Investigadores argentinos crearon un dron autónomo que llega a lugares inaccesibles para el hombre
El dispositivo bautizado UELA es capaz de medir el nivel de pH, salinidad, temperatura, profundidad o muestreos geo-referenciados, que son archivados en una tarjeta SD y luego analizados en los laboratorios.
Investigadores argentinos desarrollaron un dron autónomo con capacidad para monitorear recursos hídricos y atmosféricos en lugares inaccesibles para las personas y así obtener datos que colaboren en el desarrollo de medidas para contrarrestar el impacto ambiental.
El dispositivo bautizado UELA por el equipo encabezado por Alejandro Pirola del Instituto de Tecnología (Intec) de la Fundación UADE, cuenta con la ventaja de poder posarse sobre el agua para tomar hasta un kilo y medio de muestras de laboratorio.
Otra característica es que "no es un dron comercial. Fue desarrollado para uso exclusivo de entidades científicas o públicas que necesiten este tipo de tecnología para desarrollar sus estudios”, aseguró Pirola.
Para resistir el impacto del agua durante su labor, este vehículo aéreo no tripulado posee un fuselaje hermético que impide la erosión de sus componentes al entrar en contacto con los agentes de peligro y en el centro del dron se encuentran unos sofisticados sensores de gases y sondas de agua que se ocupan de recolectar en tiempo real los datos de utilidad para los científicos, detalló el portal Argentina Investiga.
Además es capaz de medir el nivel de pH, salinidad, temperatura, profundidad o muestreos geo-referenciados, que son archivados en una tarjeta SD y luego analizados en los laboratorios.
A través de los informes que genere el dron se podrán diseñar mapas de impacto ambiental, polución y calidad de agua comparables con otros posteriores, ya que el dispositivo almacena todas las rutas de vuelo que ejecuta, detalló Pirola.
También puede transportar un equipo de reanimación cardiopulmonar para hacer frente a emergencias médicas en sitios de difícil acceso.
Los componentes de UELA fueron mayormente impresos en tres dimensiones y sus hélices son de fibra de carbono.
“Su mantenimiento es mínimo y económico. Nuestro próximo objetivo es desarrollar un prototipo completamente hecho en fibra de carbono para reducir aún más su peso”, contó el investigador.
El vehículo puede desarrollar sus tareas de forma autónoma o con un mínimo control de un operador, mediante una cámara de video ubicada en el extremo inferior delantero, con la que monitorea sus tareas desde una estación terrena de control desarrollada también por el equipo de trabajo del Intec.