Hoy en el cielo habrá un choque gigante, cuando una nave espacial de la NASA impacte contra un asteroide para intentar desviar su trayectoria, en lo que se anuncia como “una defensa planetaria que debería preparar a la humanidad en caso de una amenaza de impacto”, aunque, por ahora, no se conozca a ningún asteroide de gran tamaño que esté en curso de colisión.
La de este lunes será la primera prueba de impacto cinético en la que la nave espacial DART se estrellará intencionalmente contra el asteroide Dimorphos, con el objetivo de desviarlo de un eventual impacto contra la Tierra. La DART es una nave espacial de unos 500 kilos que va a impactar contra la pequeña luna del asteroide Didymos, llamada Dimorphos, que fue lanzada el año pasado.
Didymos, que significa “gemelo” en griego, tiene aproximadamente 780 metros de diámetro, mientras que Dimorphos mide unos 160 metros de diámetro, y su nombre significa “dos formas”, y en el momento del impacto, Didymos y Dimorphos estarán relativamente cerca de la Tierra, a unos 11 millones de kilómetros.
Lindley Johnson, del Departamento de Defensa Planetaria de la NASA, destaca que “no queremos estar en una posición en la que un asteroide se dirija hacia la Tierra; por lo que debemos ahora probar esta técnica”. Por su parte, Nancy Chabot, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, que dirige la misión en colaboración con la NASA, afirmó que “no va a destruir el asteroide, sólo le dará una pequeña sacudida.
Así, como resultado, la órbita del asteroide más pequeño alrededor del más grande se reducirá sólo alrededor del 1 por ciento. Dimorphos órbita alrededor de Didymos en exactamente 11 horas y 55 minutos, y este periodo se medirá de nuevo después de la colisión.
De este modo, si un día se descubre un asteroide en curso de colisión con la Tierra, tendremos una idea de la fuerza que necesitaremos para que ese asteroide no toque la Tierra”. LA META Dimorphos orbita alrededor de otro asteroide más grande, llamado Didymos, mientras ambos giran alrededor del Sol, un tipo de asteroides “binarios” que son habituales.
El asteroide mayor sirve esencialmente de estrella guía de la misión, pero sólo el asteroide más pequeño es el objetivo, y cuando la nave espacial se acerque al gran Didymos, debería ver al pequeño Dimorphos girando por detrás de su compañero, por lo que la colisión será frontal.
La nave debe tomar decisiones de navegación cruciales en el último momento de forma autónoma, teniendo en cuenta que hacer volar una nave espacial a gran velocidad -unos 22.500 km por hora- hacia un asteroide relativamente pequeño, es algo que nadie ha hecho antes.
Las anteriores misiones científicas espaciales de la NASA y la agencia espacial japonesa tomaron muestras de asteroides, pero se trató de encuentros cuidadosamente coreografiados con aproximaciones graduales, mientras que ahora DART prevé un choque a gran velocidad, y los científicos e ingenieros que están detrás de la misión dicen que no sabrán si chocarán con el asteroide hasta unos 20 segundos antes del impacto.
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