Tras su retiro, y más allá del taxi, Clara sigue en contacto con el Rojo.
Tras su retiro, y más allá del taxi, Clara sigue en contacto con el Rojo.
FORMAS ALTERNATIVAS Y EMERGENTES

Seguir la inquietud, apostar y desarrollarse en un trabajo no convencional: casos juninenses

Por diversos motivos, se corrieron de los trabajos habituales o comunes y siguieron su inquietud para alcanzar un desarrollo distintivo. Cómo fue el proceso vivenciado, por qué eligieron tal ámbito y en qué consiste lo que realizan.

En una sociedad tan habituada a la rutina, a la costumbre y a los mandatos tradicionales, dar un paso al costado, seguir la vocación e interés personal y consolidarse en tal ámbito se ha vuelto algo distintivo. Todo ello, y más aún, si casos de este estilo se generan a nivel local como puede ser nuestra ciudad.

Por ello, Junín, un lugar en pleno desarrollado, también es el origen de distintos representantes que, por diferentes razones, se corrieron de determinados trabajos habituales y comunes para alcanzar un desarrollo distintivo que les hizo lograr un lugar diferencial en sus rubros.

Democracia dialogó con Jorge Clara, reconocido exfutbolista campeón del mundo y actualmente taxista; Alberto Melo, quien lidera el emprendimiento AM Balanzas; Agustín Impala, dedicado al streaming; Alejo Castro, pionero en el coaching ejecutivo; y Augusto Storani, joven estudiante de la carrera Ingeniería en Petróleo, para conocer de qué se tratan sus rubros y cómo incursionar en ámbitos alternativos o emergentes.

 

Del fútbol profesional a reinventarse en el plan B

Jorge Clara es uno de los casos más reconocidos y con éxito deportivo que tiene nuestra ciudad. Asimismo, es un ejemplo de la importancia de contar con un plan B para el día que el futbolista cuelga los botines. Sobre sus vivencias, indicó: “El retiro del fútbol no fue tan duro porque siempre tomé al deporte como un trabajo, el cual era exigente, en el que no tenía sábados ni domingos y vivía concentrando. Muchos piensan que no tiene sus complejidades porque vivís al lado de una pelota y no saben de los sacrificios que implica y el desgaste que tenés”.

“Me fui a los 16 años de Junín con una ilusión y se me dio todo: ser campeón de la Copa Libertadores y la Intercontinental. Estoy feliz y contento por haber logrado eso”, resumió.

Acerca de lo que fue su transición luego del retiro, consideró: “El cambio de vida se sintió los primeros años porque, cuando dejé de jugar, no tenía trabajo y estuve casi un año parado. Salió el tema de un amigo que tenía taxis en Capital Federal y me preguntó por qué no `encaraba con el tema de los taxis´. Yo le respondí que no entendía nada y arranqué para incursionar”.

A lo largo de toda su vida fue la improvisación en las canchas lo que le permitió lograr tal trascendencia. Esa misma característica lo llevó a reinventarse. “Llegué a tener dos taxis en Buenos Aires, con licencia y todo, como corresponde. Luego me cansó el ritmo de la ciudad y nos volvimos a Junín. Compré la chapa acá, tengo el auto y vivo tranquilo, donde trabajo las horas que yo quiero. Acá puedo dormir la siesta, disfrutar de la naturaleza y es un ritmo más tranquilo, una mejor calidad de vida”, contó. 

 

Desarrollo exponencial en un trabajo específico

Alberto Melo trabaja diariamente con balanzas y camiones, siendo un experto en tal rubro. Sobre su relación con este campo, señaló: “Vengo de una familia en la que mi abuelo empezó con las balanzas y cortadora de fiambres. En esa época solo se hacía lo que era referido a comercios, y fue un pionero. A los 18 años conocí la fábrica de válvulas Bianchetti donde aprendí el oficio de reparar e instalar válvulas de camiones”.

“Mi profesión se transformó en mi pasión y fui creciendo. Es una empresa familiar que la conduzco junto a mi señora y pasamos distintas etapas, alcanzando la reparación hasta la comercialización de todo tipo de balanzas: desde la más chiquita a lo más grande. Igualmente, nunca abandonamos la parte comercial de los negocios, como pueden ser heladeras o cortadora de fiambres, pero de eso hoy hay varios negocios a nivel local”, opinó. 

