El acto de entrega se realizó el 26 de junio, en la Ciudad de Buenos Aires.
POR EL ROTARY CLUB

Sandra Chiesa fue reconocida por sus aportes en la salud durante la pandemia

Entre los motivos de su distinción se destacan el desarrollo del Ibuprofeno nebulizable y sus estudios en la medicina orthomolecular. El premio “Trébol de Plata, Mujeres que crean Esperanzas” fue otorgado por la categoría Científica.

En el Rotary Club Florida de Buenos Aires, la farmacéutica juninense Sandra Silvia Chiesa recibió el reconocimiento “Trébol de Plata, Mujeres que crean Esperanzas”, en la Categoría Científica.

Dicho galardón fue otorgado como reconocimiento a su formación profesional, luego de ser presentada al Comité Distrital por la Rueda Interna del Rotary Club Junín, y tras resultar elegida por unanimidad.

Otro de los motivos de la distinción fue, según se detalló desde la entidad, por “desplegar una fecunda tarea de servicio a la comunidad, dedicándose a la investigación y solución de problemas que le presentan colegas, médicos de diversas especialidades y especialmente los pacientes que recurren buscando su saber”.

A modo ejemplificador, se destacó la tarea que realizó durante la pandemia de Covid-19, al desarrollar en su laboratorio el Ibuprofeno nebulizable que comenzó a ser entregado gratuitamente, con la presentación de receta médica, a quien lo solicitara, alcanzando más de 7.200 dosis.

El emotivo acto se realizó el pasado 26 de junio y contó con la presencia de la Gobernadora Distrital de Rotary, Sra. Judith Figueroa.

“Todavía estoy conmovida”, aseguró Chiesa. “Me enteré sobre la nominación, a principios de mayo. Primero no entendía muy bien de qué se trataba, pero a medida que iba investigando, fue cada vez más gratificante y emocionante”, relató.

“Cuando fui el 26 de junio a la entrega de los premios, a la Ciudad de Buenos Aires, se movilizó mucha gente y eso fue también muy movilizante”, remarcó. En ese sentido, destacó las historias de los otros dos premios, entregado uno de ellos a Coralía Spilimbergo, en la categoría Acción Social, y presentado por la Rueda Interna del Rotary Club de Salto. En tanto, el restante fue otorgado a Melina Furman, en la categoría Educación, dado a conocer por la Rueda Interna del Rotary Club de Buenos Aires.

 

Ibuprofeno nebulizable

Sandra Chiesa, junto a otros colegas de la región, elaboraron Ibuprofeno nebulizable para tratar pacientes con Covid, durante la pandemia. Sus principales propiedades era ser desinflamatorio, analgésico y antipirético, entre otras.

“Hoy en día se ha incorporado dentro de la categoría de publicación científica. Y también se han reconocido las características que favorecían el cuadro de una persona con Covid-19”, explicó. Y agregó: “Nosotros lo veíamos a diario, con toda la devolución de aquellos pacientes a quienes se lo regalábamos contra receta médica, supervisados con los médicos. Tenemos un montón de audios, de evidencia y parte de eso se lo mandamos al Rotary”.

Aseguró que fue “un camino maravilloso, con mucha angustia, pero fue increíble”. “Todo el mundo nos escribía, fue abrumador todo lo que vivimos. Recuerdo que había días que nos levantábamos e íbamos cinco de la mañana a la farmacia, porque teníamos que hacer entregas y venían ambulancias de todos lados para que les diéramos litros y litros”, detalló.

Por tal motivo, volvió a insistir en que fue “muy movilizante” el premio, porque fue “volver con el diario del lunes y después que haya pasado tanto tiempo a ver todo lo que se logró”.

Definió al reconocimiento como “una caricia al alma”. “En ese momento, nuestra respuesta frente a semejante situación fue esa. Fue lo que logramos hacer para aportar desde lo que sabíamos; nuestro granito de arena y la certeza de que al paciente le iba a hacer muy bien. Además, la devolución era tremenda. Pacientes que hasta el día de hoy me siguen hablando, que escuchamos, que retomamos ese momento, y es maravilloso”, concluyó.

 

Medicina orthomolecular

Chiesa aseguró que el puntapié inicial del reconocimiento otorgado por el Rotary Club había sido su estudio y trabajo con la medicina orthomolecular.

“Sucedió que explotó todo lo de la pandemia y fue un hecho más preponderante. Pero esto de cambiarle la vida al paciente, o estabilizarlo, con productos tan nobles como elementos químicos, minerales, tales como magnesio, zinc, potasio, taurina, o vitaminas, es también una gran movida”, subrayó.

Según explicó, se trata de un estilo de medicina similar “a aquella tradicionalista de la India, donde era el arte de prevenir enfermedades curando y nutriendo al paciente”. “Empecé mi Maestría en Medicina Orthomolecular hace dos años, y todo cambió desde la pandemia porque cuando nos decían que solamente había que usar paracetamol, nosotros decíamos no, hay que ayudar a los pacientes a que recuperen su inmunidad”, remarcó.

De acuerdo a la profesional, fue en aquel momento que se empezó a entender la carencia de nutrientes. “Al paciente que llegaba a la farmacia le dábamos vitamina C, o D; lo ayudábamos a estabilizar la angustia y la ansiedad porque le agarraban ataques de pánico teniendo Covid. Le explicábamos de qué se trataba y usábamos muchísimo Omega 3 para desinflamar; es decir, nutrientes, que no nos iban a impactar negativamente en la salud en absoluto”, indicó.