Bill Gates, el cofundador de Microsoft, ha ofrecido su visión sobre el futuro de la tecnología describiendo un panorama donde la inteligencia artificial cambiará profundamente las relaciones entre las personas, sus dispositivos y la industria del software.
Según Gates, en un plazo de cinco años los usuarios de tecnología no tendrán que navegar entre diferentes aplicaciones para realizar tareas específicas. En lugar de eso, los consumidores simplemente indicarán en lenguaje cotidiano lo que quieren hacer y el software, enriquecido por una comprensión profunda de cada individuo, responderá personalmente.
El magnate tecnológico espera que en el futuro cercano, cualquier persona en línea pueda contar con un asistente personal impulsado por IA que esté muy por encima de la tecnología actual.
El concepto de “agente” servirá para describir este tipo de software que responde al lenguaje natural y puede realizar múltiples tareas basándose en su conocimiento del usuario. Asegura Gates, que este concepto, está a punto de transformar no solo cómo interactuamos con las computadoras, sino que también, hará temblar a la industria del software provocando la mayor revolución en la informática desde que pasamos de escribir comandos a pulsar sobre iconos.
Al expandir el concepto de “agente”, el desarrollador de software visualiza una diversidad de aplicaciones, incluyendo cuidado de la salud, educación, productividad y entretenimiento. Una vez implementados y accesibles a todo el mundo, estos agentes democratizarán servicios que hoy en día resultan costosos para la mayoría de las personas.
En el ámbito de la salud, el magnate tecnológico ve un futuro en el que los agentes ayuden a los pacientes a hacer triage básico, obtener consejos de salud y decidir si necesitan buscar tratamiento. Además, asistirán a los trabajadores sanitarios en la toma de decisiones y aumentarán su productividad. Sin embargo, advierte que dichos agentes clínicos tardarán en implementarse debido a la importancia de acertar, ya que de ello puede depender la vida o la muerte de las personas.
Gates augura un impacto significativo de los agentes de IA también en la educación. No prevé el reemplazo de los profesores por estas tecnologías, sino más bien apoyar a los docentes en personalizar la educación y liberarlos de tareas administrativas. Los agentes darán a casi todas las familias acceso a una educación personalizada e individualizada que, hasta ahora, sólo unos pocos pueden permitirse.
La productividad es otra área que el empresario asegura que se beneficiará enormemente de los agentes de IA. Visualiza un futuro en el que cada individuo cuente con un asistente dedicado a ayudarle con diversas tareas. Gates espera que estos agentes también se integren en las empresas, proporcionando un apoyo constante a los empleados y facilitando la toma de decisiones y la ejecución de las tareas.
Finalmente, el visionario de la tecnología espera que los agentes de IA transformen también el entretenimiento y las compras. Los agentes podrán leer y resumir revisiones de productos, hacer recomendaciones personalizadas y colocar pedidos en nombre de los consumidores. Su capacidad para personalizar la experiencia basándose en los intereses y preferencias individuales cambiará la forma en que interactuamos con las plataformas de medios de comunicación.
Sin embargo, Bill Gates advierte sobre los desafíos técnicos y éticos que debemos enfrentar antes de que estos agentes de IA puedan ser una realidad. Pregunta cómo se interactuará con los agentes, cuántos agentes serán necesarios y cómo se manejarán aspectos como la privacidad, la propiedad de los datos y las interacciones con otros agentes.
En este contexto, tanto la industria tecnológica como los legisladores deben abogar por una fuerte legislación en torno al uso y desarrollo de la IA.
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