Se estrena “Hambre de higos”, una obra que transforma un pasado que dolió
Elenco integrado por Marianela Bustos, Marga Chiaro, Virginia Entesano, Marcelo Galarse, Sonia Rodríguez, Mirta Taberna y Stella Tuñón.
El 11 de noviembre a las 21 horas, en el Auditorio Bicentenario Raúl Alfonsín de la Unnoba, ubicado en Sarmiento 1169, se estrenará ‘Hambre de higos’. Dirigida por Claudia Quiroga, con el elenco del grupo Las Enaguas de nuestra ciudad de Junín.
En diálogo con Democracia, la dramaturga y directora del espectáculo mencionó que desde el 2013 viaja desde Buenos Aires a Junín para dirigir el grupo Las Enaguas, siendo la primera obra “Agosto en la piel”.
“En el año 2016 fui nuevamente convocada por el grupo teatral Las Enaguas, confiando en la metodología y la experiencia en abordajes dramatúrgicos con perspectiva de género. El grupo gestionó los recursos ante el INT para llevar adelante un proyecto de investigación sobre abuso infantil, basado en entrevistas y ejercicios escénicos con los integrantes del grupo: Marianela Bustos, Marga Chiaro, Virginia Entesano, Marcelo Galarse, Sonia Rodríguez, Mirta Taberna y Stella Tuñón. Técnicos: Lula Perk y Abelo Galeano”, explicó.
“Las chicas que componen el grupo querían generar un nuevo proyecto, siempre desde una perspectiva de género, como lo fue Agosto en la piel, donde habían trabajado sobre la problemática de violencia obstétrica. En esta ocasión me convocan para indagar sobre sus propias historias de abusos infantiles y otras, de esos ‘cucos’ que nos amenazaban siendo pequeños/as”, explicó Claudia Quiroga.
“Más allá de meternos en un tema áspero, hemos tratado una vez más de contarlo desde la poesía, ‘contar la historia para liberarnos de ella’, como dice Arístides Vargas, autor argentino. Apelamos a la poesía, a volver a celebrar nuestra existencia hoy, habiendo salido de esas situaciones y proponer una manera de mirarlas más piadosas, no porque perdonemos pero sí de poder entender en qué lugar hemos estado alojadas y abrazar a nuestras niñas”, manifestó la directora.
A la pregunta si en realidad era como una catarsis, Claudia Quiroga dijo que no, “que a pesar de que se cuentan historias ásperas, se hace desde una poesía y desde un lugar, con tiempo que ha pasado, de construirlas y entenderlas en nuestro cuerpo habitado hoy como un lugar de empoderamiento, donde pudimos tomar distancia de esas historias, atravesarlas y sanarlas”.
“Lo que hacemos es transformar. El arte nos permite transitar, atravesar y transformar esas situaciones que han sido dolorosas en un lugar de reexistencia, más que resistencia, ya no resistimos a nada, ahora se trata de volver a ser”, aseguró.
“Hacemos un teatro entrañablemente político y social”, dijo.
Claudia Quiroga es oriunda de Ramos Mejía, (Buenos Aires, Argentina 1966). Se autodenomina artivista, “una palabra que reúne mis oficios y pasiones: la actuación, la dirección, la docencia, la escritura, el compromiso social, la fotografía, el dibujo”, apuntó.