Sobre el valor distintivo que poseen, explicó: “Nos dedicamos a la verificación de balanzas: así como se llevan los autos a verificar una vez por año, nosotros verificamos las balanzas. Para eso, necesitamos de un camión de pesas y de un equipo profesional que hace la inspección técnica, siempre bajo la presencia del INTI; por lo que somos una empresa auditada por INTI y la secretaría de Comercio”.

“Hoy estamos fabricando balanzas de bajo y de alto porte y también reparamos, probamos e instalamos. Ya hace 51 años que estamos en el mercado trabajando y, si bien podría habría estudiado alguna profesión tradicional, surgió y aposté a esto que me permite tener trabajo y dar trabajo”, enfatizó Melo.

 

Disciplinas emergentes: el caso del coaching ontológico

De un oficio manual a uno emparentado con las ciencias sociales y que ha ido cobrando relevancia en el mundo empresarial y del deporte. Vale explicar que el “coaching ontológico” es una disciplina emergente que habilita una manera distinta de interpretar a las personas, su manera de actuar, de relacionarse, y alcanzar aquello, siendo las emociones y el lenguaje los principales focos de trabajo.

Precisamente, Alejo Castro decidió abocarse a ello y emprender. “Surge de manera muy espontánea pospandemia. En ese momento tenía 21 años y estaba transitando el tercer año de abogacía en la Universidad de Buenos Aires y, si bien sentía que estaba haciendo una carrera que me gustaba, no sentía que me llenara”, narró sobre la génesis de su inquietud.

Tras adentrarse en lo que significa el coaching, en el 2021 Castro se volcó de lleno y comenzó con los estudios correspondientes. Al respecto, analizó: “Desde mi perspectiva, hay familias que tienen mandatos muy arraigados. Tuve la suerte que me tocó una mamá, un papá y una hermana inefable de expresar en palabras. Solo quiero agradecerles por los valores, la educación y el apoyo que me brindaron”.

Sin embargo, como es correrse de lo común y esperado, dar aquel paso hace tres años no fue sencillo ya que significaba posicionarse en algo nuevo. En torno a esto, recordó: “Importó salir de una zona de confort a una zona de aprendizaje; escuchar desde otra perspectiva y seguir lo que me dictaba el corazón”.

Respecto a lo que es esta disciplina, compartió: “A través de diversas herramientas, donde la más destacada son ´las preguntas´, que sirven para intentar ampliar la perspectiva de las personas que lideran una organización y así poder tomar mejores decisiones en busca de mejores resultados”.

“El líder de la organización me plantea los objetivos y yo trato de brindarles herramientas para mejorar su liderazgo. El proceso es a través de un aprendizaje recíproco, donde se trabaja la gestión del tiempo, aprender a delegar, a diseñar una conversación para mejorar su comunicación con los colaboradores, y así poder obtener nuevos objetivos”, expresó acerca de la metodología de trabajo focalizada en empresas y líderes ejecutivos.

“El valor diferencial siento que lo logré a través de mi autobservación personal, la persistencia y la pasión por lo que hago. Trato de aportar al otro con apoyo en la empatía, tratando de ser nutritivo, sensitivo y brindando herramientas para que la persona pueda relacionarse armónicamente con las demás personas”, valoró y contextualizó: “Siento que hoy en día se está expandiendo cada vez más esta práctica profesional. Desde mi perspectiva, estoy contribuyendo a la expansión de la persona”.

 

Del negocio familiar a las plataformas digitales

Un acontecimiento no abordado hasta el momento es el desarrollo de la tecnología. Por ello, este medio dialogó con Agustín Impala, reconocido streamer juninense que cuenta con 90 mil seguidores, para conocer cómo es trabajar en las plataformas digitales.

“El proyecto surge en pandemia porque me había quedado sin trabajo y había retomado en la bicicletería de mi papá (Claudio). Al estar todo cerrado y no poder invertir en nada, surgió la posibilidad de comprarme mi primera computadora para jugar. De hecho, no teníamos wi-fi y yo me ponía en la ventana para utilizar la red del vecino con quienes compartíamos”, comentó sobre los inicios digitales.

