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TRASTIENDA POLÍTICA

Inseguridad y tironeos por las policías locales

Más allá del optimismo que comunica algún locuaz intendente del Conurbano, en el gobierno bonaerense no parecen apurados por concretar el traspaso de las policías locales a los municipios, una demanda constante de los jefes comunales que incluye, claro, la transferencia de los fondos correspondientes para solventarla.
Este fue el tema central de la reunión realizada el lunes entre la gobernadora María Eugenia Vidal, su ministro de Seguridad Cristian Ritondo y un grupo de intendentes del sur del Conurbano, oficialistas y opositores, que gobiernan distritos asolados por la creciente inseguridad.
Por cierto, las encuestas permanentes que encargan en Cambiemos están registrando un cambio en las preocupaciones de los ciudadanos de la provincia.
Explican fuentes oficiales consultadas por este diario: en el primer tramo del año, la inflación ascendente y la desocupación post ajuste económico habían trepado a la primera posición de las quejas ciudadanas; pero avanzado el segundo semestre, con cierto control sobre la subida de precios, la inseguridad volvió al primer lugar de las inquietudes de la gente. Un sitial histórico que se refuerza cada vez que cobra dimensión mediática algún caso aberrante.
Vidal entiende perfectamente esto e intuye que la inseguridad probablemente sea uno de los temas centrales de la campaña electoral del año que viene, que está cada vez más cerca y, en cierta forma, ya se ha lanzado. También lo saben los intendentes, que en épocas de elecciones suelen recurrir al viejo latiguillo de que la lucha contra el delito es una atribución esencialmente provincial y nacional.
Según fuentes que asistieron al encuentro del lunes, en ningún momento Vidal aseguró que avanzará con el traspaso policial antes de fin de año. Sin embargo, con esa idea jugó al final de la reunión el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, quien hace meses procura aparecer como la cara del reclamo de los jefes comunales en esta materia.
Insaurralde incluso llegó a motorizar una jugada en la Legislatura provincial, en julio pasado, cuando presentó un proyecto de ley para municipalizar las policías locales acompañado de varios colegas. Luego de algún tironeo respecto a la autoría de la idea, la iniciativa incluso fue acompañada por el massista Frente Renovador. Pero finalmente quedó en la nada, entre otros motivos porque Cambiemos no quiere que esa bandera la enarbolen las fuerzas de la oposición.
Vidal les explicó a los intendentes de la Tercera Sección Electoral lo mismo que les viene diciendo al resto de los alcaldes: en los próximos meses quiere trabajar para mejorar algunas cuestiones internas de la Policía Local y recién después de eso aceptará discutir el traspaso.
Son varias las cuestiones a perfeccionar pero, sobre todo, la gobernadora apunta a crear un escalafón serio para que los efectivos puedan tener una carrera interna que los incentive y a auditar y mejorar la formación de los mismos, que viene siendo bastante deficitaria.
Es un secreto a voces que la primera camada de agentes “celestes” (por el color de los uniformes) fue adiestrada a los apurones –sólo seis meses- para cumplir con las necesidades electorales del oficialismo anterior. Esto ha generado varios desastres cuando los agentes estuvieron en la calle.
Entre los intendentes, estas explicaciones de la gobernadora generan todo tipo de suspicacias. Desde cierta visión conspirativa respecto a que detrás de todo hay un acuerdo entre el Ejecutivo y la cúpula de Policía Bonaerense para que la fuerza provincial termine fagocitando a los “celestes” (y de este modo incremente su poder), hasta una mirada mucho más “contable” que dice que Vidal pretende traspasar la Policía Local sin los fondos correspondientes, algo que haría colapsar las arcas de la mayoría de los municipios.
Conviene recordar que la Policía Local es una suerte de división de la Bonaerense, que tiene a cargo su formación y financia buena parte de sus gastos operativos. La modificación que buscan los intendentes supone un cambio de lógica: cada uno sería una suerte de jefe policial de su distrito.
En mentideros políticos del PJ y de Cambiemos también circula la tesis según la cual Vidal estaría dispuesta a poner sobre una mesa de negociación legislativa el traspaso policial. Sería cuando deba discutirse el nuevo presupuesto bonaerense y una eventual nueva autorización de endeudamiento al Ejecutivo provincial para el año próximo.
Lo que sí procurará Vidal es trasladar a la Nación el pedido de los intendentes para que Gendarmería y Prefectura vuelvan a tener presencia en el Conurbano, tal como sucedió cuando el gobernador era Daniel Scioli y en especial en varias etapas electorales. Tendrá que convencer a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que suele mostrarse en contra de la desnaturalización de las funciones de las fuerzas federales y ya tuvo que resignar cientos de efectivos para el combate contra el narcotráfico en la provincia de Santa Fe.

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