Cada mes, entre 22 y 25 juninenses gestionan un seguro de desempleo
La proporción se mantiene estable desde hace más de medio año. Por su parte, en la UOCRA afirman que tienen 1300 currículums de personas que buscan trabajo. No obstante, referentes de recursos humanos sostienen que hay una reactivación en la demanda en determinados puestos, apuntalada por la radicación de empresas de la zona. Remarcan que se está tomando gente capacitada de 50 años y más.
A mediados del año pasado, más precisamente en el mes de julio, en la delegación local de la Anses se advirtió un pico de solicitudes de seguro de desempleo. En ese mes, unas cuarenta personas se acercaron a iniciar el trámite que permite cobrar una asignación durante un tiempo (de dos a doce meses, dependiendo de la antigüedad en el trabajo) luego de haber sido despedido sin causa de un empleo en el que se estaba en blanco.
Desde entonces, la situación se mantiene estable. De acuerdo a las estadísticas del organismo previsional de Junín, que es donde se realizan estos trámites, entre agosto de 2017 y enero de 2018 se realizaron un promedio de entre 22 y 25 altas por mes.
“Hace algunos meses que no tenemos variaciones”, explica el titular de la UDAI Junín, Walter Petrecca.
De esta manera, en promedio, una persona por día hábil va a solicitar este beneficio.
“El seguro de desempleo es un programa que está implementado desde hace mucho tiempo y viene funcionando con normalidad”, explica Petrecca, para luego ampliar: “Allí se establece la continuidad del pago por parte de la Anses a una persona que venía en una actividad en relación de dependencia y es despedida sin justa causa. Entonces, empieza a cobrar este seguro en distintas cantidades de cuotas y montos, que se calcula de acuerdo al tiempo que esa persona estuvo bajo relación de dependencia”.
El pago de la prestación se calcula inicialmente tomando la mitad de la mejor remuneración neta mensual, normal y habitual de los últimos seis meses trabajados. Dicha prestación no puede ser inferior a $2.209,80 ni superior a $3.535,68.
Si el beneficiario trabajó de seis a once meses recibirá dos cuotas; con una antigüedad de doce a 23 meses accede a cuatro cuotas; entre 24 y 35 meses trabajados permite obtener ocho cuotas (de los meses cinco al ocho se cobra el 85% del monto del mes uno); y si el empleado despedido llevaba en relación de dependencia 36 o más meses será acreedor de doce cuotas (de los meses cinco al ocho se cobra el 85% del monto del mes uno y de los meses nueve al doce se cobra el 70% del monto del mes uno).
Durante la vigencia de la prestación, el beneficiario tiene derecho a las asignaciones familiares y cobertura de obra social, de acuerdo a lo establecido en la normativa vigente.
1300 currículums
Una lectura de estos números deja entrever que en los últimos meses hay estabilidad en la cantidad de pedidos de subsidios por desempleo.
Haciendo un análisis de la situación laboral, desde el ámbito gremial, Eduardo Diotti, referente de la CGT de la calle Bartolomé Mitre, afirma que no se adviertan casos de despidos que pudiera encender una luz de alarma. No obstante, aclara: “En la UOCRA tenemos 1300 currículum de todos los rubros, desde técnicos en informática, hasta repositores o ex empleados rurales. Son personas que se desempeñaron en otras actividades y están buscando trabajo en la construcción”.
Tal vez una razón de esta gran oferta sea que, como dice Diotti, “ahora la construcción está levantando”, aunque “no hay trabajo para todos los que están buscando”.
El titular de la UOCRA Junín asevera que la mejora en su actividad se dio a partir de mediados del año pasado, principalmente con la obra pública, motorizada por el proyecto de autopista para la Ruta 7, donde “hay una gran cantidad de compañeros de Junín trabajando”.
En ese contexto, Diotti reclama la implementación de un plan de viviendas: “Eso daría una respuesta al déficit habitacional y, al mismo tiempo, se generaría mucha mano de obra, así que sería importante que se aprovechara que el mismo color político gobierna el municipio, la provincia y la nación y se trajera algún programa de construcción de casas”.
Más equilibrio
El consultor privado Gustavo Nani sostiene que en los últimos meses hubo “un movimiento creciente leve, motorizado por empresas de la zona que se están ubicando en Junín”.
Asimismo, destaca que en su consultora se trabajó en enero “como si hubiese sido marzo o abril”, cuando normalmente el primer mes del año “está más parado”.
En su análisis, Nani considera que “lo que pasa ahora es que las empresas están viendo un equilibrio político económico”. Y profundiza: “Si bien hay inflación y algunas otras variables que no están del todo controladas, se está viendo una esperanza de mejora. Esto se empezó a observar después de las elecciones de octubre, y si bien el 2017 no fue un buen año, en 2018 nosotros estamos viendo que en enero no bajó la búsqueda, algo que, repito, suele suceder”.
Los déficits en cuanto a los puestos a cubrir siguen estando en oficios especializados, como herrería, mecánica, mantenimiento industrial, una escasez de la zona, no solo de Junín. En tanto, entre los profesionales hay una alta demanda de ingenieros mecánicos, industriales y electrónicos que el mercado no está pudiendo satisfacer. Por eso en algunos casos se está tomando gente extranjera.
“Algo puntual que se está viendo en el último tiempo –remarca Nani– es que las empresas están tomando gente capacitada de cincuenta años o más. Eso antes no sucedía y hoy se observa que es un fenómeno que se vislumbra fuertemente, porque los empleadores ven que es gente con otra vocación de trabajo y en algunos puestos son muy reconocidos, principalmente en lo que tiene que ver con servicios”.
Por último, el reconocido consultor local aconseja a la gente sin trabajo a que no bajen los brazos: “Las propuestas están y además hay muchos planes de capacitación gratuitos por parte de diferentes entidades gubernamentales, con lo cual, si uno apuesta a la capacitación, eso hace la diferencia”.