Morente retrata al DT Damonte en pleno festejo.
SIMPATIZANTE Y EMPLEADO DE SARMIENTO

Mariano Germán Morente: “Es un plus ser hincha del club donde trabajás”

Desde hace años forma parte de la diaria de Sarmiento. Testigo de numerosos recambios de jugadores y cuerpos técnicos, se ganó un lugar en la vida institucional verdolaga. “Es parte de mi vida. Desde chico al día de hoy es tema de conversación en mi casa. Siempre todo es referido al Verde”, señaló.

Al igual que sucede con los casos de los jugadores, reconocidos dentro y fuera del campo de juego, tal definición cabe para sintetizar lo que representa Mariano Morente en lo que hace al día a día de Sarmiento. 

Su caso también es “dentro y fuera” de la cancha, ya que, forma parte del staff institucional del Verde que, a base de un trabajo arduo y silencioso, acompaña y es parte, desde otro lugar, de la competencia de la Liga Profesional.

En diálogo con Democracia, Morente compartió cómo fue el proceso para formar parte del staff institucional del Verde; realizó un balance de su trayectoria como profesional luego de varias temporadas en el club; y dio detalles de cómo es trabajar con un plantel de futbolistas.

Juventud 

“Nací cerca del centro, pero a los cuatro años me mudé al barrio El Molino, donde estuve hasta los 27 años. Desde el jardín hasta terminar el secundario fui al colegio Santa Unión y la mayoría de mis amigos los conozco desde los tres años, más allá de las amistades que se van generando en el transcurso de la vida”, introdujo Morente. 

Sobre sus padres describió: “Mi viejo era bancario y mi mamá era ama de casa y vendedora de productos cosméticos. Ellos me dejaban ser libre y elegir lo que yo quería. Desde chico me gustaba el diseño o bajar un jueguito de autos y yo hacer el diseño o ponerle las publicidades”. 

En torno a su relación con la edición y el diseño en su juventud, indicó: “Hice una pasantía en la edición de video en lo de Alfredo Fara que editaba cosas sociales como cumpleaños de quince y casamientos. Era lo esencial, cortar y poner línea de tiempo”.

Con amplias posibilidades de desarrollo en otra ciudad, Morente decidió quedarse y hacerse de un lugar a nivel local. Al respecto, expresó que “siempre mi idea fue seguir en Junín y coincidió que la Escuela de Arte tenía la carrera que a mí me gustaba”. 

“En ese momento, recién arrancaba y era ir a la par del avance de la Escuela de Arte. No era una carrera como contador o abogado, estamos hablando de hace 22 años, por lo que ahora creció mucho y tiene muchas más carreras como fotografía”, contextualizó.

Siguiendo con su vínculo con la profesión recordó que “el primer año fue una base y, luego, entré a trabajar en una imprenta. Me dedicaba a ambas cosas: a la imprenta y a estudiar. Después, me quedé con la imprenta y con el trabajo de autos que toda la vida tuvo mi viejo”.

Sarmiento

Un hecho que significa un “eje” en la vida de Morente es lo que representa el Verde en su vida. Para ir a la génesis de su relación con el club hay que remontarse a algunas décadas atrás.

De tal forma, definió: “Sarmiento es parte de mi vida. Desde chico al día de hoy es tema de conversación en mi casa, con mis hermanos y mi señora. Todo lo lleva a Sarmiento hasta recordar sucesos: tal cosa a el día que ganó Sarmiento a Atlanta, por ejemplo. Siempre todo es referido al Verde”.

“Desde que tengo uso de razón iba a la cancha. También tengo recuerdos de visitante, pero, para eso, me tengo que arrimar al ascenso contra Comunicaciones, en cancha de Rivadavia, que era neutral, en el año 91” ubicó en el tiempo y siguió: “También del ascenso 92/93 en cancha de San Miguel”. 

Precisamente en el estadio Eva Perón, Morente recordó una fiel cábala que desarrollaba junto a su familia: “Íbamos atrás del arco. Entrabamos por Arias y nos poníamos atrás del arco que atacaba Sarmiento. Esperábamos el sorteo y después nos posicionábamos. Si tocaba del otro lado salíamos y entrábamos por Gandini”. 

“Con el tiempo eso se fue trabando y esa cábala o forma de ver el partido cambió. Luego era ver el ataque en dirección a Gandini pegados al pulmón porque no nos quedó otra”, relató.

Además de su evolución como hincha, donde, además de ir con la familia Morente comenzó a ir con amigos a la cancha, también empezó a ser testigo y hacer consciente todo el “folclore” que rodea al espectáculo del fútbol. 

“Me gustaba ver todo lo que conllevaba la cancha: el fotógrafo en el campo de juego, los alcanza-pelotas que veían el juego desde adentro, la hinchada con las banderas. En síntesis, el detalle y resto de las cosas más allá de lo futbolístico”, reconoció.

“Sentimiento Verde”

Dándole continuidad a tal interés en su vida personal, y convirtiéndose en un deseo que lo impulsara a desarrollarse, Morente decidió seguir la profesión de diseño gráfico en la Escuela de Arte local. 