“Ya había muchos streamers y fue lo que explotó en pandemia, algo que le gustaba mucho a la gente. Después de ver mucho sobre eso, se me ocurrió empezar: primero, con videojuegos, luego me lancé y pasé a hablar sobre distintos temas. Al principio me miraban solo mis amigos y eran tres personas conectadas, después empecé a generar un ida y vuelta con quienes se conectaban y pasé a tener diez personas, que para mí ya era una locura. Ese fue el momento en el que decidí sobre mi gusto en el oficio y lo que se generaba charlando con distintas personas”, consideró.

“La gente piensa que hacer streaming es fácil y ha llegado a ser ninguneado porque no era visto como un trabajo. Fue algo muy difícil de afrontar para mí, inclusive en el seno de mi familia, con quienes lo pude charlar y recibí un gran acompañamiento”, resaltó. 

De tal forma, en torno al proceso que significó su devenir, comentó que “hubo momentos en los que pensé abandonar porque, en un inicio, hay cambios rotundos en cantidad de gente y uno, quizás, piensa que es porque el contenido no es tan bueno”.

“Es muy complicado que se logre ser redituable económicamente porque no es que prendés la computadora, te ponés a grabar y se empieza a generar. Por ejemplo, lo que es redituable son el tema de las suscripciones que, a nivel nacional, no es que te paga la plataforma, sino la gente que lo mira a uno y lo apoya. Luego aparecen las marcas de distintos rubros, como casinos o juguetes, que invierten en uno y te piden que uno incluya el logo/nombre de tal empresa. Ahí incluís un logo durante cierta cantidad de sesiones y horas”, explicó sobre la matriz económica que regula su rubro. 

Durante todo un año, de forma simultánea y en paralelo, “Fiera”, como lo reconocen, estuvo trabajando en la bicicletería (negocio familiar) y transmitiendo en streaming hasta que, finalmente, este último ámbito pasó a ser su fuente principal de ingresos. 

“Sin dejar la bicicletería, donde trabajo hoy en día, aunque lo hago exclusivamente por la figura de mi padre porque en términos económicos ya no lo necesito. También me ayuda a despejarme y salir del constante mundo digital”, afirmó.

 

Una carrera poco convencional 

Como última experiencia, Democracia dialogó con Augusto Storani (hijo del contador y docente Marcelo), quien se corrió de las carreras tradicionales y apostó a un ámbito muy específico y poco común en nuestra comunidad: el petróleo. 

Siguiendo su convicción, Storani se anotó en la carrera de Ingeniería en Petróleo en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Al respecto, explicó: “Mi primer acercamiento fue una presentación muy superficial de geología y el proceso de formación de hidrocarburos durante el colegio. Luego realicé un test vocacional y era compatible tanto con la carrera de ingeniería industrial como en petróleo. Al meterme más en tema, descubrí que los regímenes de trabajo y oportunidades que te brinda el sector energético son infinitos y eso me hizo tomar la decisión de anotarme en la carrera”.

“Soy bastante inquieto y, tanto para la carrera como para la vida profesional, te mantenés constantemente solucionando problemáticas desafiantes, lo cual me parece divertido más allá de los momentos de presión por los que se pasan. Por otra parte, la industria de los hidrocarburos en nuestro país está en auge, por lo que la demanda de ingenieros en petróleo es altísima y me gustaría tener un rol protagónico en mi futuro laboral”, fundamentó sobre los motivos que lo impulsaron en su elección.

Por último, manifestó: “Actualmente me interesa el sector de ingeniería en perforaciones, trabajar en el seno de los procesos y estar en campo te da muchas herramientas y conocimiento de la industria. Las áreas de trabajo en las que se puede desempeñar un ingeniero en petróleo son muy diversas por lo que en un futuro, quizás, me encuentre desempeñándome en otra función. Cabe destacar que hoy mi foco de atención está en Vaca Muerta, y se está trabajando en que tome un rol protagónico en la economía del país. Sería un inmenso orgullo poder aportar a su desarrollo”.

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