EN EL DÍA INTERNACIONAL DE ESTA AFECCIÓN

Cáncer de pulmón: Contar con mejores posibilidades

En Argentina se detectan más de 12 mil nuevos casos por año. La importancia de optimizar la prevención de esta enfermedad, el diagnóstico y el adecuado abordaje.

El cáncer de pulmón -cuyo Día Internacional se celebra hoy- es la principal causa de muerte por cáncer a nivel mundial, en Argentina se detectan más de 12 mil nuevos casos por año y esta enfermedad representa el 14% del total de muertes, lo que resalta la importancia de optimizar su prevención, diagnóstico y adecuado abordaje.

En la actualidad, el cáncer de pulmón engloba a un conjunto de enfermedades con distinto comportamiento biológico y clínico. El subtipo más frecuente de cáncer de pulmón -85% de los casosse conoce como cáncer de pulmón de células no pequeñas.

Este diagnóstico lo realiza un patólogo analizando una muestra de tejido (biopsia) bajo el microscopio, mientras que para alcanzar un diagnóstico más preciso, se necesitan de técnicas de laboratorio más complejas sobre esa muestra.

IDENTIFICAR MUTACIONES

Estos resultados permiten identificar alteraciones en el ADN (genes) del tumor, como mutaciones, que son las impulsoras del crecimiento tumoral y posibilitan la selección de terapias dirigidas/personalizadas.

De esta manera, dos pacientes pueden tener el mismo tipo de cáncer, pero presentar distintos biomarcadores y requerir distinto tratamiento.

QUÉ SON LOS BIOMARCADORES

Los biomarcadores fueron definidos de distintas maneras, ya que, pueden ser genes, proteínas, metabolitos, parámetros fisiológicos o anatómicos que proporcionan información valiosa y objetiva de un proceso biológico normal, un proceso patogénico o como la respuesta a una intervención farmacológica.

En términos sencillos, el biomarcador es un sistema de alertas que da señales específicas de cómo el paciente puede reaccionar a un determinado tipo de tratamiento.

“Ellos permiten la selección de terapias dirigidas, como los inhibidores del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) o de otras terapias dirigidas, que resultan más efectivas en pacientes con ciertos biomarcadores tumorales”, explica Ariel Perelsztein, director de asuntos médicos y regulatorios en Johnson & Johnson Latinoamérica Sur.

De este modo, el análisis de biomarcadores se convirtió en una herramienta esencial para comprender mejor las características moleculares del cáncer. En este contexto, los biomarcadores ayudan a elegir tratamientos con más probabilidades de éxito y, al mismo tiempo, evitan que la persona reciba tratamientos ineficaces.

Estos indicadores son fundamentales para personalizar el tratamiento del cáncer según lo que necesita cada paciente.

¿QUÉ ES EL DIAGNÓSTICO MOLECULAR?

“En el contexto actual, el testeo molecular ha pasado a ser un componente esencial del diagnóstico: es fundamental realizar una secuenciación génica de nueva generación para identificar no solo la alteración denominada inserción en el exón 20 del gen EGFR, sino también otros genes implicados en el crecimiento del tumor.

Este abordaje permite un tratamiento verdaderamente personalizado, aunque aún persisten desafíos en asegurar el acceso amplio a estas pruebas para todos los pacientes que las necesiten”, afirma el oncólogo Nicolás Castagneris (M.P. 33.180/9).

Por su parte, la Dra. Carmen Pupareli (M.N. 101.212), oncóloga en el Instituto Alexander Fleming, señaló: “La detección de los biomarcadores se realiza mediante biopsias de tejido tumoral o biopsias líquidas, que analizan el ADN tumoral circulante en la sangre. Esto permite detectar mutaciones clave y guiar la elección del tratamiento más adecuado. Además, los biomarcadores circulantes se están investigando para monitorear la respuesta al tratamiento y detectar tempranamente la progresión de la enfermedad”.

La identificación de mutaciones genéticas que impulsan el crecimiento tumoral en el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP), constituyen biomarcadores de gran utilidad a la hora de decidir cuál es el tratamiento más adecuado. Estas mutaciones están presentes en el ADN (genes) de las células tumorales exclusivamente y no nos referimos a mutaciones heredables.

Las mutaciones en el gen EGFR -presentes en aproximadamente el 22% de los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas-, como las mutaciones de inserción en el exón 20, son más comunes en mujeres, no fumadores y personas de origen asiático.

Otros biomarcadores relevantes incluyen alteraciones en el gen ALK, presentes en el 5% de los casos, así como en los genes ROS-1 (2%), BRAF (2%) y K-RAS g12c (14%), entre otros.

La identificación de estos marcadores permite no solo clasificar el tipo de cáncer, sino que también tienen valor predictivo de respuesta a determinados medicamentos. Por lo tanto, se utilizan para seleccionar el tratamiento más adecuado.

UNA REVOLUCIÓN EN EL ENFOQUE DEL TRATAMIENTO

La medicina de precisión ha revolucionado el enfoque del tratamiento dirigido contra el cáncer, basándose en el análisis detallado de los biomarcadores para diseñar y orientar terapias más eficaces e individualizadas.

Este enfoque, también conocido como medicina personalizada, permite a los oncólogos adaptar el tratamiento a las características moleculares específicas de cada paciente, maximizando la eficacia de las terapias y minimizando los efectos secundarios

“La medicina de precisión ya ha mostrado claros beneficios en la sobrevida de los pacientes con cáncer de pulmón. Se encuentra en constante evolución y continúa siendo una de las áreas de investigación más importantes en oncología”, concluyó Pupareli.