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NUTRICIÓN

Según estudio, "saltarse" el desayuno tiene un componente genético

Un informe de varias universidades -como Harvard y Murcia- da detalles de lo que ocurre: no desayunar causa obesidad.

Un estudio realizado por las universidades de Harvard (Boston, Estados Unidos) y Murcia, entre otros participantes, halló "seis variantes en genes" con el hábito de "saltarse" el desayuno.
Es la primera vez que se demuestra un componente genético en este tipo de conducta.
Esta investigación, publicada el pasado 13 de junio en The American Journal of Clinical Nutrition, determinó también que omitir la primera comida del día "es causa de obesidad" y no consecuencia. 
Las seis variantes genéticas independientes detectadas están asociadas con el reloj circadiano (el funcionamiento interno de nuestro organismo y sus horarios), con la metabolización de los carbohidratos o azúcares, con la influencia de la cafeína e incluso con la esquizofrenia. 
Por qué desayunar todos los días ayuda a reducir el riesgo de muerte cardiovascular: el trabajo está firmado, entre otros, por los científicos Hassan Dashti y Richa Saxena, del Centro de Medicina Genómica del Hospital General de Massachusetts, y por Marta Garaulet, catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia e investigadora en el Hospital Brigham and Women's de la Universidad de Harvard.
El estudio en su conclusión sugiere un papel beneficioso de la ingesta regular del desayuno como parte de un estilo de vida saludable.
"Hay estudios contradictorios sobre si es bueno o no saltarse el desayuno y por eso nos planteamos en esta investigación si en las personas que les cuesta hacer la primera comida del día podría existir un componente genético", explicó Garaulet.
El estudio ha secuenciado el genoma de casi 200.000 personas registradas en el Biobanco del Reino Unido, lo que ha reflejado las distintas variantes que puede tener un mismo gen, "resultados que se han cruzado con los datos sobre el hábito de desayunar", según la experta en cronobiología, ciencia que estudia los ritmos biológicos. 
Las personas analizadas muestran un rango de presencia de estas variables genéticas de cero a seis, siendo aquellas que expresan todas las que tienen más propensión a saltarse el desayuno. 
Además, el estudio observa vínculos causales entre la omisión del desayuno determinada genéticamente y un mayor índice de masa corporal, tendencia a la depresión y al hábito del tabaco. 

Quien no desayuna, engorda
"Gracias a este estudio que define qué genes están implicados y a través de una metodología genética podemos ver que saltarse el desayuno es causa de obesidad, los que no desayunan tienen mayor propensión a engordar", señaló la investigadora.

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