POR LA ESTAMPIDA DEL DÓLAR

La mayoría de los comerciantes de Junín remarcó los precios o suspendió las ventas

Así surge de un informe elaborado por la Sociedad Comercio e Industria -al que tuvo acceso Democracia-, en el cual el 36% de los consultados paralizó las operaciones y el 45% aumentó los importes. Aseguran que se impone la “incertidumbre” en el sector.

La devaluación y la disparada del dólar, que continúa sin freno, dejaron sin precios a los distintos rubros comerciales de Junín, que se encuentran con las ventas prácticamente paralizadas, según confirmaron a Democracia desde varios sectores. 

“No hay precio, así que no vendo”. Así graficó la situación un comerciante juninense que comercializa artículos de ferretería y que optó por suspender las operaciones por la inestabilidad cambiaria, que repercute en los precios de reposición.  

“Incertidumbre es la palabra que resuena en el sector comercial y pyme. Estamos todos a la espera”, expresó Marianela Mucciolo, vicepresidenta de la Sociedad Comercio e Industria de Junín (SCIJ). De hecho, la SCIJ acaba de difundir un estudio estadístico, al que tuvo acceso Democracia, que advierte que el nivel de incertidumbre es “muy alto” después del resultado de las elecciones del domingo pasado, con una “paralización de la actividad comercial” y “remarcación de precios por protección”, al tiempo que pronosticó en el mediano plazo una “pérdida del ingreso real”. 

Asimismo, el 36% de los consultados suspendió las ventas y el 45% aumentó los precios. Solo el 10% continuó con su actividad con normalidad; el 3% no tiene precios fijos; y el 6% tiene restricciones. 

Con respecto a los niveles de ventas, el informe indica que, para el 31% fueron “bajos” y para el 27%, “muy bajos”, al tiempo que el 28% dijo que “no hubo ventas”, y solo un 14% respondió que fueron “normales”. Asimismo, el 62% piensa trasladar los aumentos a los precios; y el 35%, mantenerlos todo lo posible. Mientras que el 3% planea “no vender”. 

Impacto en el país

En el sector de la construcción, los corralones tuvieron que paralizar las ventas ya que los proveedores que les brindan los materiales de obra no están haciendo entregas por la ausencia de precios de referencia.

Así lo explicó Alejandro, dueño del corralón Construtodo, quien reveló: "Estoy abierto, pero tengo mercadería que no tiene precio, por lo que no tengo forma de vender". En ese sentido, manifestó que "estamos angustiados como comerciantes porque no sabemos cómo reaccionar porque no queremos perjudicar a los clientes", precisando que "los precios están parados", ya que "las fábricas suspendieron las ventas", por lo que "el proveedor no vende, no entrega mercadería ni te pasa el precio".

El comerciante calculó que el aumento de los precios aproximadamente es un 25% más, revelando que "la lista de precios del lunes aumentó un 15% el martes y hoy miércoles un 10%".

A raíz de eso explicó que no está vendiendo "porque no quiero robarle a la gente la plata, ya que no sé si con un 25% de aumento lo estoy matando o me estoy cubriendo solamente del incremento", aunque indicó que "algo estoy obligado a vender porque necesito la plata para afrontar los gastos que tengo". Con relación al complejo panorama descripto, sostuvo que "todos mis colegas están en la misma situación, de hecho, los mayoristas a los que a veces recurrimos para hacernos de algún material de forma rápida paralizaron la venta en un 100%".

En el caso de los electrodomésticos, se observa un escenario parecido donde los comercios continúan abiertos pero los proveedores suspendieron las entregas por la falta de precios, lo que dificulta la comercialización de los productos, especialmente los que cuentan con componentes importados.

El presidente de la Federación de Electrodomésticos de Argentina, José Lilino, aseguró a la misma emisora que los negocios que representan, en gran parte pymes, "no bajaron las persianas", aunque reconoció que "las empresas proveedoras en su mayoría suspendieron las ventas por lo que no tienen claridad de precios".

En cuanto al nivel de incrementos que estima tendrán los productos, advirtió que "los porcentajes de los aumentos de precios no dejan de ser alarmantes" y adelantó que este jueves "hay reunión entre las grandes empresas y la Secretaría de Comercio para fijar precios y se habla de aumentos de entre el 30% y 40%". Además, precisó que ya recibieron ajustes "en colchones que aumentaron algunas empresas 22% y en muebles un 12%".

Por el lado de los combustibles, mientras que compañías como Shell y Axion ya aplicaron subas en los surtidores, la estatal YPF todavía no modificó sus precios, por lo que reina la incertidumbre en el mercado sobre si las subas serán las dispuestas por las petroleras que primeriaron o tendrán un incremento mayor.

El titular de la Cámara de empresarios del combustible, Raúl Castellanos, expresó que "hay una suerte de indefinición porque no se sabe cuánto va a subir YPF, lo que ha hecho que haya una dispersión de precios muy grandes porque las otras compañías subieron de acuerdo a lo que creen que YPF va a poner, pero hasta que no lo haga no va a haber una pauta clara de los precios".

Asimismo, Castellanos recordó que "el combustible tiene un atraso de precios increíble, porque viene subiendo menos que la inflación todos los meses, con lo cual hay un retraso de por lo menos un 25%, que ahora con la devaluación del peso se le suma el 22%, por lo que estaríamos llegando a un 40%".

A ese porcentaje, aseguró que habría que considerar también los impuestos de los combustibles, que "no se actualizan según la ley hace más de dos años", precisando que "si se hiciera como corresponde tendríamos una incidencia de un 25%", por lo que afirmó que "sumando todo eso da un porcentaje de aumento escalofriante".

Ante este escenario, la economista María Castiglione manifestó que "el Gobierno no ha dado ninguna señal, salvo devaluar y hacerlo con una brecha del más del 100%, que no resuelve nada, porque hoy hay una expectativa de que la situación va a seguir complicada". En esa línea, consideró que la economía está llena de controles y parches, cada vez hay más tipos de cambio, más precios para una misma cosa, más categorías de tarifas de luz, es decir es un desquicio".

Dijo que el Gobierno "tiene que aspirar a que esto no se espiralice y ahí faltan señales" y en adelante para la futura administración sostuvo que "tiene que haber un plan de estabilización y un plan de reforma económica".