Aunque infrecuente poco tiempo atrás, el interés de los hombres por someterse a intervenciones estéticas en el rostro viene creciendo en los últimos años; y entre ellas ganan terreno los retoques “mínimamente invasivos” en la mandíbula y el mentón, reconocen especialistas en nuestro país.
“Una mandíbula y el mentón prominente suele estar relacionado con la masculinidad, lo que se traduce en rasgos faciales más marcados”, explica el médico especialista en cirugía plástica Gustavo Corrado, uno de los profesionales que observa un aumento de las consultas por esta clase de intervención facial.
Como señala Corrado, en los últimos años viene creciendo ”notablemente el interés del público masculino por tratamientos mínimamente invasivos del tipo inyectables como ácido hialurónico, toxina botulínica, que permiten la armonización de la cara. De esta manera, sin necesidad de entrar en quirófano, se popularizan tratamientos a base de inyectables que mejoran notablemente el aspecto general de las personas”.
“Estos tratamientos a base de diferentes inyectables mejoran el aspecto de los pacientes porque permiten modelar las diferentes partes de la cara de una manera natural, que sin dudas es la última tendencia en el mundo: tratamientos tan naturales que no se noten, sino que las personas simplemente se ven mejor”, cuenta el cirujano plástico.
En este sentido, uno de los tratamientos más elegidos por los hombres es la armonización de la parte de la mandíbula y el mentón, un procedimiento estético que utilizan productos como el ácido hialurónico de diferentes densidades o la hidroxiapatita de calcio, diferentes tipos de bioestimuladores para mejorar de forma natural el contorno mandibular y la proyección del mentón. Con él se busca crear “un perfil facial más equilibrado y armonioso”, y lograr “una mandíbula y mentón más definidos y masculinos”.
“El tratamiento puede realizarse con diferentes tipos de inyectables. Algunos de ellos son: ácido hialurónico, ácido poli – L láctico , hidroxiapatita de calcio, toxina botulínica,etc. Mientras que en el primer caso, en principio se utilizaba como relleno, hoy sabemos que además de voluminizar también se utiliza para lograr efecto tensor y de levantamiento, en el segundo caso el ácido poli L láctico es un producto que actúa como bioestimulante del colágeno en las capas profundas de la piel”, detalla.
“Por su parte, la hidroxiapatita de calcio es el principal componente de hueso y dientes que se utiliza en medicina estética para bioestimular , y también para voluminizar en distintas partes del cuerpo como cara , manos , brazos y abdomen. Mientras que la toxina botulínica se utiliza para suavizar las arrugas del tercio superior facial como las de la frente , entrecejo y patas de gallo”, agrega el profesional.
Es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza en el consultorio. La duración de los resultados puede durar desde 18 a 24 meses dependiendo del tipo de inyectable utilizado. “Por supuesto cada caso es único, con lo cual es preciso consultar a un cirujano plástico que será el encargado de evaluar qué es mejor de acuerdo a las características propias de cada paciente”, suma el especialista.
Los tratamientos inyectables de esta naturaleza forman parte de una tendencia que crece en el mundo: la armonización facial. Los hombres, además de mejorar el aspecto de su mandíbula y mentón, se interesan en otros tipo de tratamientos como diferentes tipos de tratamientos faciales no quirúrgicos como la rinomodelación y tratamiento de arrugas de la frente, el entrecejo y las patas de gallo; y quirúrgicos como lipoaspiración y la cirugía de párpados.
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