Michael Temer podrá seguir ejerciendo la presidencia de Brasil.
PARA EL TRIBUNAL, NO HABÍA PUEBAS SUFICIENTES

Por ahora, Temer no será destituido

El presidente de Brasil fue absuelto apenas por un voto y podrá seguir en su cargo

El presidente Michel Temer obtuvo ayer una victoria jurídica que le da sobrevida política tras haber sido absuelto -junto con su ex compañera de fórmula, Dilma Rousseff- del juicio electoral que podía destituirlo del cargo por supuestas irregularidades y corrupción en la financiación de la campaña electoral de 2014, en un proceso que se transformó en un capítulo más de la gigante crisis brasileña.
Por 4 votos contra 3, el Tribunal Superior Electoral (TSE) decidió absolver a la fórmula Dilma-Temer por el delito de abuso de poder económico que había iniciado, al desconocer el resultado de las elecciones, el entonces candidato derrotado, Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
“No se saca un presidente todo el tiempo, esto no es un juicio por alimentos, estamos hablando de Presidencia de la República”, dijo el autor del voto decisivo, Gilmar Mendes, presidente del tribunal.

Lava Jato
La gran disputa estuvo en incorporar a este juicio a toda la Operación Lava Jato, incluidas las delaciones premiadas que indicaron que hubo dinero producto de la corrupción en empresas estatales para las cajas del Partido de los Trabajadores y el Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB)
La mayoría del tribunal rechazó, por cuestiones procesales, incluir las delaciones de ejecutivos de Odebrecht que confesaron haber aportado dinero ilegal a la campaña: esta victoria también es un nuevo interrogante sobre la veracidad de los “arrepentidos” que son la gran marca de la operación anticorrupción Lava Jato.
El voto del instructor Herman Benjamin, que dijo que había un “océano probatorio” con Odebrecht en el centro de la escena, fue enfrentado por los cuatro vencedores que alegaron la falta de pruebas contundentes.

¿Sobrevive hasta 2018?
Entre los analistas, las opiniones sobre la dimensión de esta victoria están divididas: algunos sostienen que el juicio electoral era el menor de todos los males; otros creen que al ser absuelto, Temer podría driblar el resto de los fantasmas que le acechan. 
"Vencida esta etapa, Temer será el jefe de un gobierno más débil, porque hay otros hechos más fuertes que pueden afectarlo", afirma Carlos Lopes, consultor político en Brasilia, socio director de la consultora Tecla.
Si la fiscalía presenta una denuncia contra el mandatario por los delitos de corrupción, organización criminal y obstrucción a la justicia, será la Cámara de Diputados la encargada de dar luz verde para que la acusación prosiga y Temer sea apartado del cargo. 
Temer se escuda en la tímida recuperación económica que está experimentando Brasil, que emerge de la peor recesión de su historia. Pero su mayor bandera, la aprobación de dos reformas promercado, podría verse en riesgo si el principal aliado de su partido, el PSDB (centroderecha), decide abandonar la coalición para no comprometer su imagen de cara a las presidenciales de 2018.