“El dilema de las redes sociales”, el documental que expone el lado más oscuro de nuestra adicción digital
La producción de Jeff Orlowski está basada en testimonios de exempleados de Google, Facebook, Twitter, Instagram y Pinterest que cuentan cómo participaron del desarrollo de tecnologías que sirvieron para polarizar opiniones, viralizar teorías conspirativas y consumir todo lo que dictan las pantallas.
Desinformación, opiniones polarizadas, la necesidad imperiosa de agradar al otro y la adicción a las pantallas son algunas de las consecuencias nocivas que llegaron de la mano de los gigantes informáticos, según se analiza en el documental El dilema de las redes sociales, del neoyorquino Jeff Orlowski, que acaba de estrenar Netflix y que está dando mucho que hablar.
El film analiza algunos de los fenómenos que se vienen plantenando hace tiempo desde diferentes sectores de la academia, los medios e incluso por parte de gobiernos en disintas partes del mundo. Basta con pensar en el escándalo de Cambridge Analitica, el escrutinio al que vienen siendo sometidas las big tech en Europa y Estados Unidos, o los múltiples estudios que abordan los efectos dañinos que podrían derivar de estar enchufados a un pantalla 24/7 para entender que hablar del lado oscuro del universo digital no es algo del todo original.
En este sentido se puede decir que el documental no hace grandes revelaciones, ya que aborda cuestiones sobre las que se vienen reflexionando hace un buen tiempo. Pero no por eso deja de ser interesante: invita a reflexionar y se destaca especialmente por la cantidad de testimonios de fuentes, destacadas y relevantes, que reúne y sintetiza en una hora y 34 minutos.
Netflix define a esta producción como un “híbrido entre documental y drama que ahonda en el negocio de las redes sociales, el poder que ejercen y la adicción que generan en nosotros: su carnada perfecta". Se habla de híbrido porque a los testimonios que ofrecen exdirectivos de Google, Facebook, Instagram, Twitter y Pinterest, así como psicólogos y otros expertos, se suma la dramatización de una familia interpretada por Skyler Gisondo, Kara Hayward y Vincent Kartheiser que busca representar las consecuencias que puede generar mirar y vivir la vida a través de las redes.
Diseño adictivo y la continua necesidad de recompensas
Tristan Harris, exdiseñador de Google y fundador del Centro para una Tecnología Humana, es una de las voces que analiza el fenómeno de las tecnologías digitales en el documental. Harris es reconocido por haber dado múltiples charlas sobre el caracter adictivo que, en su visión, tienen las plataformas. Especializado en tecnología persuasiva, asegura que esto no es casual sino que es parte inherente a los diseños que se implementan en las redes, correos y servicios de mensajaría.
El usuario tiene una necesidad imperiosa de recibir una recompensa que llega en forma de comentario, un “me gusta”, un retuit o un feed que se va actualizando de manera continua. Las empresas han creado plataformas que buscan sacar provecho de esa dopamina, un neurotransmisor que participa en la motivación y recompensa ante estímulos placenteros, que se estimula cuando llega una notificación que indica que alguien se fijó en nosotros.
El instinto gregario y por agradar que tenemos los humanos se ve potenciado por el diseño mismo que tienen estas tecnologías, que generan pequeños refuerzos intermitentes en forma de avisos, alarmas o notificaciones y en ese sentido funcionan como los tragamonedas, según Harris.