Leche de burra en Argentina: Una revolución para alérgicos y una alternativa saludable

Leche de burra en Argentina: Una revolución para alérgicos y una alternativa saludable

La leche de burra, una alternativa innovadora para aquellos alérgicos a la proteína de la leche de vaca, está ganando terreno en Argentina. Este producto, utilizado en otros países como tratamiento para diversas afecciones, comenzó a producirse en el país gracias al emprendimiento Equslac, un proyecto pionero en la región que busca transformar la vida de los niños con alergias alimentarias.

Marcia Silgueyra, madre de Vicca, una bebé de 8 meses con alergias a la leche de vaca y al huevo, se vio obligada a buscar una solución después de que su hija sufriera severas reacciones cutáneas debido a las fórmulas tradicionales. “Estábamos desesperados, hasta que un gastroenterólogo nos sugirió probar la leche de burra, aunque en ese momento no había mucha información en Argentina”, cuenta Marcia. Desde que Vicca comenzó a consumirla, su salud ha mejorado significativamente.

 

Un proyecto innovador en Argentina

El tambo de burros en Tío Pujio, Córdoba, es el primer productor de leche de burra en Argentina y el segundo en América Latina, tras Chile. Con un rodeo de 300 burras, este tambo produce alrededor de mil litros de leche mensuales, que se pasteuriza en la Universidad Nacional de Villa María. El proyecto cuenta con la participación de universidades, hospitales y profesionales de distintas áreas, quienes colaboran en su desarrollo y expansión.

La leche de burra se destaca por su similitud con la leche materna humana. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 1,8% y el 7,5% de los lactantes son alérgicos a la proteína de la leche de vaca, una condición que afecta a más de 30,000 niños en Argentina. La leche de burra tiene un bajo contenido de caseína, lo que la convierte en una opción más segura para estos niños. Además, su composición nutricional es cercana a la de la leche materna, con un nivel de lactosa también bajo.

 

Beneficios económicos y de salud

A diferencia de los elevados precios de la leche de fórmula importada, que ronda los 60 dólares por litro, la leche de burra en Argentina tiene un costo de solo 12 dólares por litro. Esto la convierte en una opción accesible para muchas familias. Según Pablo Talano, uno de los emprendedores de Equslac, actualmente producen alrededor de 500 litros mensuales, y su objetivo es ampliar la producción a 3,000 o 4,000 litros diarios, abasteciendo hasta un 20% del mercado nacional y con miras a la exportación.

El proyecto ha logrado avances significativos, pero su desafío es vencer la resistencia de algunos sectores médicos y gubernamentales que aún no aceptan este producto como una alternativa viable. Sin embargo, investigaciones científicas respaldan sus beneficios. El gastroenterólogo infantil Diego Marmarusso señala que la leche de burra tiene una tolerancia superior a otras fórmulas hidrolizadas o de aminoácidos, y es incluso más adecuada que las leches sintéticas para bebés con alergias.

 

La ciencia y el futuro de la leche de burra en Argentina

El concepto de producción de leche de burra en Argentina nació hace más de una década con el veterinario Luis Losinno, quien, tras investigar sobre la industria de la leche de burra en China, decidió traer este conocimiento a su país. Su visión llevó a la creación de una start-up que hoy involucra a diversas universidades e instituciones, incluidas la Universidad Nacional de Río Cuarto, la Universidad Tecnológica Nacional, y el CONICET, entre otras.

Además, se están llevando a cabo investigaciones sobre cómo enriquecer la leche con ácidos grasos, una alternativa prometedora para los bebés menores de seis meses. Entre 2025 y 2026, se esperan ensayos clínicos locales que fortalecerán aún más la base científica de este producto.

El éxito de este proyecto también se debe al esfuerzo conjunto con hospitales de renombre, como el Hospital de Niños de La Plata, el Hospital Italiano y el Hospital de Niños de Rosario, quienes colaboran en estudios para validar la eficacia de la leche de burra como tratamiento para la alergia a la leche de vaca.

 

Desafíos y oportunidades

A pesar de los avances, el camino no ha sido fácil. Los emprendedores enfrentan la falta de información y la resistencia de algunos sectores médicos y gubernamentales que no han logrado reconocer el potencial de la leche de burra. Sin embargo, los resultados positivos de los primeros casos de consumo, como el de Vicca, están ayudando a cambiar la percepción.

Talano destaca que uno de los principales desafíos es lograr que la leche de burra sea incluida en el Plan Médico Obligatorio (PMO), lo que permitiría su cobertura por parte de la seguridad social. “Nuestro objetivo es generar más evidencia científica local para demostrar los beneficios de este producto y lograr que esté al alcance de todas las familias que lo necesiten”, concluye.

 

Conclusión: Un futuro prometedor

La leche de burra representa una alternativa innovadora para tratar la alergia a la proteína de la leche de vaca, un problema creciente en la población infantil de Argentina y América Latina. Con su alto valor nutricional, su bajo costo y los avances científicos que respaldan sus beneficios, se posiciona como una opción clave para mejorar la salud de miles de niños. Además, el proyecto tiene un gran potencial económico, no solo para Argentina, sino también para la exportación de este valioso producto.

Con la colaboración de investigadores, instituciones y emprendedores comprometidos, la leche de burra está lista para marcar una diferencia significativa en el ámbito de la salud infantil y la producción alimentaria en el país.

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