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BELLEZA / TRATAMIENTOS

Controla el efecto de la gravedad en tu piel

A partir de los 40, los cimientos de nuestra piel comienzan a venirse abajo. Nos damos cuenta porque se hacen visibles los primeros signos de envejecimiento y rápidamente necesitamos una explicación convincente sobre este temible proceso. El número de fibroblastos disminuye, la producción de colágeno baja y las glándulas sebáceas reducen su tamaño. ¿Es posible entonces volver a lucir un rostro más firme? ¡Por supuesto! Te contamos cómo.

A medida que vamos cumpliendo años nuestra piel comienza a mostrar los primeros signos de la edad. Los fibroblastos tienen mucho que ver en esta aventura, pues son los encargados de la producción de elastina, ácido hialurónico y colágeno, y por lo tanto de mantener la tersura y firmeza de la piel.
A este proceso de envejecimiento natural hay que sumar la genética de cada uno, la exposición al sol y los altos niveles de estrés, que aceleran la disminución del proceso de regeneración celular. No podemos olvidarnos tampoco de los casi 15 mil movimientos faciales que expresan estados de ánimo como alegría,tristeza, sorpresa, etc. Por muy naturales e involuntarios que sean,también provocan la aparición de las llamadas líneas de expresión. Nadie dijo que fuera fácil la tarea de envejecer, sin embargo, disponemos de unas cuantas herramientas que la alejarán lo máximo posible de nuestros rostros. Así, podremos unirnos a este selecto grupo de celebrities que han conseguido estar mejor a partir de los 40 que en la veintena.   
 
Llegó la hora de ponerse firme


No hay que desesperarse por envejecer, únicamente debemos tratar de comprender el proceso y conocer quiénes son nuestros amigos naturales que nos ayudan a mantener el cutis de una veinteañera. Uno de estos ayudantes son los fibroblastos, encargados de mantener la firmeza y elasticidad de la piel. Pero, si a medida que nos hacemos mayores van disminuyendo, ¿cómo podemos luchar contra la fuerza de la gravedad y mantener una piel firme? A través de las células madre desplazables.
En la hipodermis (la capa más profunda de la piel) existen unas células madre capaces de convertirse en fibroblastos y trasladarse a todas las capas de la dermis, por lo que optar por unos cosméticos que sean capaces de atraer estas células a las zonas en las que necesitamos más fibroblastos y convertirlas en este otro tipo de tejido hará que ayudemos a nuestra piel a mantenerse joven por más tiempo.
¿Y qué ingredientes y principios activos debo buscar en mi tratamiento para estimular a estas células madre? Elige una línea cosmética que contenga phyto esencia de romero, que consigue frenar y dar marcha atrás al proceso de la flacidez facial, e inositol,un tipo de vitamina B que se encuentra en plantas y granos y que es capaz de mantener las funciones de las células madre de la dermis, evitando que se ralenticen con la edad. La única línea del mercado que dispone de esta tecnología es Bio Performance LiftDynamic de Shiseido, que ha conseguido introducir estos descubrimientos en su formulación tras más de 10 años de investigación.

Trucos antigravedad

No hay nada peor que un rostro flácido, caído por ambos flancos y con el óvalo facial totalmente desdibujado. A pesar de no poder luchar contra la naturaleza e impedir que la fuerza de la gravedad haga lo suyo, sí podemos retrasar su caída libre con la ayuda de ciertos consejos y truquitos a la hora de aplicar nuestros productos faciales. ¡Notarás la diferencia!
•    Sérum: aplica una pequeña cantidad de producto en los dedos,caliéntalo con las manos y extiéndelo presionando suavemente el rostro hasta que el producto se haya absorbido completamente. Esto favorecerá su absorción y penetración en las capas más profundas de la piel.
•    Crema: Tómate tu tiempo para aplicarla con un ligero masaje en sentido ascendente, siguiendo la línea de los músculos del rostro para evitar potenciar las arrugas. Estos masajes siempre irán desde la nariz hacia la frente y a continuación hacia los bordes exteriores de la misma. En las mejillas, aplica el producto desde hacia las orejas, en la zona bajo el mentón hazlo a ligeros toques y hacia arriba, y en el escote desde un hombro hacia la axila contraria.
•    Contorno de ojos: es una zona que "sufre" la gran mayoría de gestos que realizamos a lo largo del día, y en ella la microcirculación sanguínea es más lenta que en el resto del cuerpo. Por eso, tendremos que aplicar siempre el contorno con el dedo anular (es el que menos presión ejerce) y realizando pequeños toques siguiendo la línea del hueso orbital desde fuera hacia dentro.

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