Luego de cien años de uso, el teléfono fijo -uno de los inventos más revolucionarios del siglo XX- dejará de existir en Francia.
El cambio no será brusco: desde noviembre dejarán de venderse las nuevas instalaciones de líneas fijas y la transformación total regirá a partir de 2023.
Según informó el diario Le Parisien, la empresa Orange, a cargo de la telefonía en Francia, será quien esté a cargo del cambio, por el cual los clásicos cables de cobre y los postes telefónicos quedarán en el pasado.
"Gente poco habituada a las nuevas tecnologías, pienso en los ancianos, se encontrarán sin teléfono, justamente como se encontraron sin televisión en el momento del paso al digital terrestre. Habrá que vigilar para no dejar en la calle a nadie", aseguró Olivier Gayraud, experto en comunicaciones en Francia.
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