“REGISTRO DE EMERGENCIA”

La OMS aprobó la vacuna de Pfizer para agilizar la distribución

La decisión facilita que los países pobres la apliquen acortando el proceso aprobatorio.

La vacuna contra el coronavirus de Pfizer fue incluida a última hora en la lista de medicamentos de urgencia de la Organización Mundial de la Salud. La notificación se hizo ya pasadas las 21.00 [hora peninsular española] y tiene como objetivo facilitar su aprobación y que empiece usarse en los países pobres que tienen sistemas regulatorios más lentos o peor dotados. También permite que organizaciones como Unicef o la rama latinoamericana de la OMS, la Paho, la apliquen, explica la organización en un comunicado.
La lista de medicamentos de urgencia se ha ideado para facilitar un acceso universal de las novedades que surjan, asegurando la calidad y seguridad de los medicamentos que se incluyan, según explica la OMS. Para ello el medicamento es evaluado por expertos propios y ajenos a la organización, con la participación de los de agencias regulatorias de los países que las tengan. Es la primera vacuna contra la covid que recibe esta clasificación. Para España, la UE o EE.UU. esta aprobación llega cuando el fármaco ya había sido aprobado por las propias agencias del medicamento y se estaba empezando a usar, pero evitará retrasos en el resto del planeta.
La OMS destaca la dificultad de distribuir un producto que necesita estar a -70 grados centígrados, pero afirma que está elaborando guías y planes para ayudar a los países a manejarlo. 
El proceso de validación de la vacuna sigue abierto, afirma la OMS, que señala que el fabricante deberá seguir suministrando la información sobre su eficacia y seguridad que recabe. El próximo martes, 5 de enero, se reunirá el grupo de expertos en inmunización de la OMS para adaptar los planes generales de vacunación que se establecieron en septiembre, cuando no había ningún fármaco aprobado, a las características de este producto. 
En él se establecen principios como que las vacunas contra la covid deben ser de acceso universal e igual para toda la población mundial, empezando por los grupos más vulnerables a la infección. Algo difícil de conseguir desde el momento en que la capacidad de producción del producto es limitada y los países ricos han acaparado las primeras remesas. Para evitar esta desigualdad, la OMS ha establecido un mecanismo de acuerdo con los fabricantes de los medicamentos más prometedores, el Covax, que se ha asegurado ya de disponer de 2.000 millones de dosis para el primer semestre de este año.