Conejo Blanco: En el Mes de la Niñez, juegos de mesa y literatura infantil para regalar

Conejo blanco es un local de venta de juegos de mesa atractivos y modernos, como así también de textos de literatura infantil novedosos, ubicado en pleno centro de Junín, en Gandini 27 concretamente (frente a la Farmacia Sindical).

La pareja compuesta por Joaquín Puente y Clara Matteucci es la propietaria de este emprendimiento comercial, que es básicamente familiar y en diciembre próximo cumplirá tres años en nuestra ciudad.

En diálogo con Democracia, Joaquín contó que vendían juegos que se habían diseñado desde el 2000 en adelante, es decir, modernos. Lo mismo con los textos de literatura infantil, pudiendo apreciarse libros de Oliver Jeffer, Isol, autores que tienen mucho reconocimiento entre tantos otros.

El comerciante también se refirió a los más vendidos en juegos y habló del Catán, que es un juego de mesa de estrategia, para reuniones sociales incluso, que es muy vendido; lo mismo con el Unánimo, que afuera del país anda muy bien y en Argentina lo están editando o lo importaron.

Ante el punto de que muchas familias estaban impulsando los juegos de mesa para sacar a los chicos de las pantallas, Joaquín señaló que para tener éxito los juegos se tuvieron que aggiornar, y así fue.

“Por eso existe esta tendencia de los juegos de mesa modernos, que están diseñados por gente que se dedica exclusivamente a esto y lo hacen teniendo en cuenta que hoy en día la oferta de entretenimiento que tienen los chicos no es la misma que teníamos nosotros, por ejemplo. Nosotros teníamos el TEG y Monópoly y estábamos dispuestos a sentarnos seis horas delante de un juego porque no había otro entretenimiento, no teníamos un televisor en el bolsillo como tienen los chicos ahora, no había consola de juegos y teníamos tres o cuatro canales, ni cable de TV”, opinó.

“Hoy en día el juego de mesa tiene que ser mucho más dinámico, no puede durar más de dos horas, tiene que ser fácil de explicar, divertido para todos. Los materiales son distintos, de mejor calidad. Y, más allá de ello, hay algo que la pantalla no puede replicar que es el encuentro social, con todo lo que ello implica para nosotros. Eso no se podrá reemplazar nunca”, afirmó.