Los productores porcinos de la provincia de Buenos Aires –donde se faena el 60% de la producción nacional- se mostraron preocupados por la medida del Gobierno nacional que permitirá el ingreso de carne de cerdo proveniente de los Estados Unidos y señalaron que esa disposición “compromete los estándares de calidad” y significa un “nuevo golpe para el sector”.
El presidente de la Asociación de Productores Porcinos bonaerense (Aproporba), Alejandro Lammachia, dijo que mientras el “estatus sanitario en Argentina es de excelencia”, el cerdo estadounidense “tiene una enfermedad respiratoria reproductiva que puede comprometer los estándares de calidad nacionales”.
“Chile adquirió esa enfermedad en 2013 por comprar carne americana y aún lucha por sacarla del país. Sería una pena que eso sucediera en Argentina, donde tenemos los más altos niveles de calidad de cerdo en todo el mundo”, dijo el dirigente a esta agencia.
“La mayoría son pequeños productores”
En la misma línea, Rosana Franco, titular de la Filial Junín de la Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó a Democracia que en la región la producción porcina “es muy importante, y esta importación de pulpa fresca de cerdo es muy peligrosa, porque ellos tienen enfermedades que nosotros no tenemos en nuestra carne de cerdo, además del perjuicio que esto implica para los productores locales, que en su gran mayoría son pequeños”.
Cabe señalar que luego de la visita del vicepresidente estadounidense, Michael Pence, el Gobierno nacional autorizó la importación de carne de cerdo desde los Estados Unidos luego de 25 años. No obstante, el año pasado ya había abierto la importación a países como Brasil, Dinamarca y Canadá.
“Competencia desleal”
“Se da una competencia desleal porque mientras se abre la importación, la industria local se deteriora al tener que afrontar una fuerte presión fiscal y el constante aumento en el precio de los insumos”, protestó Lammachia.
Asimismo, señaló que el primer semestre de este año la importación de carne de cerdo “aumentó un 80%” en comparación con el mismo periodo el año pasado, y que eso significa un golpe muy duro para la industria local, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, “donde se faena el 60% de la producción nacional”.
Lammachia reconoció que el consumo de carne de cerdo aumentó en los últimos meses por la gran campaña de promoción porcina y por mantener los precios siempre muy por debajo de los de la carne vacuna: “La bondiola, el corte más vendido en nuestro país, está entre 90 y 116 pesos el kilo”, enfatizó Lammachia. No obstante, sostuvo que pese a eso muchos productores no pudieron mantenerse en la actividad: “En la provincia de Buenos Aires hay un 20% de productores menos que el año pasado”, finalizó.
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