Con el voto de confianza de su hermano Nicolás y de Leandro Pirlone, comenzó a escribir su historia en el rubro. “En el 2004 sacan una revista llamada ´Sentimiento Verde´ y yo me sumé a los pocos meses para dar una mano y diseñar”, comentó.

Y desarrolló: “Eran dos semanas de recopilar la información, Leandro me mandaba todo en un pendrive y a mí me llevaba diez días el armado de la revista. Luego, iba a casa y pasábamos todo el domingo para cerrar la tapa e íbamos a Buenos Aires a imprimir. Eran otros tiempos”.

Fue allí donde puede situarse el comienzo de la relación de Morente con la cámara de fotos. “En un partido contra Morón entré por primera a vez al campo de juego y comencé a sacar fotos para la revista. Fue en el 2007 y ganamos 2-1. Un gol fue de Figueroa de emboquillada”, reseñó.

Por eso, resaltó: “Mi abuelo Orlando me decía que para ayudar al club necesitaba tiempo, plata o algún conocimiento para brindar. Desde la revista, durante muchos años, éramos fuente de consulta”.

Acerca del lugar que se hizo en el mundo verdolaga expuso: “Hicimos una película llamada ´Sentimiento de Primera´ y todo lo recaudado fue para la terminación de la Ciudad Deportiva y de la tribuna”, manifestó. Y como parte de otra de las iniciativas de las que formó parte, compartió que “en el 2009 se hizo un álbum de figuritas”. 

Fotografía

Sobre su trabajo con la cámara señaló que “la foto es captar el momento que yo creo. Más allá de la deportiva, me gustaba captar el ´todo´ de la cancha y buscarle la pasión a un partido”.

“Tengo una frase que no es mía, que me gustó y está en mi perfil de Instagram: ´Mostrar esas cosas que todos vivimos y no vemos´”, citó y fundamentó: “Darle un tono y estética de acuerdo a lo que me gusta, ya sea un encuadre o colores”. 

Sobre su carrera consideró: “Se fue dando. No es que proyecté algo, fueron causalidades o casualidades porque Sarmiento también está en un lugar de notoriedad y visibilidad”. 

De tal forma, en torno al trabajo mancomunado que se realiza desde el club a través de distintas áreas destacó: “Somos varias personas con María Rosa como jefa de prensa y nos va marcando las tareas de cada uno. Es un gran equipo de trabajo”. 

Volviendo a su figura, al ser consultado por consultas de trabajo, Morente respondió: “No he querido tomar oportunidades afuera por afectos familiares y el hecho de querer quedarme”. 

“River, Estudiantes de La Plata y Newell´s nos han felicitado y estamos en comunicación constante con los chicos de comunicación. Fuimos una referencia para otros clubes que nos imitaron y eso nos llena de orgullo”, expresó.

Y siguió: “Desde que ascendimos marcamos una línea que muchos clubes adoptaron: hemos hecho videos, fotos y cosas de forma descarada que las han tomado. Eso nos posicionó y nos hizo tener contacto con otros clubes”. 

“No fueron ofrecimientos concretos, pero sí se han acercado colegas del Flamengo, ya que su equipo de comunicación seguía mucho al contenido y las redes de Sarmiento y nos dijeron que le gustaba”, enfatizó. 

Día a día con el plantel

Como último punto, Democracia abordó lo que significa vivir el partido a partido junto al plantel sin ser una de las caras visibles o de constante exposición como les sucede a los jugadores.

Sobre su relación con los futbolistas, Morente, indicó que “el lugar que me dan es para sacarme el sombrero con todos. Desde el Licha López hasta un chico que acaba de subir a Primera como Matías Rosales. Siempre con respeto y sabiendo en qué momento se puede generar contenido y en cuáles no”. 

“No se gana todos los días y hay que explotarlo cuando pasa. Como hincha ves una cosa, pero en la diaria ves que se trata de personas que tienen problemas como uno. Eso me hace bajar a tierra y ver que son como uno”, reflexionó.

Otro punto importante es el lugar ocupado por el cuerpo técnico. “Con (Israel) Damonte ya hay una relación de mucho tiempo y de amistad. Estoy para sumar así que si alguien, sea jugador, dirigente o cuerpo técnico, me tienen que marcar algo, estoy abierto y predispuesto”.

En ese sentido, donde se mezcla la pasión y lo laboral, sobre cómo es llevar a cabo tal ejercicio profesional, Morente explicó que “es difícil dejar al hincha de lado. Se puede escapar algo para al árbitro, pero ni siquiera a un futbolista contrario porque con el tiempo te vas conociendo con los jugadores ya sea porque estuvo en Sarmiento o te escriben sin conocerte”.

“Me pasó con el arquero Mansilla de Estudiantes que me escribió y estamos en contacto. También con Gabriel Arias de Racing que me escribió para felicitarme por el laburo y me sorprendió”, detalló.

Finalmente, más allá de la labor realizada y el placer de trabajar en un club por el que se siente pasión, la felicidad nunca es completa y todo tiene un costo. “Hace más de 14 años que no veo un partido con mi viejo en la cancha. Es algo agridulce”, concluyó.