de la obra desde una "mirada municipal" y de las actuaciones administrativas que pueda tener la misma.
La sensación es que con el expediente en marcha la situación conflictiva podría empezar a aclararse y, sumado a las negociaciones por el Presupuesto 2025 (que nada tiene que ver con lo judicial), la obra podría reactivarse el año que viene.
Esta inquietud siempre fue motivo de preocupación de los vecinos que entienden que "la situación no permite perder más tiempo", ya que se ven "directamente perjudicados", económica y emocionalmente, por los problemas que genera el corte en una de las principales calles de la ciudad, la cual quedó dividida en dos.
Por otra parte, las entidades intermediarias, en el terreno de la Justicia, no tienen afectación. Por tal motivo, dos comerciantes – de los tantos que resultaron afectados por el corte – fueron quienes finalmente firmaron el recurso de amparo. Se trata del dueño de Kiosco 8031 y de Cullerton Decoraciones.
Dentro de la prueba documental se adjuntó una nota firmada por la presidenta de la Sociedad Comercio Industria donde dice que adhiere a todo el planteo que efectúan estos dos comerciantes; y otra presentada por Julio Miguens, presidente de la Federación de Sociedades de Fomento, quien también adhiere, por los perjuicios que pueden llegar a sufrir los ciudadanos, que es el derecho al libre tránsito.
Sobre estos daños que padecen los comerciantes, los comerciantes explicaron que "el corte ocasiona un perjuicio al que deja de vender", porque la gente, como tiene que ir siete u ocho cuadras más para ir a cierto lado, no va más por ese lugar.
En cuanto a lo judicial, el juez federal continuará su tarea en busca de una vía alternativa para resolver la afectación. Entre las posibles respuestas podría disponer que se confeccione un informe técnico y después, en base a eso, que se reabra Rivadavia, una calle lateral, o que haya un paso que permita retomar la posibilidad de transitar.
Tapar o no tapar
Álvaro Carpaneto, ingeniero civil especialista en ingeniería estructural, le explicó a Democracia tiempo atrás que, desde el punto de vista técnico, así como desde el punto de vista económico, la alternativa ideal –a su parecer- es la de retomar la obra hasta finalizarla, incluso teniendo en cuenta el contexto complejo que atraviesa la obra pública hoy en día.
El profesional explicó que “técnicamente a las estructuras de hormigón armado se las proyecta en función del destino en el que van a transitar su vida útil, para que así logren la mayor durabilidad posible sin la necesidad de ser rehabilitadas”. Continuando su explicación, Carpaneto sostuvo que “no es lo mismo estar en contacto con el agua o con el suelo que estar al aire libre”.
Además, el ingeniero civil detalló que actualmente en la obra hay sectores de la estructura, como por ejemplo parte de los cabezales donde apoyan las vigas U postesadas, que se diseñaron para estar al aire libre, no enterrados.
Respecto a la idea o teoría de reabrir el paso a nivel tapando lo existente, el especialista en ingeniería estructural aclaró: “Entiendo que la idea de “tapar” lo que este hecho pueda parecer sencilla y práctica, pero en términos técnicos, no es tan así”. Y anexó: “Para tapar lo avanzado hasta el momento habría que encontrar la manera adecuada de proteger las secciones ya hormigonadas, y evitar así el contacto directo con agentes corrosivos”.
Económicamente hablando –explicó Carpaneto- continuar la obra hasta su finalización sigue siendo el camino ideal, porque “evitaría así recurrir en gastos adicionales o extras al presupuesto inicial de obra”, como podrían ser tareas de rellenado, recolocación de vías, entre otras; tareas que al momento de retomar la obra deberán ser revertidas.